Capítulo 5. El me conoce bien

    -Zarah me contó lo de tu accidente-y a mí me contó lo de tu engaño con Vannessa en la casa de Allison-dije muy molesta.

   -Lo de Vanessa y yo fue un error y un descuido que nunca debió pasar.

   -Es enserio, vamos Thiago no digas mentiras, dile la verdad, dile lo que me dijiste a mí-dijo Vannessa furiosa.

   -Vannesaa, mejor ni te metas, este asunto no te corresponde a ti -dijo Zarah.

   -A ti tampoco te corresponde Zarah-dijo Vanessa mientras ponía los ojos en blanco.

   -Este asunto no le corresponde a ninguna de las dos y los únicos que deberíamos de hablar somos Sam y yo-dijo thiago molesto por la actitud de Vanessa hacia Zarah.

   -Thiago tiene razón, pero es solo que la actitud de Vanessa me saca de mis casillas-dijo Zarah.

   -Zarah, Vannessa, ¿Podrían dejarnos a Sam y a mí a solas?

    Tenía el presentimiento de que si Zarah y Vanessa se iban el asunto con thiago se iba a poner incómodo. Mientras Zarah se iba yo la agarraba fuertemente de la mano con tal de que no se fuera.

   -Sam, necesitas hacer esto, necesitas hablar con Thiago por tu bien-dijo Zarah susurrando mientras que yo apretaba su mano aún más fuerte de lo que lo hacía antes.

   -Sam, deberíamos hablar a solas, ¿Crees que podamos ir a tu cuarto?

    Maldición, no sabía que hacer, el estar con Thiago a solas haría las cosas incómodas sin contar que me ponía algo nerviosa-¿Sam?-dijeron Thiago y Zarah a la par sacándome de mis pensamientos-¿Si?-dije aún ida, no quería hacer esto, no ahorita, no sin al menos conocer un poco más a Thiago, lo único que sabía de él era su nombre "Santhiago".

   -Bueno a ver a qué hora se digna Zarah para dejarlos hablar-dijo Vannessa rodando los ojos.

   -Esta bien me voy, pero a dejarte sin dientes, si es lo que quieres en realidad.

     Ya comenzaban a ser por ahí de las 7pm y Thiago y yo seguíamos sin hablar y Zarah y Vannessa sin dejar de pelear un solo minuto, la tripa me rugía del hambre y la cabeza de estallaba por tantos malditos gritos tanto de Vannessa haciendo enojar a Zarah, como de Zarah defendiendose; si algo había aprendido de Zarah en estos días es que no se dejaba pisotear ni hacerse menos por los comentarios de las personas.

   -¿Te parece si vamos a hablar a tu cuarto?

   -Solo si es después de comer.

   -Pues hay que correr, antes de que te pongas de malas por no comer y yo no quiero tener la culpa.

   -Me conoces bien.

   -Aún recuerdo todo sobre ti, tu color, comida, personaje, película, libro, lugar y bebida favoritos, se quien es tu mejor amiga y tu mejor amigo.

   -Es enserio que recuerdas todo sobre mi.

   -¿Por qué no lo haría?

   -No lo sé, quizás porque se supone que tú y yo ya no somos nada.

   -¿Ni siquiera somos amigos?

   -No lo sé, para mí es como si te acabará de conocer, entonces, no se absolutamente nada sobre ti y creo que tendrás que ganarte mi confianza de nuevo.

   -No creo que sea tan difícil, ya que te conozco desde la secundaria y no has cambiado nada en absoluto.

   -Sam, ¿Qué tu no te estabas muriendo de hambre?

    Por un momento había olvidado por completo que tenía hambre, pero ahora que Zarah me lo había recordado mi hambre había vuelto.

   -Bien punto, yo creo q mejor nos vamos.

   -¿A dónde iremos?-pregunte demasiado impaciente.

   -Iremos a comer.

   -Eso es obvio, la pregunta es ¿En qué lugar?-gire los ojos, el sarcasmo de Thiago era bastante malo.

   -Eso es aún más específico-dijo el dudando su respuesta-Iremos a comer a unos tacos en la calle, de esos en los que o te sientas en la banqueta o comes parado.

    Me dieron náuseas de solo imaginarme el lugar, no me agradaba la idea de comer en un lugar poco higiénico en la calle, sentada en la banqueta, no me agrada para nada.

   -Es broma, se que no te gustan esos lugares, jamás te llevaría a un lugar así-dijo Thiago después de ver mi cara de asco. 

     Nos tardamos mucho en elegir el lugar al que iríamos, cuando por fin llegamos al lugar que decidimos entre todos se tardaron mucho en atendernos ya que el lugar estaba lleno de gente que habia llegado muchísimo antes que nosotros. 

    Nos atendieron dos horas después y para el colmo se tardaron en tomarnos la orden y llevar la comida, así que cuando terminamos de comer ya eran las 11pm.

    El lugar no estaba tan cerca de mi casa por lo que nos tardamos una hora y media en llegar, estaba muy cansada como para hablar con Thiago, pero lo único que podía pensar mi mente en ese momento era lo que me diría mi madre a mi y Zarah por haber salido sin pedir permiso ni avisar la hora de llegada.