Si te vuelvo a encontrar...

Capítulo 13

Narra Jeilana Ríos 

 

Juro no volver a emborracharme

 

Eran las 7:15 y mi madre me despertó mientras tenía un horrible dolor de cabeza para que me bañara, desperté a regañadientes y mientras estaba en la ducha trataba de recordar lo que había pasado ayer... no recuerdo más hasta yo y Jhon pedimos un pollo y 2 cervezas, eso es todo lo que me llega a la mente, ¡odio no poder recordar nada!, después me salí de bañar y me cambié casual, bajé y me encontré con mi madre preparando el desayuno 

 

— Buenos días hija — 

 

— Mi cabeza está explotando y tengo mucha hambre y mucho sueño — le dije mientras me sentaba de la mesa 

 

— Jeilana, ¡sabes que eres pésima bebiendo! — y se empezó a alborotar 

 

— Lo sé, lo siento mamá, no tuve consciencia perdón — y me puso un plato de espagueti en frente para desayunar 

 

— Debes aprender a comportarte como una adulta Jeilana, ya eres mayor de edad y no siempre voy a poner esta contigo para poder recibirte en la puerta cuando te emborraches, fue un milagro que ese chico te tragiera. Pudo haberte pasado algo muy malo — 

 

— Siento mucho haberte preocupado mamá, seré más consciente de mis acciones. Te lo prometo — y empecé a comer 

 

— Bien, me alegra escuchar eso, ya es hora de irme hija. No llegues tarde a trabajar y que tengas un lindo día, te quiero mucho – me dice mientras tomaba su bolso y salía de la casa  

 

Bien, de nuevo ese silencio, ¡me duele horrible la cabeza! En realidad hoy no me molesta tanto el día de hoy. Terminé de desayunar y subí la lavarme los dientes, me maquillé y me peiné lo mismo de siempre, miré mi teléfono y eran las 8:35 aún tengo algo de tiempo para ir, no importa, no tengo nada que hacer aquí así que me iré ya. Siento que mi cuerpo no es capaz de seguir el día como debe, mi cabeza literalmente esta explotando, mis piernas están muy cansadas al igual que mis brazos, siento que mis párpados se cerrarán en cualquier momento y lo que más odio es que no puedo recordar nada de lo que paso ayer. ¡¿Y si hice una estupidez?! De solo imaginarmelo me aterra, no, no voy a pensar en eso y más tarde le preguntaré a Jhon 

 

Al salir estaba atrapada en mis pensamientos cuando de repente levanté la mirada y en frente de mi estaba Taylor 

 

– ¡Diablos! — me asustó mucho, sentí que mi corazón se me hiba a salir — ¡Me asustaste! — y cerré la puerta 

 

— Lo siento, ¿a dónde vas tan temprano? — vi que tenía una pequeña bolsa de plástico en sus manos 

 

– Voy a trabajar, ¿y tú que haces aquí? — se sorprendió cuando le respondí 

 

— ¡¿A trabajar?! ¿En dónde trabajas? — 

 

— En una cafetería de por aquí cerca, se me hace tarde, tengo que irme — pase por un lado pero tomó mi mano

 

— Vine por que me enteré que ayer te embriagaste, supongo que debes estar sintiéndote mal así que te traje unas medicinas para la resaca – me soltó y me extendió la bolsa — También te traje una botella de agua no te preocupes — y sonrió. Me sorprendió esa acción por parte de él

 

— Bueno, gracias – le sonreí y tomé la bolsa 

 

— ¿A que hora entras? No tengo nada que hacer, si quieres puedo acompañarte — sonaba ansioso y nervioso

 

— Entro a las nueve pero no te preocupes, no creo que sea necesario que me acompañes — le dije amable 

 

— Dejame hacerlo, quiero hacerlo, ¿por favor? —

 

— Bien, vamos es tarde — y empezamos a caminar, tomé mi teléfono y miré la hora, 8:45 y lo volví a meter en mi bolsillo, abrí la bolsa y me tomé una pastilla que había ahí, y como dijo, también me trajo una botella de agua.

 

Taylo, no sé que es lo que pienso de él ahora, hace muy poco tiempo verdaderamente lo odiaba pero ahora... no lo sé, sigo pensando que si me hubieran dicho que estaría así con él en ese momento me habría reído pensando en que eso sería imposible, que sería imposible verlo a la cara de nuevo, pero... descubrí que soy un poco más fuerte de lo que era antes sin embargo, como todas las persona, de repente me llega un instante de debilidad en el que solo quiero estar en mi cuarto y deprimirme

 

Taylor Garcia, siempre fue muy popular en todo el lugar que pisaba, un dios entre las chicas y un dios en los deportes, es el chico de los ojos cafeses y mirada matasora que hacen enloquecer a cualquier chica, cuerpo fornido y obviamente de atleta, su pelo despeinado la hacen ver muy atractivo, su piel blanca y labios sumamente suaves y carnosos. Siempre fue una estrella en todo lo que se proponía, inteligente aunque a veces algo perezoso, valiente, fuerte y popular. Supongo que tenía razón en ese entonces, ¿cómo alguien tan popular, guapo, inteligente y valiente podría fijarse en una chica tal simple como yo?. Talor García es el chico del que estuve enamorada por más de 5 años atrás, el chico que me rechazó y el chico que ahora mismo está en frente de mi acompañándome el trabajo como amigos de toda la vida... ¿En verdad es el mismo? 

 

— ¿Cómo te enteraste que me ambriague? — le pregunte mientras doblamos la esquina 

 

— ¿Tu como crees? — me pregunta divertido 

 

— Jhon — la contesté y me reí un poco 

 

— Me lo encontré mientras hiba de camino a si casa una vez que te dejo en la tuya — después de eso puso cara seria — ¿Que estuvieron haciendo que llegaron a altas horas de la noche? — tenía miedo de responderle que en realidad no recordaba casi nada así que decidí evitar su mirada a toda costa. ¿Por qué su mirada? Por qué siento que cuando veo sus ojos, no puedo mentir y le digo toda la verdad. Siempre han sido mi debilidad — ¿Jeilana? — me pregunta mientras yo tenía mi mirada al otro lado de la calle 

 

— ¿Ehm...? — me hice la tonta y traté de ignorarlo 

 

— Jeilana, mírame — respiró hondo y me dijo — Tienes las manos en tu cabello... — ¡diablos! ¡¿por qué soy tan estupida?!



#36811 en Novela romántica
#23793 en Otros
#3532 en Humor

En el texto hay: novela juvenil, reencuentro, odio y dolor

Editado: 30.04.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.