Siempre fuiste tu

Capítulo 23

 Muevo mis manos nerviosas y trato de controlar mi respiración agitada. Edson me ha dicho que Elisa vendría hoy a la oficina y ahora aquí estamos, esperándola 

-Tranquila, ella estaba muy emocionada por verte-habla intentando relajarme 

Aunque ha intentado relajarme todo este rato, no han sido muchos los resultados. Intento alizar mi ropa con las manos y arreglo mi cabello, me siento desaliñada, aunque en la mañana cuando he salido de casa pensaba que estaba bastante bien 

-¿Me veo mal?-le pregunto a Edson sin dejar de arreglar mi cabello-Seguro que me veo mal-insisto 

-Para nada, hoy luces extremadamente bella-se inclina un poco y me toca la cabeza 

Al sentir su tacto mis hombros se relajaron pero mi respiración no tanto, el quita mi mano de mi cabello y con las suyas alisa mi frente y después coloca un mechón tras mi oreja 

-Ya está-informa 

-¿Y si ella me ve como una anticuada? Después de todo es la que sabe de moda aquí- digo tratando de evitar pensar en su actuar 

-Ya te dije que no, fueron mejores amigas, creme que te sigue queriendo- ríe

Nuestra conversación es interrumpida cuando llaman a la puerta. Cuando esta se abre, instintivamente me escondo tras Edson, como una niña pequeña. 

Por la puerta entra Sebastián, caminando de manera lenta. Un cuerpo se oculta tras de él, de la misma forma que yo. Poco a poco comienza a asomar su rostro y al final una pequeña chica se muestra por completo. Yo igual comienzo a salir de mi escondite, pero sin soltar del todo a Edson. 

Ella es tal cual como la recuerdo, un poco más alta que yo, sus piernas y brazos igual de delgados, y las facciones de su rostro siguen siendo pequeñas, los ojos de un café claro al igual que el de su hermano. Su cabello ahora está a la altura de sus hombros y está teñido de un castaño claro.

Ambas nos observamos sin decir una palabra, de hecho nadie en la habitación habla, trago saliva tratando de decir algo, pero ninguna palabra se forma en mis labios. Nos miramos a los ojos directamente y como si nos conectáramos, corrimos una hacia la otra para chocar en un fuerte abrazo.

-No sabes cuánto te extrañe- habla primero ella de manera melancólica

-Y yo a ti- trato de contener las lagrimas 

Nos mantenemos otro buen rato abrazadas sin decir una sola palabra pero comprendiendo perfectamente el significado de nuestro encuentro. Pronto noto que Yaneth también estaba ahí, cuando la miro ella me sonríe cálidamente y yo le devuelvo el gesto 

-Tenemos tantas cosas que contarnos, mira cuanto has cambiado- exclama Elisa separándose un poco de mi 

-Mira quien lo dice, nuestra famosa diseñadora-alago 

Ella niega moviendo las manos. Miro como todos nos observan sonriendo y me alegro de no haber soltado a llorar, aunque si me he puesto sensible. 

-Vayamos a algún buen lugar y charlemos todo el día-propone emocionada 

-No sabes cuánto me gustaría, pero es mi hora de trabajo- respondo desanimada 

-Por mí no habría inconveniente- interrumpe Edson 

-Lo agradezco mucho pero no, realmente no imaginas las ganas que tengo de platicar contigo, pero no quiero aprovecharme de la situación, hay muchas cosas que hacer- declaro, ella hace pucheros pero sabe que ni así me convencerá. 

-Está bien-se rinde- nuestra Abril sigue siendo igual de responsable- acaricia mi cabeza- Entonces me quedara aquí un rato, aunque sea solo para charlar por momentos-dice y yo asiento 

-¿Quieren algo de tomar?-les pregunto a todos-¿Té, café, agua, algún refresco?-ofrezco 

-Para mí está bien un té- dice Sebastián

-Café ¿Cierto?-digo señalando a Edson y el asiente sonriendo- para ti también ¿verdad?-me dirijo hacia Elisa esta vez

-Mi amiga me sigue conociendo- dio una risilla y después volvió a abrazarme 

-¿Y para ti?-pregunto sonriendo a Yaneth 

-Hmm, creo que aún no lo decido, mejor te acompaño- asiento y salgo de la oficina, no sin darle antes otro abrazo a Elisa 

Vamos hasta el pequeño lugar de receso donde preparamos el café y el té, comienzo a acomodar las tazas y algunas galletas pero noto que Yaneth no dice ni una palabra, solo me observa 

-¿Qué tal las vacaciones?-pregunto tratando de relajar el ambiente pero ella sigue sin responder-¿Yaneth?-llamo-¿Estas bien?- 

-Necesitamos hablar-declara recargándose en la mesa 

-Claro ¿sobre qué?- 

-Sobre Edson- suelta finalmente 

Edson. Me pone un poco nerviosa que ella quiera hablar de él conmigo y aparte de que está muy seria. Según Karina he sido bastante obvia hacia él, me preocupa que ella malinterprete que no estoy respetando se relación. 

De repente recuerdo que ella llego junto con Sebastián y Elisa, seguramente me vio sujetar a Edson, posiblemente malinterpretara mi acción. 

-Yo lo lamento, enserio no era mi intención molestarte, actué sin pensar- digo apresuradamente 

-¿De qué hablas?-pregunta ladeando la cabeza 

-Sobre lo de sujetar a Edson, hace un rato, tal vez te molesto que lo tocara, enserio no fue mi intención, discúlpame, juro que nunca haría algo para lastimarte o entrometerme -por cada palabra que sale de mi boca, ella frunce más el ceño-entiendo si quieres marcar un límite, si me pides que me aleje, lo hare, enserio lo la…-ella me detiene con las manos 

-¿De qué hablas? ¿Por qué debería molestarme?- la miro sin entender 

-Porque quizás me tome demasiadas libertades con tu novio-ella me mira seria y después suelta una gran carcajada 

-Según tu ¿Quién es mi novio?- 

-Edson- aclaro y ella vuelve a carcajearse pero después pone un rostro de preocupación

-¡Por dios! Dime que no pensaste eso todo el tiempo- habla preocupada 

-Todos en la oficina lo pensamos- explico 

-¿Qué? ¡Claro que no!-exclama-¿Por qué pensarían algo así?-

-Bueno, su forma cariñosa de tratarse, sus citas, el tiempo que pasabas aquí, entre muchas otras cosas-detallo 




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