Sin Conexión

La Isla

—¿Bloom? —Escucho que una voz me llama por mi nombre, volteo a ver a todas direcciones, pero no hay nadie—. ¿Bloom, me escuchas? —repite aquella extraña voz en un susurro.

—Te escucho —susurro en respuesta, no muy segura de a quién le estoy dirigiendo la palabra.

—No intentes darme forma o siquiera un cuerpo para entender que existo y que esta noche vengo a ti a hablarte. Solo necesito que imagines algo por mí, algo que me haga sentir que para algo he venido a este mundo.

«¿De dónde proviene esa voz?», me cuestiono internamente.

—No logro comprender, pero intentaré hacer lo que me pides. —No estoy segura de por qué voy a hacerle caso a una voz que proviene exactamente de la nada misma, pero hay algo en el tono de su voz que me hace sentir incertidumbre y, a la vez, serenidad.

—Cierra los ojos. —Esta vez la voz retumba dentro de los más profundo de mi mente. El eco se repite una y otra vez desde los pensamientos más ocultos que viven allí.

Por alguna razón, mis ojos se cierran al instante en el que ella me lo indica. ¿Qué es lo que estoy haciendo? Puedo notar que el ritmo de mi corazón se ha acelerado, que he comenzado a sudar frío y el aire se hace escaso en mis pulmones. ¿Qué clase de extraña sensación es esa? ¿Acaso estoy muriendo?

La voz vuelve a hablar: —Bloom, quiero que imagines todo lo que voy a decirte, luego de ello necesito que respondas dos preguntas muy importantes. Esas son las que me indicarán que de verdad vale la pena mi existencia en este mundo rodeado de maldad y violencia injustificable. ¿Eres capaz de hacer lo que te pido?

Un simple «Sí» es todo lo que puedo articular antes de sumergirme en la oscuridad más terrible de todas. La oscuridad de la propia mente.

—Imagina una isla. Imagina el agua más cristalina que hayas visto en tu vida, rocas de distintos tamaños y colores y, un sinfín de especies distintas de animales acuáticos. ¿Puedes ver la orilla? Con sus arenas blancas, su playa virgen, sin ninguna pequeña porción de impureza siquiera. Pequeñas ostras incrustadas en la arena, ese escurridizo cangrejo que busca un nuevo caparazón para seguir creciendo cómodamente. ¿Ves las palmeras? En ellas se esconden miles de pequeños animales. Algunas aves forman sus nidos allí para poner sus huevos, para tener mayor protección. El sol brilla en lo más alto del cielo, dando el calor necesario para que las plantas y los árboles crezcan en abundancia. Durante el día los animales cantan miles de canciones al unísono, no eres capaz de diferenciar a cada uno de ellos, pero aun así disfrutas del concierto. La vida misma en un lugar que pocos saben de su existencia. Aquella isla no aparece en todos los mapas, al menos no en su totalidad. A veces puede aparecer fraccionada, otras apenas si puedes ver un poco de su contorno.
Ahora bien, has tenido la primera impresión. Has visto esta preciosa isla durante el día. Durante su mejor momento. Ahora, imagínala de noche. Imagina una enorme luna llena con un cielo lleno de puntos brillantes adornando ese enorme lienzo de color negro. La luz brilla tan fuerte que puedes verla reflejada en el agua, iluminando el escenario que el mar tiene para ti. La danza de los que nadan sin descanso alguno, tan delicados, tan frágiles si llegaran a salir unos minutos fuera de su lugar en el mundo.
De pronto, un relámpago ilumina todo el cielo de la forma más terrorífica que hayas podido imaginar alguna vez. El trueno llega segundos después, logrando que muchos animales chillen o corran a esconderse. Una de las peores tormentas eléctricas se aproxima, es necesario conseguir un refugio porque la marea sube y no hay escapatoria. Las primeras gotas de agua no se hacen esperar en un manto que cae sobre la noche sin piedad alguna. No hay tiempo que perder. El agua comienza a subir de manera tan apresurada que las arenas son sepultadas en un abrir y cerrar de ojos, las copas de los árboles se mueven tan abruptamente que pareciera que el viento las arrancará de raíz. No hay dónde esconderse, las cuevas que se encuentran allí no están a la suficiente altura para que el agua no las alcance, inundándolas en su totalidad. No hay dónde ir, la marea te alcanza y eres arrastrada a las profundidades de esta hasta ahogarte.
Imagina despertar, en la playa. Tus ropas empapadas, algo rasguñada, pero por algún milagro inexplicable sigues con vida. Miras a tu alrededor, sin poder creer lo que ves.
Piedras preciosas brillando por toda la arena, cofres abiertos repleto de joyas y oro, frutas de todo tipo para que puedas alimentarte y saciar hasta el hambre de veinte personas más.
A lo lejos ves una gran hoja de papel, desgastada por el paso del tiempo y las malas condiciones. Vas hasta ella y te das cuenta de que es un mapa. Sí, el mapa de esa isla. Puedes ver que hay partes que no están dibujadas, como si aún faltara explorar aún más de ella. Ahora bien, imagina que aparece una pequeña flota anclada en la orilla de la playa. Tienes la opción de irte, la opción de volver a tierras conocidas por ti y sentirte seguro o puedes quedarte para completar el resto del mapa y volverla tu hogar, pero sabes que esta isla no es estable, que habrá tormentas arrasadoras, que el sol no siempre estará en lo más alto del cielo para protegerte de las temibles garras de la oscuridad. Es tu decisión.
Ahora bien, Bloom. Abre los ojos. —La voz se detiene hasta que yo, inundada de tantas emociones, soy capaz de volver a abrirlos. —Necesito que respondas mis preguntas, las que prometiste que responderías en un principio. ¿Puedes?

—S-sí —tartamudeo antes de tragar saliva. Las emociones aún no se calman dentro mío, puedo sentirme arrastrada por las aguas más violentas que existen.

—Bien, la primera pregunta. ¿Qué fue lo que sentiste al imaginar todo aquello? —Su voz golpea fuerte una parte dentro de mí.

—¿Qué sentí? —Carraspeo—. Sentí una estampida de emociones, felicidad, alegría, tranquilidad, curiosidad, miedo, inseguridad, tristeza, euforia, emoción, estabilidad, extrañeza. He sentido tantas cosas que no estoy segura de poder nombrarlas todas.



#6179 en Otros
#1794 en Relatos cortos

En el texto hay: sentimientos, pensamientos, reflexiones

Editado: 06.02.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.