PRÓLOGO

¿Blanco o Gris?

Pensaba mientras decidía que abrigo ponerme. Mire mi armario, solo tenía ropa blanca y gris. No tenía una razón para explicar por qué solo vestía esos colores. Así que tratando de no darle más vueltas al asunto, escogí el abrigo gris.

Para ser una época otoñal, hacía demasiado frío. Me quedé mirando por última vez mi reflejo. Mi cuerpo no era como el de una súper modelo, pero igual me sentía bien conmigo misma así que no me importaba mucho la forma de mi cuerpo, me hice una media cola en el cabello y preparé mis cosas.

La pantalla de mi celular se encendió avisando que tenía un nuevo mensaje.

¿Estas lista?

No tenía que pensar mucho para saber de quién era. Me puse un poco de brillo labial transparente y salí de mi departamento.

Me dirigí al auto que estaba aparcado al frente de mi hogar, abrí la puerta donde estaba el asiento del copiloto y me senté.

–Te ves bien.–me dijo el chico que era mi novio, mientras tomaba un mechón de mi cabello rojizo y me lo ponía detrás de la oreja.

–Y se supone que debo creerte. –le dije sonriendo sarcásticamente.

–Supongo que sí. –dirigió su vista al frente y arrancó el auto.

Por si quieren saber el nombre de mi novio es Jack, Jack Henderson. Llevamos dos años de relación. Lo cual es sorprendente para nuestros amigos y compañeros.

¿Por qué es sorprendente? Ok, les explicaré.

Digamos que yo no era tan "popular" como dicen en el instituto, tampoco era considerada una "nerd" era simplemente una chica normal con tendencia a ser sarcástica y fría de sentimientos, en cambio Jack era el deseo frustrado de cada chica en el instituto, era popular e inalcanzable, en resumidas palabras era un fuckboy.

Ahora se preguntarán cómo fue que nos hicimos novios, ¿A caso fue cómo en los libros? ¿Cómo se da en las historias de wattpad?

Ñe.

Lo nuestro empezó por una lista, en donde estaba mi nombre. Tal vez debí insistir en que mi nombre fuera quitado de aquella lista, tal vez solo debí cambiarme de escuela. Pero no lo hice, yo deje de insistir y nunca se me pasó por la mente en irme... Hasta ahora. Por lo que ya es muy tarde para arrepentirse.

Lo nuestro era especial y a pesar de los problemas jamás dejaríamos de querernos.