Siempre fuiste tú

Capítulo 7 "En el cine..."

No sé cuánto tiempo lleven lanzando bolas por ese caminito hasta los tontos bolos, me estoy muriendo de sueño y ellos parecen muy concentrados en demostrar quienes son los débiles

-Diablos de esa manera no se va a saber quién es débil y quién no, y no es que quiera una pelea pero esa es la única manera de verlo, esto es para niños pequeños- dice Tessa mientras bosteza con toda la calma posible a lo que sigo yo, tontamente jamás he evitado hacerlo después de ver a alguien.

-Oigan, esto es aburrido, ¿vamos a cine?- inquiere Sam y aunque estoy un poco molesta por su actitud tan infantil de haber traído a estos chicos no es su culpa que esto se haya convertido en un enfrentamiento tan aburrido, debo admitir que este no es un deporte que sea de mi agrado, siendo honesta no soy muy buena en ellos así que asiento con la cabeza ante la proposición de Sam.

Trato de llamar su atención agitando ambas manos pero ninguno me hacer el menor caso, tomo mis guantes y bufanda para después salir de aquí.

Corremos con torpeza mientras nuestras zapatillas se hunden en la nieve, ni siquiera entiendo porque reímos, creo que es porque nos vemos como Bami recién nacido, de pronto Sam se atraganta con su propia saliva y aun así no deja de reírse como toda una psicópata, llevo ambas manos a mi estómago tratando de calmar el dolor que ha aparecido por las risas incontrolables, me siento bien, feliz, hacia tanto tiempo que no hacíamos cosas como estas y aunque debe parecer simple, para mí es muy divertido y liberador.

Llegamos al cine, y como es costumbre Sam elige las películas, Tessa compra las palomitas y yo consigo una botella de vino tinto, es que bueno, es divertido hacer las cosas que están prohibidas y somos buenas ocultando esto, aunque casi nunca bebemos del contenido es emocionante sacarla a media película y ver la expresión de los demás, la mejor parte es cuando Sam finge estar ebria al salir de aquí puesto que nadie le dice nada por su comportamiento tan infantil y sobrenatural por el simple hecho de su estado, por lo cual siempre termina riendo como si de ello dependiera su vida.

Entregamos los boletos al chico de la entrada, comenzamos a caminar entre la multitud que se acumula al salir de las otras salas.

-¡Fíjate!- exige con descortesía una chica de cabello corto y rizado, por su aspecto parece de esas exageradas que todo parece molestarles, lo peor de esto es que  a Samanta no le agrada que le hablen de esa manera, ni mucho menos que la miren así.

-Lo siento- dice con total tranquilidad, no puedo evitar quedarme con la boca totalmente abierta al ver el comportamiento tan maduro de Sam, debo añadir que me siento tan orgullosa y…- Pero yo no fui la estúpida que se atravesó, si no quieres que esos labios perfectamente plastificados si es que les ponen plástico cuando los operan porque no tengo idea de lo que hacen mejor me quedaría callada ¿de acuerdo? Así que sería mejor si te disculparás ahora mismo, a menos que quieras ir otra vez con tu cirujano plástico, Barbie- todos a nuestro alrededor se han quedado quietos, quizás esperan a ver el resultado de esta escena.

-No entiendo, ¿por qué le dice Barbie si está molesta? ¿Acaso eso no es un alago?- inquiere un chico que está detrás de mí, presto atención a lo que le responderán porque me estoy haciendo la  misma pregunta.

-Ay Mike, no seas tonto, le dice Barbie porque tiene igual cantidad de plástico que la muñeca, como ves ya no parece un ser humano, todo en ella se ve realmente falso- le responde una chica, debe ser su hermana o amiga. Vaya, díganme ingenua pero no esperaba eso, al parecer Sam tiene muchos insultos escondidos bajo la manga.

-No seas estúpida. Oh, mira nada más quien la acompaña, la caza fortunas- lleva la mirada hacia donde estoy y entonces me doy cuenta de quién es Stella Gallagher a quién descendieron de puesto a intendente en empresas Venus, ha cambiado su aspecto demasiado por ello es que no la reconocía y tampoco es que sea bueno recordando personas. No digo nada, es mejor quedarme así, después de todo sigue molesta por el empleo y también lo estaría si fuese ella, sin embargo jamás trataría a una persona como me trató.

-Ay pero por favor, habló la que trato de seducirlo por cinco años y ni siquiera te consideró, sin embargo llega Venus y se enamora de inmediato, ¿sabes por qué? Porque Venus es mucho mejor que tú en todos los sentidos y eso te lo puede asegurar el mismísimo Presidente Truswel ¿No lo crees?- inquiere Sam con seriedad. La chica le lanza un vaso enorme de soda en la cara para después darle una enorme bofetada, mis ojos se abren de más y un impulso de enojo total me hace lanzarme contra la chica del bolso Chanel. Sus manos se adhieren a mi cabello y comienza a tirar de él así que también hago lo mismo, alzo la mirada, Sam y Tessa también tiene sujetas a dos chicas, tal vez las amigas de la Barbie que está debajo de mí.

¡Sí amigos! Yo gano.

De pronto tira de un solo lado de mi cabello haciendo que caiga de lado golpeándome el duro y frío suelo, mi corazón late a una velocidad única, como consecuencia mi respiración es rápida y antes de poder darle una buena bofetada se aparta de mí, aunque no porque lo quiera sino porque un hombre vestido de… diablos, policías. Todos comienzan a gritar disgustados por el hecho de que han terminado con esto.




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