Hoy es un día muy ajetreado, el bombón de mi jefe me había mandado por unos papeles a la empresa de Adriano Conti, Su mejor amigo. Industria Conti, después ir a entregárselos a su Prometida, Carlotta Ricci. Y tengo que llegar a la empresa donde trabajo antes de las 4:30 y son 3:40 y apenas vengo llegando a la empresa del señor Adriano.
Salgo de mi coche, Ford Fiesta rojo. Entro como alma que lleva el diablo a la empresa y voy directo al elevador, saludo a la recepcionista con un asentamiento de cabeza, no me dice nada ya que sabe por qué vengo para después entrar al elevador.
Después de esperar cómo 3 minutos cómo mínimo en el elevador salgo corriendo de este.
Veo de lejos a Alessia, mi mejor amiga. Yo le había conseguido un puesto aquí, en esta empresa.
-Alessia, vengó por los papeles- Digo agitada.
-Tranquila, aquí tienes-
-¡¿Como pretendes que este tranquila si me quedan 10 minutos para llegar con la prometida de mi jefe!?- Exclamó mirando mi reloj.-
-¡Uff con la maldita bruja esa!- Está mujer no tiene vergüenza, dios mío-
-¡Cállate! Alguien te puede escuchar. Me tengo que ir te veo alrato en el departamento cuídate.- Besó su mejilla y salgo.
Ya en el coche lo arranco y en 15 minutos exactamente llegó a la casa de la "señorita Carlotta Ricci" aunque no tiene nada de señorita.
Estaciono el coche y bajo. Toco el timbre esperando a que me respondan.
-Casa de la señorita Ricci ¿Que se le ofrece?-
-Emm soy Fiorella Moretti vengo a entregarle unos papeles que le mandaron.-
-Pase-
Los grandes portones se abren dejando ver la gran mansión que tiene como "casa".
Tocó la puerta de madera y me abre Carlottita. No soportó a esta mujer es muy presumida y egocéntrica, igualita que MI Alessandro, mi jefe.
-Fiorella, preciosa, sígueme.- Maldita hipócrita.
-No tengo mucho tiempo, solo vengo a entregarle estos papeles- extiendo mi mano para que los agarré.-
-Oh si! ¡Martha!- llama a una de las sirvientas.-
-Lleva esos papeles con mucho cuidado a mi habitación, por favor.- Cómo me dan ganas de quitarle las extensiones que trae.
-Bueno, me tengo que ir. Adiós.- Sin esperar respuesta me doy la vuelta y salgo.-
Voy retrasada 5 minutos y apenas estoy llegando a la empresa. Me quitó los tacones y salgo corriendo lo más rápido que puedo. Toco el botón del elevador muchas veces según yo para que baje más rápido, aunque no tiene lógica.
Por fin, ya estoy en mi lugar, en mi cómoda silla. Escuchó sonar el teléfono qué está aún lado, debe ser mi jefe. Maldición este hombre no me deja descansar.
-¿Si, jefe?-
-Ven, ¡Ahora!- Rodó los ojos, no lo soporto más.
Tomó mi libreta y un lapicero para apuntar lo necesario.
Toco la puerta dos veces hasta escuchar el "puede pasar" de mi jefe.
-¿Qué pasa, jefe?-
-Te has tardado- Si, ¿Algún problema? Pensé.
-Había mucho tráfico- Contestó cortante.- ¿Me quiere para algo más?- Sin disimularlo me escanea de pies a cabeza deteniéndose en mis ojos, color café. Me siento algo incómoda, viniendo de Alessandro se me hace raro. El solo tiene ojos para su Carlotta
-Amm, amm si, si, era para decirle que se puede retirar, hoy me iré temprano y no tiene caso que se quedé hasta su hora de salida.-
-Okey, gracias- dije cabizbaja y un poco apenada mi jefe nunca me había visto de esa manera. Yo aquí enamorada como tonta de el y pues el apuntó de casarse, salgo de la oficina tomó mi bolso y salgo directo para mí departamento que comparto con Alessia.