Siempre fuiste tu

Capítulo 22

 Regreso a mi lugar, desanimada luego de mi plática con Karina, quien también volvió a su sitio. Al llegar donde estaban los demás chicos, Kat me señalo con la cabeza un sitio para que yo mirara. 

Cuando alze la vista hacia el lugar que me indicaba, solo pude observar la silueta de una mujer con una cabellera negra, recargada en mi escritorio.

Ella hace gestos con la cara preguntando, supongo, por aquella mujer, pero yo solo alze las manos y los hombros, en señal de tampoco saber quién era. Puse una expresión más animada y me dirigí hacia mi escritorio. 

Al ocupar mi lugar pude ver completamente a la mujer, su cuerpo eran curvas que parecían perfectamente moldeadas, llevaba un vestido estilo blazer de cuadros y unas botas altas que le llegaban casi a la rodilla, su cabello que había observado desde lejos, era de color obscuro y lacio, que le llegaba un poco más abajo de los hombros, su piel era bronceada, sus labios estaban pintados de un color coral y sus ojos eran negros, siendo sinceros sus ojos fueron los que me provocaron escalofríos. Eso y sumado la forma en la que me miraba. 

-¡Al fin! Hasta que aparece alguien- habla de manera exagerada- Creí que me quedaría esperando aquí toda la mañana- se queja 

-Le ofrezco una disculpa, tuve que ir a…- 

-Tus asuntos no me interesan ¿Qué haces exactamente aquí?- me interrumpe de manera brusca 

-¿Disculpe?-Digo sin comprender

-¿Que cual es tu puesto, o tu trabajo aquí?- dice más como una exigencia que una pregunta 

-Soy la secretaria del presidente, disculpe pero, ¿en qué puedo ayudarla?- hablo de manera rápida para que no vuelva a interrumpirme 

-Así que tú eres la secretaria- dice en un tono de burla que siendo sincera, me molesto, pero solo sonreí y asentí- Quiero ver a Edson, así que llévame con el- reclama 

-Disculpe ¿Cuál es su nombre? ¿Tiene cita con el?- pregunto mientras busco en la agenda 

-Emily Mitchell, y no necesito una cita con Edson- sonríe de manera egocéntrica, 

-Queras decir que no tienes una cita con el- pensé y con qué Edson ¿Eh?

-EL SEÑOR BLAKE- digo pronunciadamente- aun no llega, así que no puedo llevarlo con él, además le repito que necesita una cita para verlo. 

-Y yo te repito que no necesito cita, él y yo somos amigos MUY cercanos- claramente me doy cuenta la forma en que remarco la palabra muy 

-Lo siento pero no puedo hacer nada, como le dije, él no ha llegado y si está segura de que la recibirá puede esperarlo- hablo tratando de sonar tranquila 

Ella me sonríe de mala gana, camino hacia su dirección y con la mano le indico el camino, pasa su vista sobre mí y luego camina con arrogancia al frente. Dimos unos cuantos pasos y paramos frente la puerta de la oficina de Edson, al parecer la listilla se había dado cuenta de que ese era el lugar de Edson y rápidamente trato de abrir pero esta vez yo fui más veloz y me interpuse en el medio 

-¿Qué estás haciendo? Quítate- exige hostilmente 

-Lo siento pero no puedo, el Señor Blake no me dio la autorización para dejarla entrar así que solamente los que estamos autorizados tenemos permiso para acceder- digo de manera dulce 

-Dijiste que lo esperara ¿No?- pregunta frunciendo el ceño 

-Si pero no dentro, no está autorizada y son las reglas- hablo sonriendo- ya sabe por seguridad- justifico, aunque marcarle su límite me lleno de alegría 

-¿Entonces donde planeas que lo haga?- dice arisca 

-Por aquí- digo señalando con mi mano los sillones que se encontraban al fondo, pero sin despegarme de la puerta hasta que ella avanzara 

Nuevamente se mueve delante de mí, moviendo las caderas de manera exagerada, diría yo. Al llegar a los sillones, se sienta y primero analiza el espacio, para después analizarme a mí de pies a cabeza, cuando termina de hacer me dirige una mirada de desagrado, aun así yo sigo sonriendo 

-¿Te vas a quedar ahí como tonta?- pregunta molesta- ¿Vas a seguir ahí sonriendo o me ofrecerás algo de beber?- cierto, ese si fue mi error 

-Lo lamento, ¿Gusta que le traiga algo de beber? ¿Café, té o un vaso de agua?- sugiero y ella suelta un quejido mientras  pone los ojos en blanco 

-Tráeme un café, pero rápido- dice torciendo la nariz y chasqueando los dedos 

Sonrío antes de dar la vuelta pero cuando he desaparecido de su radar, aprieto los puños y suelto un gruñido. ¿Quién se cree que es? Si, podrá ser bonita y todo pero es una grosera y una arrogante

-Él y yo somos amigos muy cercanos- digo imitando su voz, pues vaya amigas que se consigue 

¿Estoy molesta? Si, muy molesta, me habla como si fuera la reina de Inglaterra, además que habla de Edson como si realmente fueran cercanos. 

¿Estas celosa? No, no, no…Bueno quizás si 

¿Eso quiere decir que…?  

Golpeo mi cabeza tratando de callar esa vocecita interior y sigo preparando el café lo más rápido que pueda, no quiero encontrarme con la sorpresa de que al regresar, ya se haya colado a la oficina. 

Para mi buena suerte, al regresar, la mujer seguía donde la deje, estaba mirando unas revistas. Coloco el café sobre la mesita, cuando me enderezo ella ve el café con desagrado. 

-Vaya, pensé que tardarías una eternidad- reclama y después toma la taza, apenas tomo un sorbo y hace un gesto de asco, deja la taza en la mesa con brusquedad, haciendo que un poco del líquido se derrame- ¿Enserio es lo mejor que sabes hacer?- arqueo una ceja sin entender- Este café esta horrible, obviamente lo has sacado de la máquina, no sabes que, incluso creo que ese estaría mejor, además de que yo quería un mocca- dice con arrogancia 

-Me disculpo, el café que preparo generalmente es del agrado del señor Blake, además de que no me especifico que quería, la cafetería esta abajo, podía habérselo pedido, es más, si gusta esperar un momento, pediré uno y se lo traeré- digo amablemente 

-¿Piensas hacerme esperar más?-ríe con sarcasmo




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