Siempre Cerca Nunca Juntos

Eres la mejor.

(Iker)

Estaba tomando una lata de bebida energizante mientras miraba mis nudillos. Unas horas atrás ambos habían quedado totalmente rotos y desechos, había necesitado ayuda de una fina capa de hilo para remendar mi carne, ahí donde había estado totalmente abierta.

El día había iniciado totalmente bien. Kay había vuelto a Havanna tras haber estado más de dos días suspendida por agredir a Lina, quien había insultado la memoria del hermano mayor de Kay, que por desgracia estaba muerto...
Cuando Kay había bajado del auto de su padre, viéndose tan perfecta como siempre, mi corazón se había acelerado innecesariamente por su presencia, incluso tuve que llegar a disimular la emoción que desembarcaba mis ojos al verle de nuevo.

Gordon me había dicho varias veces que tenía que empezar a tomar pastillas para la presión, pues ésta aumentaba cada que tenía al lado a Kay. También admitía que a pesar de que hubiera sido lunes todo iba bien para mí. Tras la fiesta del lago, Gordon y ella se habían llevado perfectamente, incluso había bromeado y Kay no se había mostrado tan tímida como de costumbre.

La clase de idiomas había dado inicio esa mañana, estaba concentrado en una charla sobre cuáles de todos los juegos de Gordon era más patético, cuando la puerta se abrió fuertemente y tras de ella había aparecido mi chica, junto a su mejor amiga, la cual era todo un caso.

Ambas se veían totalmente agitadas y sonrojadas, era seguro que habían estado corriendo. Kay entró al aula totalmente intimidada por las miradas de todos y se empinó tratando de hallar un lugar para sentarse. Sólo ver ese gesto me hizo sonreír burlonamente, de por si ella no era la chica más baja que hubiese visto, pero le faltaba mucho para ser alta como el resto.

Estaba por ponerme de pie y brindarle mi asiento, cuando su mejor amigo, Glenn, las llamó a ambas. Al parecer él había separado dos sillas para ellas, y si yo hubiera sabido que teníamos clases juntos hubiera hecho lo mismo.

Para mi satisfacción, Kay se sonrojó visiblemente cuando encontró que su silla estaba solo un paso más adelanté de la mía y la de Gordon. Por otra parte, Gaia intentó hacerse lo más lejos posible de Glenn, quien la miró con una nota de tristeza en los ojos.

No entendía muy bien la situación de aquello. La noche del viernes, Gaia había desaparecido del lago para ir a hablar con Gleen, pero al parecer las cosas no habían marchado bien porque ahora ella simplemente le ignoraba... Todo un dilema.

Kay trató de evitar mi mirada, y yo traté de no presionarla, sabía que aún se sentía cohibida por los demás, y para completar el combo, la risa estridente de Claudia fastidiaba todo. Era totalmente insoportable, ni siquiera quería pensar en ella.

-Este es el mejor - Había sentenciado Gordon, mostrándome un videojuego de burbujas que explotaban con solo tocarlas. Me reí entre dientes mientras mi mejor amigo fingía enfado por burlarme de sus juegos.

A lo lejos noté a Lina mirar a Kay grotescamente mientras ésta le sonreía a Glenn. Ambos estaban de perfil, así que podía ver sus caras totalmente.

-Oigan chicas -Habló Gustavo, el payaso del aula que nunca faltaba -¿Por qué vienen tan acaloradas? ¿Hacían algo en especial? - Las risas de las otras personas no tardaron en llegar, y él sonrió superiormente mientras Kay se sonrojaba y Gaia le regalaba una mirada fría.

-¿Se nota? -Había preguntado Gaia, y la sonrisa de la boca de Gustavo había desapareció. No estaba acostumbrado a que le respondieran -Es que tu papá nos tenía ocupadas en el baño.

En ese instante, Gordon había tomado su botella de agua y al escuchar las palabras de la amiga de Kay, había escupido todo el agua encima mío mientras se reía fuertemente. Lo fulminé con la mirada mientras secaba mi pantalón con mi mano.

El tiempo había pasado lentamente, aunque no aburrido. Gordon no paraba de decir barrabasadas que me hacían sonreír e incluso, carcajearme. Cuando había visto que Kay abrazaba a Gleen y éste le devolvía el abrazo afectuosamente, no había sentido ni una pizca de celos. De hecho, me había gustado saber que ella estaba haciendo todo lo posible por reparar a su amigo. Pero por otra parte, Gordon no había parado de decir cosas como "Yo que tú le pego" o "míralo ya quiere otra" "Es tu chica, ataca tigre"

Tenía que admitir que Gordon hacia todo lo posible por fastidiar a Kay, quien había comenzado a jugar un juego de guerra con John. Cuando Gordon había notado que ella era buena con el juego, comenzó a tirar de su cabello, sin importarle mis reproches. Varias veces ella se había girado y lo había amenazado, cosa que me había hecho reír. Ella era simplemente única y perfecta.

Después Kay me había besado, o yo a ella, no recordaba muy bien. El caso era que nada había importado, no cuando sus gruesos y suaves labios habían tocado los míos, y después habíamos devorado prácticamente los labios del otro. Siempre era un hambre totalmente insaciable.



#49556 en Novela romántica
#13055 en Joven Adulto

Editado: 10.06.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.