Siempre fuiste tú

Capítulo extra II

Ha llegado la hora de la cena, toda la familia está aquí a excepción de James y Sam quienes ya estarán en su restaurant favorito donde Sam le dirá la noticia, estoy tan feliz por ellos. Camino alrededor del salón, la señora Grace invitó a demasiadas personas, aseguró que sería una reunión familiar, no sé qué se podrá esperar de la reunión en navidad. No conozco a la mayoría de los que están aquí pero todos se acercan a saludar como si me conocieran de toda la vida lo cual si soy honesta me parece muy incómodo. –Señorita Helliwell- se acerca un hombre con una enorme sonrisa, lo observo y no sé qué esperar de esa expresión pero admito que amo como es que se refirió a mí con eso de “señorita”. –Es bueno verla de nuevo- sin preguntar coloca una copa de vino tinto en mis manos.

-En realidad estoy casada, y lo siento pero no lo recuerdo-.

-Mi padre es Jordan Queen, usted le asesoró para su próximo hotel, no tuve el placer de saludarla en ese momento pero tuve el honor de verla desde el auto, así que me presento formalmente- extiende su mano así que la estrecho. –Ian Queen- en lugar de solo saludar como toda persona en este lugar besa mi mano. Blanqueo los ojos ante semejante acto, no me agrada que personas como él besen mi mano.

-Si bueno, es un placer conocerlo pero tengo que ir… por más vino- mira mi copa la cual está llena así que la bebo de un solo trago, sonríe y llama a uno de los hombres para traerme otra copa.

-No se preocupe, ya le he pedido una más, espero no me tome por un patán pero desearía bailar esta pieza con usted, si usted me lo permite por supuesto- demonios, necesitaría beberme toda la botella de vino para bailar con este hombre, la manera en que me mira no es propia de un hombre que sabe que la mujer con la que desea bailar es casada. Me entrega la otra copa de vino y vuelvo a beberme el contenido rápidamente. –Oh vaya, es usted ardiente- lo miro con confusión y realmente quiero alejarme de él.

-Bueno como le dije antes, tengo que irme, espero que pase una buena noche-.

-Oh pero claro que lo haré- toma mi mano llevándome al centro del salón en la que varias parejas bailan, me impulsa a él sujetando mi cintura, no suelta mi mano a pesar de que lo intento.

-¿Qué diablos hace ahora?-.

-Hago lo que me ha dicho, paso una buena noche-.

-Le ruego que me suelte antes de que se arrepienta, esta no es manera de tratar a una persona, y menos a una mujer-.

-He escuchado mucho de usted Venus, valiente, hermosa, atrevida y excitante-.

-Entonces supongo que ha escuchado de mi esposo- sonrío al ver esa expresión seria. –Creo que sí, un hombre con gran poder, guapo, con ciertas características que definen su ventaja en las peleas, todos se preguntan cómo es que jamás ha perdido, no podría superarle en una pelea, perdería en cuestión de minutos y aún más si se tratase de su familia- estoy segura de que Sean con solo un golpe en la cara lo dejaría en el suelo y aunque desearía ser más exacta con los detalles sonaría muy arrogante lo cual es muy cierto puesto que Sean tuvo un entrenamiento bastante fuerte en su antiguo empleo del cual no quiero ya ni siquiera pensar.

-Y supongo que aún más si se tratase de su esposa ¿Cierto?- esa sonrisa no me agrada en lo absoluto, es arrogante y un total imbécil. -Creo que correré el riesgo- se acerca demasiado, veo  Sean hasta el otro lado del salón, me está buscando, camina de la mano de su madre pero mira a su alrededor, intento apartarme de nuevo pero me sujeta con más fuerza.

-Suélteme ahora que no quiero una escena- miro de nuevo a donde Sean y ya no está con su madre sino que se dirige hacia nosotros, esto acabará mal. –De acuerdo, si es lo que quiere, pero debo recordarle que no me ha dejado otra opción aunque créame que lo disfrutaré y mucho- pateo su entrepierna con toda la fuerza que puedo y sonrío al ver que mi mano y cintura quedan liberadas sin dudar más, su rostro rojo y ojos acuosos me provocan alivio. Llevo una mano a mi pecho con elegancia y sonrío. –Es halagador que el haber bailado conmigo le haya dejado sin respiración señor Queen, pero como le dije soy casada, con permiso- me dirijo a donde Sean y tomo si brazo antes de que se acerque al imbécil que quiere caer de rodillas.

-No, déjame, vi cómo te sujetaba, voy a matar a ese imbécil- me pide con gran furia.

-¿Qué sucede? Hijo… Venus ¿Qué le pasa a Sean?- inquiere la señora Grace al ver a Sean tan molesto.

-Solo necesita aire fresco, volveremos en un momento- asiente con la cabeza y camino con él al otro lado sin vacilar en soltarlo porque en cualquier momento podría regresar y partirle la cara justo como lo imaginé.

-Sean háblame por favor- me coloco más cerca de él y por fin me mira.




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