Escrito de un olvidado

Bajo el inmenso cielo nocturno, mi mente se pierde entre recuerdos y anhelos que llegué a tener cuando la vida me sonreía, cuando sentía que mi existir tenia sentido, cuando ella, estaba conmigo. 
 

Mi mirada se pierde en la oscuridad del infinito, mis pensamientos me llevan al pasado mostrándome con crueldad absoluta, todos lo bellos momentos que compartí a su lado. Como olvidar su sonrisa, su risa, su caminar que enloquece al más cuerdo y serio, su personalidad que encanta al mundo entero. Su mirada que abre las puertas de los más recónditos secretos de la excelencia. Como olvidar aquella perfecta dama, como olvidar aquella diosa humana. 
 

¡Malditos los recuerdos que hoy me traicionan! Es imposible no querer sentirla entre mis brazos. Mi ser aún la necesita. No respiro como lo hacia antes, no me muevo por voluntad propia, no razono, sencillamente no vivo. 

Estoy con vida, es verdad, pero que lejano es vivir y simplemente no morir. Desde que su amor me dejara no conozco sentimiento alguno, mas que el dolor agudo en mi alma. 
 

Mi corazón late a ritmo melancólico, agobiado, hay una tormenta en mi alma que me obliga a no olvidarte, me estoy perdiendo en la locura por no tenerte.  
 

Si intento olvidarte me condeno a la tortura de tus recuerdos, pero si no te olvido, tu ausencia me consume sin frenos. 

Mi existencia se a convertido en un vaivén de anhelos perdidos. Aquellos deseos de que nuestro amor trascendiera a través del tiempo, que sea aún mas grande que el de Romeo y Julieta, un amir verdadero. 
 

¡Que despiadado es el destino! Te alejo de mis brazos y te acurrucó en los de otro. 

Mientras en las noches como esta, mi alma sufre, mi corazón se rompe en mil pedazos, mi mente me tortura constantemente con tus recuerdos y las lágrimas se desbordan de mi como inmenso río al leer tus mensajes, al oír tus audios y ver tus fotos; tu sonríes, ¡te ries con aquel maldito! que te arrebató de mi lado. 
 

Ya no me quieres como antes lo jurabas, ya no soy nadie aquien puedas demostrar amor siquiera. Dos desconocidos nos hemos vuelto por decisión tuya. 
 

Es curioso, mientras tu ya me has mandado al abismo de quien es olvidado, yo sigo teniendo y necesitando tu esencia para existir. 
 

Yo se que este dolor me llevara a la tumba,  que tu amor perdido me condenara al cruento limbo de los que no pueden amar. Perdido me siento y solo espero que llegue mi dulce final. 
 

¡Esta noche, bajo la intensa mirada de los astros solo puedo suplicar! Que a pesar de que mi vida hoy mismo se extinga, tú, tristeza nunca la vayas a experimentar.