Si te recuerdo

Capítulo 4

No sé si me vuelve una apática y antisocial el hecho de terminar de ver una temporada de una serie en Netflix en sábado por la tarde pero mis papás habían salido y ya he terminado de ayudar en la casa desde las cuatro de la tarde.

Aunque no lo parezca puedo entretenerme estando encerrada en un cuarto. Mi librero ocupa ya un espacio considerable y la colecciones siempre me ofrecen un escape. Me encanta como lo he acomodado todo en este ya que los libros están por colores. Se nota muy armónico y aunque no soy la persona más ordenada con mis cosas los libros tienen que estar siempre bien.

¿Que elegiré para leer hoy? Dante quiere que lo lea de nuevo pero quisiera ir por algo de misterio esta vez, quizá Agatha Christie me acompañe esta tarde, he tenido demasiadas ganas de releer "Diez Negritos" o tal vez revisar la Iliada, un libro que no leo desde... Vaya es curioso, este libro lo estaba leyendo justamente antes de que me hablaras por segunda vez sin tener la presión de las clases.

—Hola Christine.

Me retiro mis audífonos y cierro el libro para ver a la persona que me hablaba.

—Ah hola Jaimie.

—¿Puedo sentarme? —Señalaste una de las sillas de la biblioteca que estában en mi mesa.

—Claro.

—¡Al fin un lugar tranquilo! Las elecciones del presidente de la clase me tienen últimamente bastante estresada.

—Bienvenida a mi mundo. Si yo fuera ellos lo primero que propondría sería no más elecciones.

—¿Y entonces cómo votarían por ti?

—Quitaría las clases de matemáticas y los deberes de vacaciones.

—Voto por ti.

Sonrío.

—¿De nuevo leyendo? —formulaste

—Es para clase de literatura. La Ilíada. —Mostré la portada— Me agrada pero ya fue suficiente por hoy —admití—. Sería un poco nerd que me quedara leyendo en la biblioteca después de clases.

—Si, algo. Mejor olvidarse de los libros por un rato, de hecho ahorita planeaba ir a tu café.

—Estaría genial que fuera mío pero solo trabajo ahí.

—Bueno tú sabes lo que quería decir. ¿Me acompañas? Ser la nueva aquí es como un suicidio social y la verdad es que eres la única con la que puedo hablar de algo que no sea escuela y que sí sea interesante.

—Claro que voy Jaimie solo que te advierto que no tendrás a una linda mesera como yo que te atienda en "mi café" —bromeé mientras terminaba de guardar el libro en mi mochila.

—Pero podré platicar con ella ¿No?

Me encantó ver como reías con lo que decía. Nunca me ha gustado ser la que cuenta los chistes, siempre has sido la especialista en ello pero no importaba hacer un esfuerzo de vez en cuando para verte reír de esa manera tan graciosa. Tus ataques de risa son demasiado contagiosos.

Ese día también estuvimos varias horas platicando, no necesitábamos buscar un tema ya que iban surgiendo por si solos y nos dimos cuenta de que sin querer ya habíamos formado un lazo. En cuanto al café puedo decir que se convirtió en nuestro punto de reunión después de los días de escuela. Cuando entraba a trabajar esperabas pacientemente mientras terminaba. Así era nuestra "rutina". Solo éramos nosotras.

Lo mejor será ponerme a leer, de todas formas me he propuesto no estar pensando todo el tiempo en ti aunque resulte complicado. Tengo que tranquilizarme al saber que vas mejor y dedicar un tiempo a mi persona, eso me habrías dicho seguramente.

(...)

La noche ha pasado rápido y quisiera decir que la escuela también pero la verdad es que estuvo aburrida por eso me siento mejor cuando estoy en camino a mi turno para ser la chica que sirve café.

Como es de esperarse sigues asistiendo de acuerdo a la antigua costumbre. Llegamos a hablar y aunque no te puedo acompañar como quiero podría decir que lo que parecería un microscópico avance para mí ya representa algo.

Trato de balancear bien mi trabajo con la escuela pero estas semanas he dormido poco debido a todos los proyectos y exámenes del primer periodo. Es gracioso porque los exámenes nunca han sido la preocupación, si por mi fuera ese sería el cien por ciento de mi evaluación pero por otra parte me gustaba entregar trabajos de los que me sintiera orgullosa así que eso es lo que me lleva tiempo. Mamá ya se acostumbró a no verme estudiar y debo decir que se me facilita mucho memorizar, tal vez por eso mi libreta está casi nueva. Solo se necesita atención a lo que es importante y ponerlo en práctica. Un par de semanas y vuelvo a ser libre para dedicarme a fotografía como quiero, tengo libros que pueden ayudar y muchos lugares que capturar.




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