Todo iba tan bien, podía sentirla temblar en mis brazos, nunca antes me sentí de tal manera, pero, ¿Qué es lo que esta niña me había hecho con este beso?, no podía parar, sus labios tenían un sabor que me hacía desear más pero de pronto, se aleja… ¿Qué hice mal? Era lo que me preguntaba.
__ No te preocupes… -podía notarla inquieta- discúlpame tu a mí.
__ No es eso, simplemente –negó y me miro a los ojos- espero que no me malinterpretes, no es que no me haya gustado, pero… Pues…
__ Tranquila, sé que mis besos son increíbles. –Bromee para cambiar el ambiente-
__ Óyeme, miren a este viejito tan modesto.
__ ¿A quién le dices viejo? –fruncí mi ceño y ambos sonreímos-
Nos quedamos observando un momento más, sus ojos eran hermosos, llamaban mucho la atención, pude detallarla nuevamente, era preciosa, a su estilo, pero preciosa… Es entonces cuando su teléfono comienza a sonar.
__ Discúlpame –ella atendió la llamada, supongo que eran sus compañeros, al culminar volvió a mí- Ian, ya debo irme.
__ Entiendo…
__ Gracias por todo lo de hace un momento –podía notar el rubor en sus mejillas-
__ Siempre a la orden –guiñe mi ojo-
__ ¡Santo Dios! –ella carcajeo y yo también lo hice-
__ ¿Me regalas otro abrazo? –pregunte-
__ Supongo que sí.
Fue entonces cuando me acerque y la abrace por sus hombros, por el contrario, ella me rodeo por la cintura, era pequeña y me sentía cómodo, pero de un momento a otro, me encontraba frotando su espalda y besando su cabeza, me aleje y deje un corto beso en sus labios.
__ Espero volverte a ver, Ashley…
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Editado: 02.10.2019