Emma Parker:
La mayoría de las veces las personas no cambian con los años, y es fácil reconocerlos si tienes mucho tiempo sin verlos, ya sea por su voz, por su rostro, por su facciones, etc. En mi caso lo reconocí por dos cosas: Por sus destellantes ojos miel y por una palabra, si es algo extraño y muy cliché.
Conocí aquel pelinegro cuando era tan solo una niña, solía venir a mi casa junto a su madre, Andrew se llevaba bien con el, congeniaban tanto, que decidieron ponerme ese apodo Bichito por mi gran tamaño, El salio del país hace mas de 8 años, y fue cuando su padre murió, le era muy difícil vivir en esta ciudad, le traía muchos recuerdos, era solo un niño. Angie su madre y Henry su hermano, se quedaron aquí, Angie le dio su custodia a una tía, y el se mudo con ella, no lo había visto en años.
El cambio mucho con demasiado, pero sus ojos, sus ojos seguían siendo los mismos, aquellos ojos color miel tan brillantes.
– Has cambiado bichito – Afirmo –, Pero sigues siendo la misma Emma que alguna vez conocí. – Sonrió y volví a mirar aquel brillo que recordaba vagamente.
Puede que los años hayan pasado y que el haya cambiado físicamente, pero se que el sigue siendo el mismo chico que suelo recordar. A mi memoria llegan muchos momentos, muchos recuerdos; tantas risas, tantas tonterías que solíamos hacer, los regaños que solíamos recibir, lo juntos que solíamos estar unos de los otros.
– Tom, mi querido Tomás – Sonreí nostálgica –. Los años te asientan de lo máximo.– Afirme golpeando su hombro mientras le sonreía. Íbamos de regreso a casa de mi padre, se ofreció en acompañarme, mi abuela por otro lado se quedo hablando y tonteando un rato mas con Angie y Henry.
– ¿Como esta Collins ?– Pregunto este sonriendo mientras se sobaba, mi sonrisa fue borrada de inmediato, y el recuerdo de Andrew y todo lo que hizo volvió también a mi memoria –. ¿Problemas?– Pregunto el pelinegro mirándome no tan confundido, a lo que yo negué rápidamente.
No quería estresar a Tom con mis problemas, tenemos años sin vernos, no quiero tensar el momento. Siempre considere a Tomás como un hermano mayor, el es al menos 2 años mayor que Andrew y yo.
– No pareces muy segura – Afirmo mirándome con los ojos entre cerrados –, Diría que estas un poco confundida– Y de repente se detuvo y me tomo de la muñeca haciendo que me volteara–. ¿Me dirás que pasa?– Pregunto mirándome, el sonreía tímidamente, por mi parte solo baje la cabeza–, ¿Que ya no le tienes confianza a tu querido Tomás?– Trato de imitarme, haciendo que riera por lo bajo, luego empezó a caminar de nuevo.
– Yo simplemente estoy...– Recordé las palabras de Emily; estas muy confundida y equivocada. ¿Confundida?¿Equivocada? No lo se, no se como describir lo que siento –, Cansada. – Culmine rápidamente, ¿que tiene que ver? Ni yo lo se. Tom por su parte solo frunció el ceño.
– Rodeo los ojos – Esta bien – Suspiro pesadamente – Yo, ya lo se. – Rodeo los ojos de nuevo y hizo un intento de sonrisa. Poff mi cabeza exploto ¿Como es que lo sabe? ¿ Acaso puede leer mi pensamientos? Pensamientos tontos pero así son.
Tal vez, Andrew le contó cariño.
Mi dulce voz interior tiene un punto, pero ¿como fue que le dijo?
¿WhatsApp?¿Messenger?, corazón hay muchas formas por las cuales comunicarse y...
Esta bien lo entendí, lo entendí, ¿pero ellos mantienen contacto?
No debería sorprenderte linda.
Después de una breve charla conmigo misma, decidí no reiterar y simplemente tomarlo con calma. Me he reventado la cabeza toda la estúpida semana. debo tomarlo con calma, calma.
Calma, mi vida, con calma
Que nada hace falta si estamos juntitos andando...
Y mi subconsciente hizo que recordara aquella pegadiza canción, rodee los ojos mentalmente y seguí con mi objetivo tomarlo con calma.
– Debí saberlo – El doblo un poco la cabeza hacia un lado mientras me miraba con los ojos entrecerrados manteniendo una sonrisa de medio lado – ¿Emily te lo dijo cierto? – Se que no fue ella, pero igual quiero ver con que sale, igual se que Tomás nunca a sido un mentiroso o al menos eso pienso.
–Negó repetidas veces – No se para que lo niego – Rodeo los ojos –, Si igual se que sabes, que Collins me lo contó – Y una pequeña sonrisa traviesa se formo en su rostro – . No sabes disimular Bichito–Afirmo mientras asentía –, Es hora de que lo sepas mi querida Emma. – Trato de imitarme de nuevo haciendo que suspirara mientras lo veía negando con la cabeza con una pequeña sonrisa en el rostro. No lo sabia pero en verdad extraña a este único y particular tonto.
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Editado: 22.03.2020