Nunca subestimes a una mujer

Capítulo 13

Capítulo 14

Finalmente el jueves había llegado y desde antes de qué Harry despertará conmigo entre sus brazos yo ya estaba lista para conseguir una misión exitosa, me paré para prepararles el desayuno a todos y como a las cinco de la tarde partieron. Tenía el tiempo exacto para hacer mi aparición en esta actuación, los chicos no me volverían a sacar de una misión. Era tiempo de probarme a mí misma.

Narra Harry

Llegamos una hora antes de la fiesta y nos personificamos, nadie se parecía así que era imposible qué nos reconocieran, tomamos huellas digitales de algunos invitados de los cuales nos encargamos de que no fueran y llegamos a la fiesta, no fue complicado entrar.

Ahora sí teníamos que poner manos a la obra.

Nathan, Jake y yo esperamos a que todos los invitados llegarán, Jack y Tayler ya estaban a dentro en sus posiciones de servidumbre. Teníamos que esperar un poco para no ser tan obvios, finalmente a las ocho entramos a la fiesta pero esperamos hasta las diez para actuar.

Jake llego como el líder del banquete anunciando que debía hablar con la señora de la casa sobre la decoración del postre, acompañados por el buen camarero Jack. Aprovecharon su indecisión para hacer funcionar la máquina, cuando regresaron me dieron la señal (dos toques en su nariz) para saber que todo había salido bien.

Era tiempo de actuar.

Era mi turno tenía que bailar con ella pero un señor robusto se me atravesó en el camino y me gano. ¡Carajo! Sí el señor le daba una vuelta yo estaría acabado, el collar se caería y no seríamos lo suficientemente rápidos ni discretos para atraparlo.

La pieza todavía no acababa y yo ya estaba completamente desesperado, tuvimos la suerte de que no le diera ninguna vuelta, camine rápido para que nadie más me ganara y con señas le dije a Tyler que eligiera una pista más rápida. Baile con ella y cuándo estaba a punto de que la canción se acabara, le di la vuelta.

Para ser un collar de muchos quilates se desplazaba rápido, Jake no pudo atraparlo y ahí comenzaron los problemas.

La esposa de Cavendish se puso a gritar como loca, nota: jamás subestimes a una mujer, menos a una que sabe cuántos quilates lleva en el cuello. Los guardias llegaron a mi lado demasiado rápido y vieron que yo no lo portaba, lo cual no me hacía inocente, solo indicaba que tenía un cómplice pero Jake no sabía eso e intento defenderme. Un problema más, ya éramos dos implicados en esto, estábamos perdidos. Scarlet me mataría por no llevar sano y salvo a su hermano a casa y  tal vez ni llegáramos.

Entonces, cuando ya había perdido la esperanza, una voz sonó por todo el salón diciendo: ¡Alto!

Reconocería esa voz donde fuera, ahí, parada en medio del disturbio se encontraba ella con el collar en una de sus manos.

Scarlet.