Me encontraba fuera del instituto, esperando a Nolan, que se había quedado en el pasillo, hablando con un amigo.
—¿Y cómo le va en su primer año de medicina?— le pregunté a Kina, que también estaba esperando a su novio.
— Según Nick, le va bien, pero dice que es realmente difícil estar en la universidad. Imagínate lo que nos espera para el año próximo, Scar.
—Será una tortura.— murmuré asimilando todo.
—¿Tu qué piensas estudiar?
—Aún no lo sé ¿Y tú?
—Quiero ser psicóloga— respondió con entusiasmo.
Sonreí porque le pegaba muy bien con su personalidad...
—Te irá muy bien, Kin.
—Gracias.— sonrió— Tengo toda mí vida planeada, Scar— comentó con fascinación — En primer lugar, quiero recibirme de Psicóloga en la Universidad de San Francisco. Cuando lo haga, quedamos con Nick que nos mudaríamos a New York y ahí poder trabajar de lo que estudiamos, para después casarnos, y luego de eso vamos a formar una familia.
—Wow Kin ¿Cómo haces para saber todo lo que quieres para tu futuro? —pregunté asombrada por su seguridad.
—No lo sé. Creo que es la seguridad que te brinda el amor.
—Debes estar más que enamorada, para poner a Nick en tus planes a futuro.
—Sin duda, y me tranquiliza saber que es mutuo. Él también me quiere en su futuro, por eso es que los dos planeamos bien qué es lo que queremos hacer más adelante... Creo que no hay nada mejor que planear tu vida, con alguien que amas.—comentó.
—Enserio son una pareja realmente hermosa.
—Gracias, Scar. ¿Y a tí cómo te va con Nolan?
—Pues no planeamos nada, si es a eso a lo que te refieres—me reí, y ella me imitó.—Creo que estamos en nuestro mejor momento.—sonreí al recordar lo de ayer.
—Yo supe desde el comienzo que los dos se gustaban. —aseguró con mirada cómplice— No podían dejar de mirarse el uno a el otro, a tal grado de incomodarme... Enserio habían veces que me sentía un mal tercio.— se rió, y yo sólo me limité a bajar mi mirada al sentir mis mejillas arder.
No me acuerdo de estar mirando a Nolan todo el tiempo...
Pero tal vez en realidad así fue, y no me dí cuenta.
Aahg que imbécil suelo llegar a ser.
—Ah y Scar, tengo unas páginas muy buenas que hacen test vocacional, luego te las paso para ver qué carreras puedes ir viendo, ya que sólo faltan tres meses para la graduación.— recomendó con una sonrisa.
—Gracias, Kin. Lo tendré en cuenta.
Al instante de soltar eso, ví a Nolan salir del instituto.
—Bien amor, vamos.—dijo un poco molesto.
—¿Te encuentras bien, Nolan?
—Sí, sólo quiero salir de aquí.
En ese momento, llegó Nick, aparcado la moto frente a nosotros.
—¿Qué hay? –Saludó mirándonos a Nolan y a mí.—Hola, preciosa— está vez su mirada estaba en la risueña de mi amiga. Ella se acercó hasta donde Nick se encontraba, y le depositó un beso sobre los labios.—¿Nos vamos nena?—Kina aceptó colocándose el casco que le dió su novio, para luego, subirse a la moto.
—Nos vemos, chicos— la sonrisa de mi querida amiga era inmensa y contagiosa.
—¿Qué fue lo que pasó? —le pregunté a Nolan, cerrando la puerta del vehículo.
—Nada Scar, no te preocupes.— se acercó a mí y me dió un fugaz beso en los labios.
—Pero ¿por qué estabas enojado, amor?
—Que no estaba enojado. Sólo olvídalo por favor.—soltó irritado.
—Como digas— bufé fría, posando mí vista al frente.
Nadie formuló ninguna palabra, y cuando estacionó frente a mi casa, tenía ganas de entrar rápidamente, y no tener que lidiar con Nolan... pero no lo hice.
En muchas películas, cuando pasa algo así, las parejas intentan dialogar sobre las cosas que les molestan.
Así que... tendría que intentarlo.
—¿No estás enojado?— volví a preguntar mirando fijamente a Nolan.
—¡Que no, Scarlett! — exclamó aún más irritado que antes.
Respira Scarlett, respira...
—Mírame— ordené y el accedió— ¿Sabes que puedes confiar en mí?—
Nolan frunció el entrecejo levemente, y luego asintió. Me incorporé de mi lugar, para acercarme hacia él, y lo abracé — Mi amor, si no quieres hablarme de lo que te pasa, voy a entender, pero si necesitas desahogarte con alguien, puedes hacerlo tranquilamente conmigo, yo no te juzgaré.— Al principio se mantuvo tenso ante mi tacto, pero luego correspondió a mi abrazo, con fuerza.
Al parecer ésto de las películas, si funcionan...
Me aparté de él, y abrí la puerta del auto, dispuesta para irme.
—Scar.—me llamó, interrumpiendo que pueda salir. Al instante me dí vuelta, y lo ví sacándose algo de su pantalón— Casi me olvidaba de entregártelo.—dijo sin ánimos. Ya no estaba enojado pero tampoco parecía feliz.
—Gracias.— Tomé la cadenita y volví a abrir la puerta para salir, pero no quería irme sabiendo que él estaba mal.
Di vuelta una vez más, para enfrentar a Nolan, y lo tomé repentinamente del rostro, para acercarme hasta él, y unir nuestros labios.
Sus labios saborearon los míos con exigencia, y absoluta lentitud.
Mis ojos estaba cerrados con fuerza, me encantaba que sus besos me regalen la sensación de estar completa.
—Te amo.— dije al separarnos.
Me sorprendió la facilidad con la que solté esas palabras.
—Yo también te amo, mi amor.— respondió antes de darme un suave beso sobre los labios.
Ésta vez sí bajé del auto, y me adentré a mi casa. Sabía que algo le pasaba a Nolan, pero tenía que respetar su espacio y dejar de hacer tantas preguntas.
Ví la cadenita que tenía en una de mis msnos y efectivamente estaba roto, así que tendría que mandarlo a arreglar.
Almorcé junto a Keyla, quién parecía estar de muy buen humor.
—Oye... Presiento que esa sonrisa no es sólo por mi presencia.—dije levantando los platos de la mesa, para luego dirigirme hasta la cocina. Keyla ensanchó aún más su sonrisa, y siguió mis pasos.
—Sabes que adoro estar contigo, Scar.
—Ajam... Suéltalo.—ordené.