Catorce:

Caden:

Nunca habia visto a Mia de esa forma, se acerco a Steven con tanta fuerza que me sorprendio el hecho de que sus pasos sonaran de esa forma en el suelo. Una de las razones por las que Mia era tan buena pandillera, era que aprendia muy rapido y era extremadamente silenciosa para acercarse a sus objetivos, era algo tan natural en ella caminar y que no te dieras cuenta que estaba cerca o dirigiendose hacia ti. 

— ¿Que mierda fue eso?

—Eres un imbecil. Dejaste los condones en el auto, ella los descubrio. 

El abrio los ojos con sospresa, como si fuera tan imposible que ella fuera a encontrar algo en su propio auto. Lo golpee en la cabeza y subi frustrado. Gianella salio de la habitacion de Matthew con su mochila en la espalda y una maleta pequeña con sus juguetes, estaba tan triste que no podia soportar la sensacion horrible que tenia en el pecho. 

—¿Que haces con eso? 

— Mia me dijo junte mis cosas. 

Gianella ni siquiera me miraba, miraba al suelo o sus pequeñas manos agarrando la maleta. 

— Hey. 

Me miro de la forma que su hermana lo hacia cuando estaba molesta y mi corazon dolio un poco mas. 

— ¿Porque haces que mama Mia llore tanto? 

Sabia que Mia no le habia dicho lo que paso, ella podia estar muy enfadada pero nunca involucraba a Gianella en nuestros problemas. Sin emabrgo la inteligencia de esta niña era increible y ella se daba cuenta de absolutamente todo lo que pasaba a su alrededor, solo que lo ignoraba y solo se metia en sus asuntos. 

— Lo siento Gigi, voy a solucionar todo esto, te lo prometo. 

Ella nego y me rodeo bajando la escalera. 

Abri la puerta y asome la cabeza, ella estaba llornado y  cuando me vio entrar, se limpio rapido la cara y se  levanto de la cama, siguio guardando su ropa sin siquiera mirarme.

— ¿Te vas a ir de nuevo? 

— ¿Te parece poco lo que paso? 

— No hice nada, no la toque, no le pase mi numero y ni siquiera le dije mi nombre real. Solo queria sentirme normal. 

Mia me miro con tanta rabia e indignacion que no creía que esa era la misma chica que me había pedido matrimonio y me decia que me amaba. 

—Yo tambien quiero ser normal, siempre quise ser normal, queria ir a la universidad, tener un apartamento en Nueva York, ser una puta abogada de mierda super exitosa, cojer con Jason por todo Europa, sin emabrgo deje todo eso porque tu hacia que todo fuera increiblemente comodo, me hacias sentir en casa asi estuvieramos en tu motocicleta, en la casa de mi padre o en medio de un tiroteo.—Me pase las manos por la cara y suspire frustado. 

  — Ese dia yo ni siquiera queria salir, no queria ni podia alejarme de ti, pero me dijiste que vaya, que querias pasar tiempo a solar con Gianella y que creia no me vendria tiempo para mi. Eso es lo que yo hacia cuando estaba solo, no se estar sin ti Mia, no conozco otra vida entre tu y estar solo. 

— Esa es la peor excusa del mundo Caden. 

Nego indignada y siguio guardando ropa, tomo su arma y la puso en sus pantalones, puso los cargadores y las balas de repuesto en su maleta y se giro hacia mi. 

— Necesito laves mi auto. 

Me arrodille frente a ella y la abrace, comenzo a llorar de nuevo mientras ponia mi cabeza en su estomago. 

— Por favor Mia, lo siento, la cague y la voy a cagar muchas veces pero te juro nunca mas de esa forma. Fui estupido e inconciente. 

Suspiro y me alejo. 

— ¿Vas a lavar el auto o tengo que hacerlo yo? 

La mire, sus ojeras, su pelo desordenado, el lunar sobre su boca, su piel extremadamente blanca, la forma que apretaba la mandibula para evitar llorar, la cicatriz encima de su ceja de cuando tuvo el accidente en moto. Era malditamente hermosa y no volveria a tocarla en mucho tiempo. 

— Voy a lavarlo. 

Asintio sin mirarme y se metio al baño. Baje las escaleras molesto conmigo mismo, por creer que algo asi no le molestaria a Mia, por creer que Steven iba a ser menos estupido y no dejar los malditos condones en el auto y por arruinar todo lo bueno que teniamos, no, yo habia dejado que esto se arruinara y ahora iba a costarme mucho volver a lo mismo que antes.

Lave el auto entre insultos dirigidos a Steven y a mi mismo, mi padre aparecio frente a mi, como si no fuera suficiente la mirada de odio de Mia, papa James tenia una mirada de decepcion que nunca habia visto en su cara. 

  —No quiero saber que hiciste, Mia no deja de llorar, nunca habia visto a esa niña tan triste, Caden arreglalo.—Su voz temblo y lo mire, todo este tiempo habia tenido la mirada en mis pies como si fuera un niño regañado, sin embargo la forma en que su voz temblo no fue normal.— No podemos perderla a ella tambien, ¿Entiendes eso, hijo? Mia es mi hija, ella es nuestra. 

Se fue sin decir mas y me dejo solo, sintiendome peor de lo que me sentia. Mia salio de la casa de la mano con Gianella, ambas tenian lentes de sol y una cara de culo impresionante, hubiese sonreido si no fuera porque me estaban dejando. Gigi corrio hacia mi y se abrazo a mis piernas, empezo a llorar y yo la alce y la abrace a mi. Mia tiro su bolso al suelo y saco el arma de su espalda. 

— Caden no te muevas.