Dove
Desperté con muchísimo dolor de cabeza, no recuerdo nada , lo único que se es que me tomé una botella de whisky mientras lloraba por los recuerdos del día 13/09/2013
Fui al baño a alistarme un poco, no se me olvidaba que estaba en una casa que no era mía, tiré la botella, ordené la habitación, me cambié y bajé a la cocina donde me encontré con la señora Lizbeth
-Buenos días, señorita Dove
-Buenos días, señora Liz – Me miro y me sonrió
-No me diga señora, solo dígame, Liz
-Entonces usted tampoco me diga señorita, solo dígame, Dove
-Bien, ¿qué desea de desayunar?
-Nada, gracias, sinceramente solo necesito una pastilla para el dolor de cabeza – Me miro con el ceño fruncido
- Ahora mismo voy por una – Casi salía de la cocina, pero al parecer recordó algo, porque se regresó – Me dijo el señor Derek que en cuanto la viera le dijera que fuera a su despacho
-Vale
Dios, mi cerebro no procesaba los acontecimientos de anoche, no puede ser posible, algo muy grave habré hecho, por la cara que puso la señora Liz al decírmelo
Me dirigí hacia el despecho de Derek, tenía muchísimos nervios, me quedé unos segundos en la puerta hasta que decidí tocar, esperando el "pase" que no tardo en llegar
Entre y me acerqué al escritorio
-Buenos días Derek
-Buenos días Dove
Está raro, su actitud había cambiado, está indiferente y ¿enojado?
-La señora Liz, me dijo que viniera a tu despacho -aún no me miraba- ¿ocurre algo?
Suspiró
-Me llamaron hoy en la mañana, informándome que el viaje hacía México lo tengo que hacer hoy – por fin me miro – por lo que tenemos que salir a las 3 de la tarde
-Vale, ordenó mi maleta para irnos
-Perfecto
¿Perfecto?, eso era todo lo que me iba a decir
-Con permiso – Salí del despacho , no sin antes haber sentido su mirada en mi espalda
Liz, me entregó la pastilla y subí a la habitación para reorganizar la maleta, tenía 3 horas para estar lista, pero en realidad no tardaría tanto, porque lo único que traje fue poca ropa y algunos de mis libros favoritos...
No le digan a nadie, pero son libros no aptos para menores
Me ducharía y estaría lista
No duré ni dos días en esta casa, Derek dijo que fue por una emergencia, pero sabía que algo le había molestado
Terminé de hacer todo y faltaba aún una hora para irnos, la hora perfecta para esperar a que apareciera Maya.
No sabía dónde estaba, tocaron la puerta principal, por un momento pensé que era ella, pero estaba muy equivocado, porque cuando una de las empleadas abrió la puerta, vi a la persona detrás de ella
Era una mujer bastante hermosa, con unas facciones increíbles y con un cuerpo de muerte, era de esas mujeres que catalogaban como: "Las mujeres más hermosas del mundo", seguro tiene la envidia de muchas, incluyéndome
Entró con seguridad, venía hacía mi, intenté hacerme la tonta y alejarme, pero demasiado tarde porque no trato en decirme:
-¿Tú quién eres?- Lo dijo con algo de enojo y asco
-Dove Wilson, mucho gusto – Extendí la mano , pero como era de esperarse, no la acepto
-¿Qué haces aquí?
-Yo.... Pues.... Derek – Intenté por fin decir algo, pero alguien me interrumpió con su alegría
-Palomita
-Hola, saltamontes
-Te extrañé – Y sin más me abrazo
-¿Maya? -Dijo la mujer
-Ah, Kendra , te presento, a mi palomita, palomita – me miro – te presento a Kendra, una amiga de mi padre
-Soy más que una amiga
Maya la miro con enojo
-Quisieras – fue lo único que dijo, antes de sacarnos de ahí
Me llevó al jardín y le dije:
-Tengo que hablar contigo
-Ay no, cuando empiezan así, es porque es algo feo – me miro y sonrió – No Palomita por favor , no me dejes, aún ni siquiera cumplimos un mes de relación, ¿Que he hecho mal? – puso una mano en su pecho y la otra en la frente de forma dramática
No pude evitar reírme
-No seas payasa , es algo serio
-¿Qué pasó?
-No podré quedarme los tres días, me voy a ir hoy – sus ojos se estaban cristalizando , tomé sus manos – a tu padre le han dicho que tiene que ir de emergencia
-Pe... pero ,¿ya no te voy a volver a ver?
- No saltamontes – las lágrimas eran incontrolables
-Prométeme algo
-¿Qué?
-Que jamás me vas a olvida
-Te lo prometo
-Realmente te quiero mucho Dove – me abrazó y en mi hombro comenzó a llorar sin control
-Y yo a ti saltamontes, y yo a ti