Silhouettes

Pulmón

No sabía qué hacer ahora mismo, si regresar a la casa de un desconocido amigable o a la casa de mi madre con unas cantaletas de la ostia. No podía dejar el coche donde mi madre pues a las 7pm llega a casa y ya eran las 9pm, llegar a la casa de Adrián con un auto sería abusar de su confianza pero prefiero eso a que me den una paliza en casa.

Conduje con cuidado hacia la casa de él, extrañamente, me aprendí el recorrido de memoria. Intenté no hacer mucho ruido pero al fijarme en la imponente casa, me dí cuenta de que no había nadie, las luces estaban apagadas al menos de que estuviera durmiendo ya. Salí del coche confundida y con cierto miedo pues el cielo tenía ese azul negro junto con el frío golpeándome la cara de muerta que tenía, hace años no se veía una noche así.

Sin tener llaves del lugar, sólo me quedaba tocar hasta que mis nudillos se rompieran de la desesperación. Pero nunca abrió, eran las 11pm y no había señales de Adrián por ningún lado, ya estaba exhausta del día, no me quedaba mas que dejarle una carta.

Adrián...
Soy Annie, te doy las gracias por haber depositado en mí, la confianza de tenerme en tu casapero tuve que salir de urgencia pues una amiga me necesitaba para que la ayudará y decidí salir sin decirte nada, volveré por mi ropa algún día, te dejaré mi número por si necesitas algún favor; será mi forma de pagarte. Gracias de nuevo.

Psdt: espero que tu hermana Paulette se recupere, igual, pasaré a visitarles.

#7684615109

Y sin más me andrentré al auto directo a mi casa. En el camino pensaba en por qué él no estaba allí, pues con lo que le había a pasado a los amigos de Yang ahora habían personas macabras al acecho de los jóvenes por un poco de sangre virgen y tanto Adrián cómo yo, no éramos la excepción.

Llegué a la casa de mi infancia en dónde alguna vez estábamos reunidos con mi padre compartiendo la cena tranquila, sin discusiones. La luz de mi habitación estaba encendida sin alguna razón. Salí del carro sin olvidar activar el seguro y me quedo ahí parada viendo la silueta de la policía la cual está en mi habitación. El agente echa un vistazo hacia donde yo estoy pero no puede verme gracias a la oscuridad qué me camufla en la noche azulada.

Mi madre se puede ver inestable, intranquila y sobre todo demente, está señalando cosas como libros y su dedo índice se mueve por toda mi habitación, ahora el policía empieza a apuntar algo en su libreta. Cumplió lo que había dicho, <<Si no regresas, llamaré a la policía>> recuerdo para mi desgracia.

No era el momento de entrar a casa, el policía por su forma de observar las cosas en mi habitación y de su expresión algo inquietante, no me inspiraba confianza- para nada- es alto, con una mirada amenazadora, de contestura regia, sus ojos negro azabache denotan malicia dentro de su ser.

Mi madre tenía la frente entumecida de arrugas, preocupada de...¿Mi? Supongo, pero nunca se preocupaba por mí cuando lloraba por horas siempre que llegaba de la preparatoria, le molestaba qué yo no saliera con "mis amigos" y no le bastaba con que le dijera que no tenía.

Sinceramente tengo miedo de lo que pueda pasar, mi madre es una persona demente para sus adentros, por esa misma razón mi padre la dejó, por su manía de manipulación tan eficáz hacia una persona a tal punto en el que llegaría a matar a alguien por conseguir lo que quiere y es difícil que detrás de esa máscara psicótica, sea psiquiatra.

Mi teléfono suena de impacto, lo saco de inmediato para no llamar la atención desde aquí, era un número desconocido y difícil de recordar.

-¿Hola?

-¿Hola? ¿Annie?- pregunta esa voz tan masculina que me pone los pelos de punta.

-Si soy Annie, Adrián.

Él soltó un suspiro aliviado bastante fuerte, sonaba a que estaba preocupado por mi.

-Lo siento, no estaba en casa tenía qué solucionar algo en el trabajo.-comenta serio.

-No te preocupes, no quiero ser una molestia para ti.

-No eras una molestia, me sentía acompañado en buen sentido.

Plop, felicidad extrema denota mi cara cuando aprecian mi compañía- No te preocupes por la ropa, iré cuando quieras o tengas tiempo.

-¿No podrías venir ya? No es que me incomode pero tengo que comentarte algo serio.- su voz se torna fuerte y tenía mucha prisa.

No iba a quedarme ahí enfrente de mi casa para que mi madre me encontrara y me golpeará con sus palabras hirientes.- Claro, voy enseguida.



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En el texto hay: asesinatos, violencia, groserias

Editado: 10.11.2019

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