II. El día del ataque

CAPÍTULO 2: El día del ataque

Narrador 

Ashley era una gran enfermera y se encontraba trabajando en el hospital central, su madre se mudó a otra ciudad a vivir con su hermana, la tía Ana, que estaba enferma. Ash le había dicho a su madre que no se preocupara por ella, ya que ella estaba construyendo una gran carrera en el hospital, donde era muy reconocida por su excelente desempeño, además su tía la necesitaba.

Meses después en la mañana de ese terrible día, Ashley llegó al hospital y la asignaron a cuidar a un paciente en el cuarto VIP que había sufrido un accidente.  Lo que el hospital no sabía era que ese hombre tuvo el accidente por encontrarse en un estado fuera de control mental. 
Cuando Ashley ingreso a la habitación a aplicar un medicamento, el paciente estaba de pie buscando algo en sus pertenencias personales, Ash saludó amablemente al paciente haciendo las preguntas de rutina para verificar su condición de salud. 

Ashley se dio la vuelta para dejar el medicamento sobre la mesa, por lo que el hombre aprovechó el momento y la tomo por detrás cubriendo su boca y jalándola hasta inmovilizarla contra la pared. 
 

“Pero que delicia de mujer, si no gritas y colaboras conmigo, te aseguro que lo vas a disfrutar y no morirás” fueron las palabras que el hombre le susurró al oído, Ashley no podía creer lo que estaba pasando pero comenzó a luchar con todas sus fuerzas tratando de defenderse. Eso no le agradó al agresor, por lo que el hombre le dio un golpe fuerte en el rostro que la dejo mareada y casi inconsciente, después comenzó a agredirla tratando de abusar de ella, pero en un momento, Ashley logro darle una patada lo que le permitió gritar por ayuda, el hombre enfurecido comenzó a golpearla, le dio un golpe en el rostro lo que hizo que ella cayera al piso y el hombre comenzó a patearla una y otra vez, hasta que Ashley quedo inconsciente. Pocos segundos después ingresaron los guardias de seguridad seguidos de la enfermera que los había llamado al escuchar los gritos de Ashley. 
 

El agresor, llamado Alexander Wilson, fue detenido y entregado a la policía por agresión, mientras que Ashley quedo hospitalizada. Después de dos días Ashley despertó y el médico le explico que tenía dos costillas rotas, una fractura en el brazo, un esguince en el pie, a parte de varios moretones, raspones y hematomas en el cuerpo y rostro. 
Una semana después del incidente Ashley fue dada de alta y con licencia médica por parte del hospital para que se recuperara durante 2 meses. El hospital se encargo de todos los trámites legales en contra del atacante.

En esos dos meses que pasaron, Ashley se fue convirtiendo en una mujer aislada, no salía de casa y tampoco cuidaba de su Salud adecuadamente por qué comía muy poco. 
También decidió renunciar al hospital y buscar un nuevo trabajo, pensando que empezar de nuevo la ayudaría a superar su trauma. Comenzó a trabaja en el hospital de maternidad y ginecología más grande de la ciudad, el cual le agradaba mucho ya que todas las pacientes eran mujeres y el asistir los partos la llenaba de un sentimiento que amaba. Llevaba 6 meses de trabajar allí y ya era reconocida por su gran rendimiento. 

Ashley ya había comenzado a recuperar su vida, se alimentaba mejor y hacia ejercicio todos los días, también acudía a un curso de defensa personal dos veces por semana. Desde el día del incidente, no se había comunicado con John, ni había contestado ninguno de sus mensajes, tenía miedo de hablar con él y que se diera cuenta que algo estaba distinto en ella.

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