Si me quisieras...

✔️Celos✔️(27)

 

Sí me quisieras...

Capítulo 28 

Las horas transcurrían, y aún no había señales ni respuestas por parte de los médicos hacía su madre. La chica puso la mirada fija en el reloj, quien giraba sin detenimiento, marcando con sus puntitas afiladas la hora en conjunto con los minutos.

Sus ojos se encontraban agotados al igual que su cuerpo, sin embargo, trató de hacerse la fuerte para no flaquear y así no quedarse rendida en aquella silla incomoda.

Echó un vistazo y se percató que Hanna estaba perdida y pensativa, con una pierna cruzada y una mano apoyada de su cabeza. Sintió pena por ella, no se merecía estar ahí sumida en aquel aburrimiento que se le llama "esperar", en realidad, Hanna era muy buena amiga, no cualquiera se queda en los momentos difíciles.

Al otro extremo, Azael miraba el celular, en silencio, serio y frío. Algo que Olivia nunca entendería de él, era esa personalidad tan distante y bipolar en la cual se emergía de vez en vez.

Aquel chico del café germinaba un aura sombría, la cual, Olivia no podía descifrar, por más que lo observara. Todo él era un misterio.

Como espumas fugaces, sus pensamientos comenzaron a acosarla, como un animal feroz. Preguntas iban y venían, algunas con respuestas y otras que solo la confundían más.

¿De verdad estaba enamorada de aquel hombre distante, altivo y frío?, eran tan opuestos, y a veces, incongruentes en sus personalidades, en ese momento se comparó con el agua y el aceite y como ambas propiedades no podían unirse por más que se quisiesen, sin embargo, no podia negar que le gustaba y mucho.

—―¿Están todos bien? ——preguntó sin titubeó una voz masculina que se efectuaba frente al trío de jóvenes que se encontraban tan distraídos, sumidos y embriagados en sus propios pensamientos.

——¡Acaso es una broma! —―exclamó Hanna, al mirar al chico guiñándole el ojo.

――¡Hola! ―—saludó la pelinegra, levantándose del asiento, y extendiéndole la mano como lo haría con cualquier persona.

——¡Benjamín! ——se levantó el chico, dándole una palmada en el hombro.

——¿Estas bien pastelito? ——se refirió a Hanna, con dramatismo, mientras que la rubia le torcía los ojos de un lado a otro.

——Estamos bien, solo que, mi madre se enfermo y esta grave——explicó la chica, en un tono melancólico.

——Entiendo, sabes que puedes contar conmigo cuando necesites, las amigas de Axel son mis amigas. Sobre todo, tú pastelito——señaló, fijándose en Hanna con un guiño de ojo.

——¡Vete a la mierda! ——puntualizó la rubia, en un tono grotesco.

——Eso sonó insensible lindura, pero me encanta las chicas rudas——susurró cantarinamente.

——Gracias Benjamín——repuso Olivia, pelando los ojos de u lado a otro, ahogando una carcajada por los halagos de aquel pelirrojo.

——¿Qué haces aquí? ——sondeó Azael, inquieto por la presencia del chico.

——Vengo a realizarme algunos exámenes. Ya sabes, he estado fatigado, con algunos dolores y otras cositas——respondió, sin dejar de mirar a la rubia.

——Y, ¿Cómo esta Axel? ——consultó Olivia, con un toque de interés, la cual, Azael percibió claramente.

——Preparándose, ya sabes, para su viaje.

——¿Viaje? ——interrogó la ojos azules.

——Sí, no se los dijo. Nos ofrecieron grabar un disco en Suiza, con los mejores productores; Axel será el cantante principal y nosotros le acompañaremos en los instrumentos.

——Eso es genial, me alegro por ambos. ——felicitó Olivia emotiva.

——Ya veo, de eso hablaban con mi madre——señaló la rubia, haciendo un mohín su boca.

——Sí, y, por cierto, ¿tienes novio? ——inquirió, con un toque sarcástico.

——¡Vete al infierno! ——refunfuñó, caminando hacía la salida del hospital.

——¡Lo siento!, como tu madre dijo que te fuiste de casa con tu novio, quizás a través del tiempo se hayan separado, así sabre si tengo que competir con alguien más——gritó, de manera que ella haya podido oír.

Hanna se detuvo, sintió como si un latigazo le golpeara la espalda, <<Un novio>>, que excusa tan barata había elegido su madre para explicarle a todos su falta de compañía, y afecto. Por mucho tiempo pensó que, nada de lo que hiciera o dijeran sus progenitores le haría daño, no obstante, se equivocó, le dolía como el infierno mismo la indiferencia de aquella mujer que algún día la dio a luz. Aquella herida estaba tan abierta como si fuese ocurrido en un ayer.

Se volteó, y con toda la ira y seriedad acumulada, miró al pelirrojo, esta vez fría y sin ninguna expresión, ——¿Mamá dijo eso?

El chico entendió que se había metido en un mar profundo de una relación fracturada. Comprendió que, había metido la pata y hasta el fondo. Observó a la rubia alejarse, y no pudo evitar sentirse mal por el comentario.

<<Mierda, la he cagado>>, pensó muy dentro de sí, llevándose una mano a su cabello recién cortado.

——¡Lo siento Benjamín, el tema de su madre es muy complicado para ella! ——se disculpó la pelinegra, entrelazando sus dedos

——Me disculpo yo Olivia, no debí decir eso, me pasa por meter mis narices donde no e han llamado. Me despido——contestó apenado, para luego, desaparecer en un largo pasillo.

Azael se incorporó en su lugar antiguó mostrando sus facciones que se tornaron turbadas.

——¿Estas bien? ——inquirió la muchacha.

——Me parece que, tienes cierto interés en Axel——rezongó, con aquellos ojos fríos que parecían dos témpanos de hielos.

——¿Qué?, ¿de qué hablas? —— la había tomado por sorpresa esas palabras que resonaron tan duras, se sintió morir ante aquel comentario inoportuno.

——No te hagas la tonta y la desentendida. ¿Te gusta Axel, si o no?——su tono comenzó a ser más brusco, y posesivo, no pudo evitar tenerle miedo a aquella persona que se encontraba frente a ella. Su chico del café no era para nada empático, más bien, se tornaba posesivo y celoso.

——Azael...——vaciló la chica, asombrada por aquella exigencia.

——¿Te gusta Axel?.




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