Andy
Después de un largo tiempo besándonos, tomamos asiento en la mesa y comenzamos a cenar. Leonardo en todo momento me halaga por la comida y yo gradezco.
Termina de masticar y dice:
Toma en vaso de agua frente a él y da un trago. Mantiene la mirada agachada.
Me quedo inmóvil en mi asiento. Aún recuerdo la última vez que lo vi. El amenazo con vengarse. Y no dudo que cumpla su palabra.
Leonardo toma mi mano y me regresa a la realidad.
Exhala. Baja la mirada y la levanta de nuevo con una amplia sonrisa. ¿Por qué esta sonriendo?
Me quedo en silencio analizando cada palabra de lo que me ha dicho. No puedo creer que Alberto haya hecho eso.
Leonardo es el amor de mi vida y admiro cada aspecto de él, aunque creo que esta siento demasiado ingenuo al crees en Alberto. Dice que han sido amigos desde niños, ¿Cómo es que no se da cuenta que “su amigo” está tramando algo en su contra?
Las personas cambian, día a día, Leonardo está confiando en Alberto y puede que se este equivocando. Puede que me esté comportando un tanto paranoica y exagerada pero no permitiré que Alberto o cualquier persona nos dañen.
Cambiamos de tema y el resto de la cena platicamos de nosotros. Nuestra boda. Nuestro futuro.
No se cómo llegamos hasta este tema pero Leonardo ha dicho que quiere tener 5 hijos. Contuve el aliento cuando lo escuche hasta que dijo que era broma. No me veo criando 5 hijos, creo que son muchos.
Al final acordamos que sería solo 2, una niña y un niño. Es increíble que ya estemos pensando en este tipo de cosas.
Acuna mis mejillas con sus manos y sus labios se apoderan de los míos. Nunca creí llegar a amar a una persona con tanta intensidad, que ahora es mi razón de vivir.
Platicamos de muchas otras cosas que el tiempo deja de importar. Cuando terminamos de cenar me ayuda a recoger, incluso se ofrece para lavar los platos sucios. Al terminar nos sentamos en la sala. Leonardo solo me observa y yo sonrió cuando lo noto.
Niega con la cabeza y responde
Leonardo nota mi confusión
Sonrió por esa pregunta.
Por su cara sé que está sorprendido, yo aún lo estoy.
Deseo que mi hermano sea feliz de nuevo.
Sus palabras me hacen pensar que hay una historia ahí, pero no pregunto sobre ello.
Observo las fotografías que están en la sala. En cada una de ellas veo una versión más joven de Leonardo y Aarón.
Tomo una de las fotografías. Están ellos dos jugando en un hermoso jardín, se ven tan felices. Me habría gustado haber tenido hermanos o hermanas. No lo sé. Creo que de esa manera no me sentido tan sola cuando mi madre murió.
Regreso la fotografía a su lugar. Sigo observando el resto de las fotografías. Me detengo en una fotografía en particular. Es una foto familiar. Al frente está Leonardo y Aarón con una gran sonrisa, detrás se encuentra Sonia; su madre se ve increíblemente hermosa y a su lado hay un hombre con una mirada seria. Siento que la he visto antes.
Recuerdo la foto que estaba en la carta de mi madre.
Es el mismo hombre. No tengo dudas.
Varias preguntas pasan por mi mente y se dónde encontrar las respuestas.
Veo la cara de Leonardo parece preocupado y confundido.
Intento aparentar que todo está bien.
Me pongo de pie y busco mis cosas. Me dirijo hasta la salida pero Leonardo me detiene cuando toma mi mano.
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Editado: 09.05.2020