"Marco di Clous"
En estos días era muy raro ver a un maestro tan... ¿Joven?.
No les voy a mentir, aquel hombre es muy bien parecido.
— El tiempo que nos queda lo dedicaremos a conocernos un poco más, se que ya tienen bastante trabajo con los anteriores maestros y la mayoría aquí son nuevos estudiantes, así que... ¿Nos presentamos?
Han pasado tan solo minutos pero ya me está agradando bastante este maestro.
Lo último lo dice regalándonos su mejor sonrisa, yo que él estaría trabajando de modelo y no solo hablo por su sonrisa.
En el aula hay bastante espacio, todos estamos sentados en nuestros respectivos asientos individuales, aunque hay algunos que están vacíos.
Mis compañeros se presentan uno por uno, llega mi turno y me pongo de pie.
— Mi nombre es Terry y tengo 16 años.
El maestro me mira y levanta una ceja, observa algo en la hoja que tiene en sus manos, mas no dice nada, solo ordena que me siente.
—Bien, como bien saben yo seré su maestro este semestre y espero que podamos seguir todos juntos hasta el final.
Todos asentimos con la cabeza.
—Chicos, les quiero hacer una pregunta, ¿Para ustedes el arte solo es pintar?
Nadie responde.
— La Pintura es una rama de las Artes plásticas o Visuales, así como nosotros hacemos arte con lo que logramos pintar, los de escultura, arquitectura, música, danza, teatro y muchos más, también lo hacen.
Empieza a caminar por todo el salón, nunca pensé que una camisa tan simple de color verde, se vería tan bien en alguien.
— La pintura de alguna u otra manera termina relacionada con las otras ramas, así como ellos llevarán algunas clases de pintura, nosotros también tendremos unas cuantas de sus asign
Tocan la puerta, el profesor se disculpa y habla.
—Adelante, pase por favor.
La puerta se abre y es el mismo chico que hoy en la mañana salió de clases.
Venía algo sudado, con la respiración agitada, parecía haber corrido una maratón, aunque subiendo esas gradas se podría comparar a una.
—Lamento llegar tarde profesor, tuve algunos inconvenientes, pido permiso para pasar a su clase.
Su voz es tan... seria, al momento en el que empezó a hablar su semblante cambió, ya no respiraba agitado, era como si no quisiera que notáramos que había corrido bastante para llegar hasta aquí.
A pesar de que estaba algo sudado, su mirada era fría, sus ojos color cielo me lo decían, pasó la mirada por todo el aula y la detuvo un segundo, solo uno, y luego miró nuevamente al maestro.
El profesor acepta y el chico de ojos como el cielo pasa.
¿Saben lo malo de ser nueva y de que nadie te conozca? Que el asiento de mi lado no esté ocupado, pues nadie me conoce y como yo soy muy sociable, nótese el sarcasmo.
Se sienta a mi lado, no bastaba hacerme sentir helada cuando me miró, ahora sentía que me congelaría con él a mi lado.
—Continuemos, ya les di ideas ahora respondan ¿El arte solo es pintar?
Silencio, nuevamente, iba a levantar la mano para responder pero ya me habían ganado.
—El arte se puede expresar de muchas maneras, unos lo hacen cantando, tocando, o haciendo algo que les gusta, algo que les apasiona.
Un cuadro vale mas por lo que nos hace sentir, no importa que marca de pintura hayamos utilizado, si mueve algo dentro de nosotros y logramos que otros también lo sientan, felicidades, has entregado una parte de tu corazón en él.
El arte es sentimiento.
Una parte de tu corazón...
El maestro lo mira sonriendo.
—Muy buen concepto...
—Kiel— responde con esa voz tan fría que me llama la atención.
—Kiel?
—Sí, solo Kiel.
—Lo que quieran pintar háganlo con sentimiento, háganlo teniendo en cuenta lo que quieren hacer sentir a las otras personas.
El maestro sigue hablando, nos dice el porqué de que una persona como él, a su edad, sea maestro cuando bien podría trabajar en otra cosa.
Como modelo.
Lo que entendí fue que sus padres habían fallecido y el quedó a cargo de su tía, la hermana de su madre, a el le gustaba pintar, pero a sus tíos no les gustaba que haga eso, porque les recordaba a su hermana que había fallecido.
El no encontraba el consuelo en ellos y muchas veces se sentía solo, pero cuando pintaba... cuando lo hacía sentía que sus padres lo observaban y lo miraban felices porque el si puede hacer lo que ellos no pudieron, pintar.
El consiguió una beca, dejó a sus tíos y así llegó hasta aquí, él antes de ser maestro, fue también un estudiante.
Mira el reloj en la pared.
—Pronto se tendrán que ir, no les daré ninguna tarea, pero si quiero que me traigan algo para mañana, sus acuarelas y muchas, pero muchas ganas de aprender.
Tocó la campana y todos salieron a toda prisa.
— Terry... ¿Verdad?
El profesor me habla.
—Acercarte por favor, quiero hablar contigo un momento.
Mientras el me hablaba, Kiel ojos color cielo ya había salido del salón.
Me acerco y el habla.
—De tu compañero puedo aceptar el solo Kiel, su nombre completo está aquí, pero el tuyo...
—Oh, yo...vengo de un orfanato, me dieron la beca este año. —digo con algo de timidez.
El me mira y sonríe, ¿alguien le puede decir que deje de hacerlo? Es ardiente, sí, pero también es mi profesor, Mi profesor, mi tentación. Hasta parece título de novela de Wattpat.
—Se lo que se siente ser nuevo, sobre todo sin tener el apoyo de tus padres, debes ser muy buena en lo que haces.
—Y-yo no se si soy buena...
— No dejes que alguien te intimide, cree en ti solo Terry—suelta una pequeña y suave risa— no cualquier persona consigue una beca para este colegio, si pusieron su confianza en ti debe ser por algo y cuando digo que no dejes que alguien te intimide no solo me refiero a las personas de tu alrededor, sino también de ti misma.
Lo miro algo incrédula.
—¿Cómo puedo yo intimidarme a mi misma?—es difícil sostenerle la mirada.
—Dudando sobre tu talento, no seas tu propia enemiga, cree en ti.
—Lo haré, gracias profesor—agacho la mirada rápidamente, mi rostro está ardiendo, soy un tomate con pies, salgo mientras tapo mi rostro como puedo con mis manos.
Si mi rostro ahora estaba rojo, pues mi trasero estará morado, caigo de la manera mas vergonzosa y dolorosa para mi columna también, llevándome a alguien por delante.
Cuando pensé que mi tarde a partir de ahí sería normal, la vida siempre me da un sopapo, que hermosa manera de decirme que no.
Intento pararme pero veo como una mano en un abrir y cerrar de ojos acomoda mi falda que estaba un poco levantada, levanto la mirada y ahí está mi sorpresa, Kiel ojos de cielo fue mi siguiente víctima.
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Editado: 13.06.2021