Luego de terminar la cena todos se dirigen hacia la sala de estar mientras que yo me quedo ayudando a recoger la mesa y a limpiar, Aurora va a la bodega por un vino que mamá le acaba de pedir dejándome sola. Cuando escucho que entrar a la cocina.
—Ya termine nana ¿Quieres que te ayude con el vi... no?— termino de decir al darme la vuelta y ver que no era Aurora sino, Alex.
—No soy aurora.— dice con una sonrisa en sus lindos labios.
—Si ya me di cuenta.— le devuelvo la sonrisa.— ¿Qué tal Colombia?
—Fascinante.— dice mientras se apoya sobre la isla cruzando los brazos.
—Suena bien.—respondo.
—Ven acá pequeña loca— dice mientras me estiende la mano para que la tome y eso hice.— Te extrañe un montón.
—Te fuiste sin decirme nada, pensé que me odiabas y como nunca llamaste.
—Lo sé y lo siento.
—Promete no volver a irte sin antes avisar.— le digo mientras hago pucheros.
—Lo prometo pequeña.— dice y me vuelve a abrazar.
Alex, Eli y yo siempre hemos sido amigos inseparables, siempre íbamos a todos lados juntos y compartíamos todo pero luego Alex tuvo que irse y lo odie, desapareció sin decir más.
—Oye!! Y no soy una pequeña, ya creci— le digo poniendo mis manos en mis caderas fingiendo estar molesta.
—Si ya me he fijado que creciste un montón.— dice mirándome de arriba a abajo.
—Que bien que lo tengas claro.— digo y él sonríe.
En eso entra Aurora y los dos nos quedamos en silencio.
—Cariño me destapas esto por favor.— le pide a Álex y este asiente con una sonrisa juguetona.— Lia cariño, me pasas las copas por favor.
—Claro nana.
—Vamos a brindar por la llegada de nuestro niño mayor y por estas familias maravillosas.— los dos asentimos y la seguimos hasta la sala de estar
Ella les entrega una copa a cada uno y las llena. Bebimos y al rato de tanta charla y risa tío Luis se levanta avisando que ya tenía que irse porque su vuelo salía a las 9 y eran las 7:30.
—Bueno creo que llegó la hora de retirarme señoras y señoritas.— dice tío Luis mientras se levanta del sofá donde estábamos sentados.
—Si claro debes salir pero ya o perderás el vuelo.— dice tía Lina mirando su reloj.
—Ya llamo a el chófer para que te lleve luis.— dice mamá y llama a Eliza para que llame al chofer.
Cuando llega el chófer todos salimos a despedir al tío Luis y a la tía Lina quién ya debía irse al igual que Elizabeth, nos despedimos por última vez y nos quedamos viendo cómo se alejaban los carros. Entramos a la casa me despedí de mamá y busque con la mirada a Álex pero no estaba.
—Esta en su habitación cariño.— dice mamá.
—Se quedará acá?
—Si, le ofreci quedarse para que se hicieran compañia, pensé que te gustaría estar con él. —responde mamá.
—La verdad si mamá, así tendré con quien charlar en la casa, gracias ma, te amo. —le doy un fuerte abrazo.
—¿Ya sabe cuál es su habitación?— pregunté.
—Si, le pedí el favor a Eliza que lo guiara.
—Esta bien mamá, iré a descansar mañana saldré con Elizabeth.
—Esta bien mi pequeña, que descanses.— dice dándome un beso en la frente.
—Tu igual madre.— le respondo dándole una sonrisa.
Subo y entro a mi habitación me quito la ropa y me coloco la toalla para entrar a la ducha, ya en ella me relajo con muy buena música de two feet y ahora está sonando LOVE IS A BITCH. Luego de unos minutos salgo me pongo la pijama y me acuesto a dormir.
....
—Cariño.. cariño.. ¿Cariño?.. ¡¿CARIÑO?!.— grita mamá cogiéndome de los hombros.
—¿Qué paso?!.— digo saltando de la cama mirando para todos lados.
—Dios Lianis Cooper! Me vas a matar de un susto hija!— dice tocándose el pecho y soltando el aire que tenía retenido.
—Mamá solo estaba dormida, sabes que tengo el sueño pesado. La que me va a matar de un susto eres tú levantándome así.
—Lo sé pero a veces te pasas pero bueno ve a ducharte y bajas a desayunar con nosotros.— dice picandome el ojo.
—Está bien señora mamá.
Mamá me da un beso en la frente y sale de mi habitación cerrando la puerta.
—Dios me quiere matar o que?- digo para mí.
Me levanto y me doy un buen baño frío. Rebusco en mi armario y optó por ponerme unos jeans tiro alto rasgado de color negro, un top de mangas cortas, me coloco mis converses blanco, dejó el cabello suelto y solo me echo polvo y un brillo. Ya lista bajo a desayunar.
—Buenos días Aurora.
—Buenos días mi niña, que guapa estás hoy.— dice dándome una vuelta.
—Si, saldré con Eli.—digo dándole un beso.— Y mamá?
—En el patio, esperándola.
—Las ayudo.— digo cogiendo una de las bandejas que estaban en la isla.
—Llego el desayuno!!!
—Buenos días tía Vero, Buenos días Lia.
Escucho a Álex detras de mí y casi se me cae la bandeja del susto que me dio.
—Lo siento.—dice Alex intentando agarrame.
—No te preocupes, por suerte tengo buenos reflejos.
Luego de este pequeño incidente nos sentamos a desayunar.
—¿Cómo dormiste Alex?— dice mamá leyendo su periódico.
—Bien tía Vero ¿Y usted, descanso bien?
—Si mijo. Lía ¿Que harás ahora?— pregunta mamá mientras deja su periódico para tomar su café.
—Saldre con Eli a comprar unas cosas y luego iremos a tomar una malteada.— digo terminando mi ensalada de frutas.
—¿Por qué no te llevas a Álex y le das un recorrido para que no se quede acá encerrado?— dice cortando un pedazo de su waffle.
—Si, está bien!— le respondo a mamá con una sonrisa con la boca cerrada.— Entonces nos vemos más tarde, que tengas un excelente día madre.
Me despido de mamá y observo a Álex terminando su jugo para también despedirse de mamá y salir detrás de mi.
—Oye espera!
—¿Qué? ¿No puedes caminar rápido?— digo sonriendo.
—Si puedo pero ¿Cuál es el afán de salir casi corriendo?— dice mientras me agarra del brazo para girarme hasta quedar frente a él.