Solo cuando estuvo cerca de la entrada de su casa, se permitió respirar profundamente y comenzó a jadear febrilmente por el aire fresco y frío, que tanto le faltaba. Ella tomó varios minutos para calmar el temblor frenético que envolvía todo su cuerpo, y solo entonces sacó las llaves del bolso.
"¡Por qué diablos me subí a este auto! No, en general, ¿por qué fui a algún lado con él? ¿En qué estaba pensando? ¡No pensaba en nada, solo en su cuerpo! ¡Tonta! Bueno, nadie ha resultado herido, excepto los daños materiales, que él puede costear", – pensó Cristi mientras abría la puerta, temblando de frío y adrenalina.
Entró en el apartamento y vio, que las chicas aun no volvieran. Era mejor para ella, porque no tenía ni fuerzas, ni ganas de escucharlas o, contarles lo que le pasó. Cristi no pudo explicar, ¿cómo pudo entrar en el culo del otro choche?
Ella conducía coches desde los dieciséis años. Primero con el abuelo en su viejo “Lada”, después saco la licencia de conducir y los padres le compraron un coche, cuando ella entró en la universidad. Claro estaba, que el coche del “Diablo” era una pasada.
Nunca se había subido a un automóvil deportivo con las puertas que se abrían hacia arriba, oliendo al cuero nuevo, dinero y éxito, y acelerando de cero a cien en tres segundos. Sintió lo sensible y respondido que era el automóvil, lo ligero, rápido y dinámico que era en sus manos ... ¡Ahora Cristi entendió por qué el "Lucifer" estaba casi enamorado de este automóvil! Nunca antes había estado tan contenta con los atascos de tráfico de la noche, gracias a los cuales logró obtener el control, antes de romper a ese precioso coche.
¿Por qué perdió el control? Sí, porque este idiota empezó a acariciarle el muslo y ella cerró los ojos por un segundo de placer. "¡No podría esperar, idiota! ¡Ya casi llegamos!" - pensó Cristi y se asustó con este pensamiento. ¿De verdad pensó en traerlo aquí, a su habitación y tener sexo con él sin siquiera saber su nombre? ¡Estaba completamente loca!
Ella nunca hacía algo así, aunque hubo un caso, pero entonces estaba bajo la influencia de alguna droga y no recordaba nada en absoluto. Esta vez sucedió algo parecido, pero ella se acordaba de todo, sabía lo que hacía, y nunca quiso tanto a nadie como a este "Demonio". Cuando él la apretó contra la pared y ella aspiró su aroma, y su mirada se encontró con la suya, no todo salió según lo planeado. Quería irse a casa. Entonces, ¿por qué no fue? Ella no tenía respuesta a esta pregunta.
En ese momento, volvió a recordar el olor de este demonio del infierno y una extraña sensación de calor en la parte inferior del abdomen la obligó a juntar las piernas.
– ¡Diablos! ¡Yo misma estrangularé a estas mariposas locas! – exclamó y se fue a la ducha.
Así era, no tenía necesidad de soñar con las cosas que no se podía tener para uso eterno. Ahora se dio cuenta de que nunca volvería a encontrarse con este inglés en su camino, y vivir con las ilusiones imposibles era inútil y doloroso para ella, se dio cuenta de esto hacía cuatro años, cuando se enamoró de Estanislao.
Un moreno alto y guapo vino a estudiar a su escuela en su último año. Se mudó de la capital por motivos personales de su madre y, la conquistó por ser muy diferente a los alumnos de su colegio, el más prestigioso de la ciudad. Ella misma se sentía incómoda con ellos, porque se mudó a esta escuela en la secundaria, después de que su padre asumiera el cargo de editor en jefe de la revista “La vida de hoy”.
Cristi no siempre fue de una familia adinerada, por lo que no le gustaba toda esta ostentación y tirar dinero, por lo que no encontró un lenguaje común con sus nuevos compañeros de clase. Y entonces Estanislao se acercó a ellos y no solo resultó ser muy guapo, sino también sin ambiciones. En una fiesta de cumpleaños de uno de sus compañeros, conversó con él y el chico le dijo, que no conocía la ciudad para nada y que no había estado en ningún otro lugar, excepto en el centro histórico. Cristi vivía con sus padres en un área interesante cerca de los estanques del Patriarca y lo invitó a recorrerla.
Se suponía que iba a ser un paseo normal de dos compañeros de clase, y ciertamente no esperaba que, cuando llegara a casa se cayera en la cama con una sonrisa feliz de oreja a oreja y se admitiera a sí misma que se había enamorado. Entonces ella y Estanislao comenzaron a conocerse. Todo podría ser maravilloso, si no fuera por una circunstancia, o más bien por una persona: su compañera Viola Oder. Incluso antes de soñar con convertirse en la novia de Estanislao, notó involuntariamente que Viola lo miraba muy a menudo. Demasiado a menudo para una chica que tenía un novio, porque estaba saliendo con otro compañero de clase suyo, Oscar.
Y una vez, Estanislao le dijo que Viola era su hermanastra. La madre de Estanislao se casará con Patrick Oder, el padre de Viola. Al mismo tiempo, en la escuela, ocultaron que vivían en la misma familia y prácticamente no se comunicaban. Pero esto no impidió que ambos se devoraran con los ojos. Ahora Cristina entendía por qué, pero entonces era una niña sin experiencia, por eso pensó que era solo una conexión familiar.
Dos meses antes del baile de graduación, su relación con Estanislao finalmente comenzó a desmoronarse, y cuando el rumor se extendió por la escuela de que Viola se había separado de Oscar, ya no había ninguna duda por quién había sucedido eso. Solo podía esperar a que Estanislao dijera las banales palabras de la serie: “Querida Chris, eres una chica maravillosa y el problema no está en ti, sino en mí. Lo siento, ya no podemos estar juntos ".
Y se las dijo en el baile de graduación de la escuela, y luego tomó a Viola de la mano y salió con ella del restaurante donde se estaba celebrando el banquete. Cristi trató de mantener la cara esa noche, pero lágrimas traicioneras a pesar de todos los esfuerzos fluían de sus ojos, por lo que llamó a un taxi y fue a casa. Su baile de graduación fue irremediablemente arruinado.