"NADA NUNCA ESTÁ BIEN, Y NUNCA VOLVERA A ESTAR BIEN, ALGO EN MI SE ROMPIO, Y NADA PODRA ARREGLARLO"
Pasábamos por muchas y aún no llegábamos a la de nuestra abuela, miraba atentamente todas las casas, algunas estaban todas cerradas, en otras niños jugando, en otras solo algunos señores sentados tomando cualquier cosa, y en otras solo se encontraba la puerta principal abierta, pero algo que tenían en común todas, era que todas las casas eran hermosas, algunas incluso más que otras, suspire pesado cuando vi a una familia jugando futbol, se notaba que todos los estaban pasando bien y felices.
Pasó todo un día desde que salimos de la ciudad y aún no llegábamos, ya me estaba aburriendo, me di la vuelta agarrando mi mochila y sacando de esta mi celular y auricular, me los coloqué y se empezó a escuchar la canción fabed- Alan Walker. Miré de nuevo a la ventana y coloqué el volumen al 100% para no ser molestada; con medida pasaba el tiempo, cambiaba la canción y yo empezaba a sentirme cansada, cerré los ojos de apoco y sentí como el sueño se apoderaba de mí.
(…)
-Jemisha!... Jemisha!... –Escuchaba como me llamaban, me levanté de repente y me estiré parpadeando repetidas veces acostumbrándome a la luz y bostezando. – Jemisha!, ¡ya llegamos! – Escuche como mi hermano me llamaba gire mi cabeza asía un costado, esa no era la casa de mi abuela, pensé, gire asía el otro lado y ahí se encontraba mi abuelo y mi abuela parados frente a la puerta de su casa, poco a poco se iban acercando.
Baje rápido del aquel auto y fui corriendo a abrazar a mis abuelos los cuales me recibieron de igual manera, estaba tan ocupada abrazándolos que no note que Kevin también se había unido a nuestro abrazo, me separe un poco de ellos los bese a cada uno en sus mejillas y luego les sonreí.
-Los extrañe… - volviendo a abrasarlos.
-Nosotros también mi niña. – Habló mi abuela.
-Así es mi niña. – Dijo mi abuelo despeinando mi cabello y les sonreí, de verdad extrañaba sentirme así, ser amada por alguien, me di la vuelta, cuando vi a mi hermano se me fue la sonrisa.
-Iré a bajar mis cosas. – les hablé a mis abuelos sin mirarlos.
-Claro… - Escuche la voz de mi abuelo, asentí con la cabeza y me dirigí de nuevo al auto, el señor me ayudo a bajar mis maletas, me acerque de nuevo a mis abuelos, quienes estaban hablando con Kevin, luego de eso mi abuela me dirigió a cuál sería mi nueva habitación.
Entre a la habitación, y observe con detenimiento el lugar, al lado de la puerta había un escritorio con una lámpara y una silla de madera, un poco más lejos del escritorio estaba la cama y al lado la ventana, al otro lado de la habitación estaba el baño, y a un costado un ropero con dos puertas y cuatro cajones, dos de cada lado, todo el lugar estaba con una capa leve de polvo pero encima de todo eso, la habitación estaba bonita, la luz leve del atardecer entraba por la ventana y alumbraba la habitación, dejándola hermosa.
-Arreglaré un poco la habitación y luego bajare con ustedes, abuela – Hablé con una sonrisa delicada.
-Bien… Dentro de un rato estará la cena asique no te tardes. – Dijo dándose la vuelta para irse.
-Está bien… - Digo casi en un susurro.
Dejo mis maletas afuera de la habitación y voy hacía la cama, levanto las sabanas que estaban encima de está, los sacudí y los coloqué en una esquina del piso, luego fui y sacudí también el colchón, me acerque a mi maleta y de está saque sabanas nuevas y limpias que compre mientras veníamos para acá, las coloqué bien extendida sobre el colchón y dejé mi almohada encima de esta, fui al escritorio que no tenía nada a excepción de la lámpara, la sacudí con un trapo y limpie los cajones que tenía y luego puse de nuevo la lámpara, ya limpia, de nuevo en su lugar en el escritorio, entre al baño que estaba en muy buenas condiciones, busque un plumero y limpie las paredes y lugares del techo que lograba alcanzar por subirme sobre alguna silla; luego de eso limpie el ropero, luego la ventana y el piso y terminé todo, acomodando mi ropa y el resto de mis cosas, mientras empezaba a caer la noche y se dejaba ver la luna y las estrellas, fui y prendí las luces para terminar todo rápido.
Después de haber acomodado todo me fui a bañar, salí al cabo de 10 minutos, me vestí y bajé junto a mis abuelos, los vi en la cocina acomodando la mesa, llegue junto a ellos y acomode toda lo que faltaba, al rato llego mi hermano y mi abuela nos sirvió la cena, cenamos entre anécdotas pequeñas que nos contaba nuestro abuelo, la verdad esta es la primera comida que la pasó bien, después de haber cenado todo nos quedamos un rato más sentados en la mesa hablando entre nosotros.
-Hija, ¿Cómo vas con tus estudios? – Pregunto mi abuela mirándome.
-Van bien hasta el momento… ¿Seguiré estudiando aquí? – Pregunte mirando a mis abuelos.
-Claro que sí mi niña, es muy importante estudiar, incluso le pedí a tu madre tu currículo para te pueda hacer ingresar en el colegio de aquí. – Dijo firme, de verdad que amo a mi abuela.
-Muchas gracias abuela. –
-Y tu hermano también irá contigo, solo que un curso menor que el tuyo. – Dijo apuntando a Kevin y yo lo miré sorprendida. – Sí, el me pidió que también lo haga entrar al colegio contigo, por qué dice que quiere acompañarte para que no te pase nada malo… se nota que de verdad se apoyan… - Dijo mi abuela sonriente, ella no sabe por lo que estoy pasando, no la culpo por eso, miré a Kevin y este bajo la cabeza. –De hecho, mañana mismo irán asique vayan a descansar, tienen que estar a las ocho en el colegio, por el uniforme no se preocupen, no lo usan. – Asentí.
-Está bien… entonces… iré a dormir… - Me levante de mi lugar. – Buenas noches. – dije saliendo de la cocina, escuché como los tres también se despedían de mí. De verdad me sentía bien al lado de mis abuelos.