¿siempre?

Capitulo 6

Capitulo 6.

 

Me arregle para salir, mientras hablaba con Jordán, me sentía mal en cierto modo, ósea era como si estuviera traicionando a Jordán, pero al mismo tiempo, necesitaba ver a Amir Garnet y sacármelo de la cabeza, ya era hora de que acabara con esta estúpida obsesión que sentíamos el uno por el otro.

Luego de comprobar que estaba bien, salí de mi cuarto, baje las escaleras y Noah me vio con una ceja alzada, a su lado estaba becca la cual tenía la cabeza agachada y que al alzarla me sonrió, de seguro Noah montaría un escenita como si tuviera 3 años.

- ¿A dónde crees que vas?

- Necesito salir- le dije a mi hermano y el simplemente negó.

- No puedes simplemente salir, se supone que estas aquí por la familia.

- Y no lo olvido, pero necesito salir a aclarar algunas cosas, luego vendré y seguiremos con el rollo de la familia feliz, no puedes prohibirme simplemente salir.

- Tienes 17- me rio cuando dice eso y bajo un escalón mas.

- Y estoy emancipada desde los 15.

- Que te vaya bien tay- me grita becca cuando salgo de la casa y sonrió, ya quedara de su parte contentar de nuevo a mi hermano.

Camino hasta el lujoso auto que está aparcado afuera de la casa y el chofer me abre la puerta lo saludo y me siento en el cómodo asiento trasero, ¿qué me prepara esta noche amir Garnet?

Llegue a un bar súper ostentoso era del estilo de Amir, el evaporaba dinero, de seguro ya las cosas no eran como tiempo atrás cuando tomábamos, fumábamos y nos enrollábamos, el Amir de ahora estaba casado usaba traje y esperaba un hijo con una mujer que no amaba, si que las cosas habían cambiado para todos.

En la barra lo veo, esta tan guapo como siempre, tiene puesto un traje azul, y sus ojos no se despegan de los míos, no sé cómo se sintió la primera vez que nos vimos ya que yo acababa de nacer, pero si esta fuera la primera mirada que nos diésemos de seguro que sería eterna.

En los libros siempre describen este tipo de miradas como si una explosión pasara, como si el mundo se detuviera, como si solo nosotros existiéramos, yo sabía que el mundo continuaba su rumbo, que no éramos los únicos en este lugar, pero el magnetismo que sentíamos era indescriptible.

Me acerco y él me sonríe.

- Hola Taylor- me dice dándome un corto abrazo y un casto beso en la mejilla.

- Me he enterado lo de tu hijo, mama me lo ah contado hoy- él se pone serio y asiente, linda manera de comenzar una conversación.

- Si bueno, a mi me callo por sorpresa aun no lo entiendo del todo- asiento y él se acomoda en la silla y yo me siento en el taburete de al lado- yo me eh enterado de lo de tu madre, lo siento, si necesitan algo no duden en pedírmelo.

- Tranquilo- nos quedamos en silencio unos minutos hasta que el barman me ofrece algo y yo hago mi pedido, la noche estaba relajada se veía un sitio caro en donde los empresarios venían para pasárselo bien luego de un largo día de trabajo.

- ¿Y cómo te va en U.S.A? ¿Novio nuevo?- rodé los ojos y negué.

- No hay un chico, me gusta, me parece simpático, pero no creo que aun quiera que sea mi novio, no estoy segura de querer otro novio.

 

Luego de que me tome mi primer trago empecé a soltarme un poco, y a hablar con más seguridad, al segundo ya hasta me reía, y al tercero Amir se reía conmigo.

Salimos del bar a eso de las 3 de la mañana, ambos estábamos como una cuba, el me dirigió a su auto el cual estaba estacionado en una estacionamiento casi desierto, me abrió la puerta y me monte, el auto olía a nuevo y a dinero, el se monto del otro lado y me sonrió, y por primera vez (creo) en mi relación con Amir Garnet me lance sobre él  no lo deje analizar yo solo estampe nuestras bocas, lo bese con pasión una pasión que había guardado desde hace mucho tiempo, el no se negó si no que aumento la presión y en dos segundos ya estaba sentada a horcadas suyo.

Con Amir siempre todo había sido tremendamente pasional, y a pesar del tiempo lo seguía siendo, sus besos me llevaban mas allá que cualquier otro, cuando nos separamos sentía su erección fuertemente en mi zona baja, y el sonrió, sabía que yo sentía lo mismo que el, dejo un reguero de besos en mi cuello que me hicieron suspirar y acercarme más a él.

- ¿Quieres ir a tu casa?

- Quizás esta sea la última noche que pasemos juntos, mejor llévame contigo.



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En el texto hay: celos, amor, decepción

Editado: 27.04.2021

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