Silencio

Capítulo 8 - Decoración

Pasaron varios días después de la fiesta de Luzbel en la cual recibí un botellazo de un idiota, pero el lado bueno es que pase un buen rato con Luzbel y con Emi, en estos días estuve full con mi trabajo y la universidad, tanto así que no tuve tiempo de salir con nadie, solo llegaba y dormía. Este año acababa mis estudios en medicina y se preguntarán: ¿Cómo rayos si solo tiene 22 años? Bueno, como dije antes... los hijos de los fundadores, en este pueblo, deben empezar sus estudios desde temprano para seguir los pasos de sus padres, desde los 15 años empiezas a estudiar para tu futura carrera, llevo 8 años estudiando medicina y por fin la voy a acabar, no me quejo... me gusta la medicina, no tuve problemas pero algunos otros chicos sí, conocí a unos chicos que odiaban su carrera pero debían estudiarlas por obligación lo cual es injusto pero es una tradición en este pueblo.

También estuve pensando en lo que me dijo Emi, en irme con ella a la ciudad, por más que quisiera no puedo, no puedo dejar sola a mi madre por más desalmada que pueda ser, ya perdí a mi padre y no me gustaría perderla a ella también.

Pude hablar más con Luzbel, hicimos llamada cada noche y a veces video llamada, me ayuda con mis tareas y me escucha, eso es lindo. Le conté muchas cosas sobre mí y él me escuchaba pacientemente, y viceversa.

Mi madre toca la puerta de mi cuarto

―Emily esta abajo, deben ir a decorar el lugar para la fiesta ―me informa esperando afuera de mi habitación

―Bien ―tomo mis cosas y me dirijo a la sala ignorando a mi madre―. Vámonos

―Adara ―mi madre me llama―. Con cuidado, no olvides las reglas ―yo ruedo los ojos y cierro la puerta.

―¿Qué reglas? ―pregunta Emi cuando estamos lejos de mi casa.

―No ver a Luzbel, llegar a casa temprano y avisarle cuando vuelva ―repito fastidiada.

―Tu madre sí que está loca ―Emi estalla en risas.

―Yo no le veo lo gracioso ―la miro mal.

―Tranquila malhumorada ―me da un pequeño abrazo de lado―. Este año la decoración será simple y colorida.

―Me parece bien, será fácil.

―Ya veremos ―Emi finaliza ese tema de conversación.

En el camino hablamos de muchas otras cosas como de Luzbel, David, la ciudad y mis estudios. Al llegar al lugar de la fiesta vemos a Sara y Mike, ambos están sacando sus libretas, cosas para decorar y hablan entre ellos.

―Hola nerds ―Emi levanta sus brazos en modo de saludo

―¡Volviste! ―Mike y Sara corren a abrazar a Emi―. Te extrañamos, Ada es muy ingrata ―me miran fingiendo molestia.

―Yo también los quiero ―abro mis brazos para un abrazo pero nadie se me une―. Feos

Decidimos sentarnos un momento para organizar nuestras ideas, el tema iba a ser sencillo, con colores sencillos y claros, fuimos a una tienda del pueblo para comprar lo que íbamos a necesitar.

Los organizadores de la fiesta usan un dinero que se les otorga especialmente para la decoración y para contratar a los chefs y meseros.

4 horas más tarde...

Ya teníamos todo casi listo, pusimos tiras de cinta de colores y latitas para decorar, algo sencillo y lindo, los centros de mesa son margaritas con tulipanes, las sillas son lindas y cómodas, todo iba quedando muy lindo y colorido. Emi se encargaba de contratar a las personas encargadas de la comida y del servicio que usaríamos como: meseros, DJ y las personas que se encargarían de estacionar los autos y dar la bienvenida. La veía como una profesional organizando todo eso, a veces la veíamos enojada pero de alguna manera llegaba a un acuerdo con las personas.

Alrededor de las 6 de la tarde ya estaba todo listo, el lugar estaba muy lindo, mañana vendríamos a acabar de ordenar algunas cosas, Emi ya hablo del menú y todo eso, además nos decía como poner las decoraciones, era muy buena en eso, ningún adorno opacaba a otro.

Al llegar a casa veo que no hay nadie lo cual me alegra, podré estar más tranquila. Veo una nota en la cocina:

Adara, tuvimos un incidente en el hospital, regresaré mañana a las 9PM, recuerda las reglas.

―Yo también te quiero madre ―digo irónica, arrugo el papel y me siento en la isla de la cocina.

Me recojo el cabello y me pongo a prepararme algo para cenar, me pierdo en mis pensamientos mientras corto unos vegetales.

~Flashback~

―¡Piensa en nosotros Edward! ―grita mi madre

―Porque pienso en ustedes hago esto ―mi padre se toca el puente de la nariz, estresado―. No la quiero poner en peligro ―Necesitamos el dinero―. Mi madre sube la voz―. No sabe nada de ese mundo, no pasará nada.

―Eso no quita que está en peligro, tengo muchos enemigos por ayudar a Patrick y lo sabes ―aclara mi padre.

―Maldición Edward ―mi madre se sienta a su lado y toma su mano―. Está bien, es mejor que te retires, pero te buscarán y lo sabes ―mi madre lo mira a los ojos―. Y si te resistes cuando eso pase, ellos te matarán, no solo a ti.

―Cuando llegue ese momento me iré ―mi padre agacha la cabeza―. Pero ella nunca sabrá nada de mi mundo, no quiero ponerla en esa posición

―¿Papi? ―Entro a la habitación de mis padres―. Papi no estés triste ―lo abrazo.

―No lo estoy princesa ―me sienta en sus piernas―. ¿Quieres comer galletas?

Mi padre preparaba galletas cuando estábamos en un mal momento, decía que un poco de dulce te alegraba la vida y que por un momento, tus problemas no tenían importancia.

―SIIII ―me bajo de sus piernas y lo jalo―. Vamos vamos vamos

~Fin del Flashback~

Dejé de cortar los vegetales y guardé todo lo que iba a comer, saqué la harina y otros ingredientes, empecé a preparar unas galletas.

Cuando terminé de prepararlas, las puse en el horno y me puse a esperar en el sofá.

Me quedo leyendo un libro cuando el sonido del timbre me interrumpe, camino a la puerta y me sorprende a quien veo.

―Hola preciosa ―Luzbel se encontraba afuera de mi casa con unas flores en la mano―. Estas son para ti.




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