Ciudad de San Onofre
Me despierto como comúnmente lo hago, realizo todas y cada una de mis necesidades, me baño, me coloco mi uniforme de diario que consiste en una falda de negra con rayas azul y blanco y una camisa blanca, me peino, bajo a desayunar, termino, lavo mis dientes, me despido de mi mamá y salgo para el colegio, hoy amanecí con buen ánimo, ¿Por qué será? — pienso— porque estoy bien con mi novio y eso me hace muy feliz.
Llego al colegio, me adentro al plantel, voy subiendo las escaleras, en esa viene bajando Alex.
—buenos días, amor— me saluda dándome un beso ligero en los labios.
—buenos días, amor— le respondo su saludo con una sonrisa más grande que el cielo— ¿amaneciste con buen ánimo? — le hago una pregunta retórica, ya que es notable que lo está.
—claro amor, hoy es un día muy importante para mí, este partido definirá mi futuro por así decirlo, de esta manera se verá si paso a jugar en las ligas mediana— dice emocionado.
—me encanta, verte feliz, sé que van a ganar, te lo mereces, además no tienen cualquier jugador, te tiene a ti, esa gente te tiene que escoger porque si no estaría cometiendo un error no saben ellos que tienen en su mano uno de los mejores jugadores— le digo agarrándolo por su casa y lo atraigo hacía a mí y uno mis labios con los de él, un beso lento sin desesperación.
—te amo— me expresa abrazándome— ¿ya le dijiste a las chicas? — me pregunta.
—aún no, ahora que llegue al salón les digo— comento.
—bueno, te dejo para que termines de llegar, yo voy al baño, te amo— se despide y desaparece de mi vista sin antes poder responderle él, te amo, yo sigo mi rumbo hacia mi salón.
Una vez entro al salón dejo mi bolso en mi respectivo puesto, me acerco emocionada hacia donde están mis amigas.
—hola chicas— saludo sonriente.
—por lo que veo arreglaron el paraíso— habla Sol.
—sí, ya estamos bien ayer, hablamos y aclaramos todo, pues me dijo que estaba todo estresado por lo del partido— les digo.
—¡jumm! — emite Eliana— eso es pura excusa mayito, pero bueno, no diré más nada, sigue tu burbuja de amor— dice relajada— no dejaré que dañes mis pensamientos, yo confío en él plenamente, dejando a un lado ese tema, Alex nos invitó a ver el partido— les comento.
—me parece bien la idea, hoy es viernes y el cuerpo lo sabe, no tenemos que preocuparnos por despertarnos mañana temprano— expresa.
—voy a ir porque tengo ganas de salir, pero mi pensamiento no lo cambio— dice Eliana.
—buenos días— saluda el chico nuevo, pocos responden.
Camina hacia su puesto y coloca el bolso en el lugar que no es, Eliana de una vez se va pronunciando.
—¡te vas quitando de ahí que ese es mi puesto!, el tuyo es el de atrás— le señala su puesto.
—relájate— le dice y quita el bolso y lo coloca en el lugar que es— ¿contenta? — le pregunta irónico— claro— le contesta Eliana indiferente.
Entra el profesor de la primera clase y todos buscamos sus respectivos lugares, comenzamos la clase de matemática, logro comprender pequeñas cosas y hay otras que se me complican, no soy buena con los números.
Las tres primeras horas pasaron rápidamente y ya nos encontramos en el descanso con nosotras, se encuentra Alex.
—chicas ya mayito le dijo de ir hoy a ver el partido— les pregunta y ellas asienten.
—¿vienen otros equipos? — pregunta.
—sí, vienen varios— responde.
—claro que van a ganar, tiene al mejor ganando con ello— expreso mirando a Alex, en ese preciso momento llega una chica que es de once dos que se llama Claudia, trato muy poco con ella, al momento que ella llega Alex se puso rígido y le apartó la mira, se puso tenso o quizás es mi mente que está imaginando cosas que no son.
—chicas estoy por aquí proponiendo unos pos…! — Alex la interrumpe— amor voy a jugar un poco— me mira y yo asiento, se aleja de nosotras, su comportamiento es poco extraño, pero no pensaré nada irregular, Claudia continua en lo que estaba, aunque reparándola está un poco nerviosa, debe ser el sol— como les comentaba estoy proponiendo unos postres de tres leches, cuesto cinco mil, lo pueden pagarla el martes, ¿me pueden colaborar? — nos mira aleatoriamente.
—yo de antemano no te colaboro porque no suelo comer postre, no me gustan, me provocan ganas de vomitar, no sé si las chicas te vayan a colaborar— le digo y miro a las chicas.
—a mí me guardas uno, por favor— le dice Hillary.
—a mi igual— agrega Eliana
—a mí me guardas dos— le dice Sol
—perfecto, unos minutos antes de salir yo voy a su salón y se los entrego— les dice y ellas asienten.
—¿Por qué se fue Alex? — pregunta Hillary y yo levanto mis hombros haciendo alusión de que no tengo ni idea.
—la verdad que no, tampoco le voy a dar mente— le digo.
Seguimos hablando de todo un poco hasta que tocaron el timbre avisando que ya se acabó el descanso, nos dirigimos al salón, en esta ocasión no nos vamos para nuestros puestos correspondientes, sino que nos arrinconamos en una esquina para seguir con la conversación, siempre hay algún tema de que hablar y que quizás se nos escapó, Alex después que estuvo con nosotras y se fue a jugar no lo vi más.