Sin recuerdos de ti

CAPÍTULO 13°

Andy

No puedo sacar de mi cabeza las palabras de Rosi.

<<Leonardo está interesado en ti>>

Ahora entiendo porque ha estado tan preocupado y atento conmigo.

No puedo dejar de pensar en él. Me consumen las ganas de verlo, de abrazarlo, de estar con él. Tenerlo frente a mí y decirle:

<<Me gustas>>

Que estoy enamorada de él, y escuchar de sus labios que está enamorado de mí.

De solo imaginarlo mi corazón se acelera y una gran sonrisa se forma en mi rostro.

Es asombro cuando alguien llega a tu vida, sin que lo esperes y al final ese alguien, resulta ser lo que siempre has estado esperando.

Esta mañana Diana y Rosi decidieron adelantarse para comprar unos materiales que necesitan.

Cuando abro la puerta principal para ir a la facultad me sorprendo al ver quien está en la entrada. Inmediatamente se borra mi sonrisa.

  • ¿Qué haces aquí? (comienzo a cuestionar, mi voz suena más irritada de lo que pretendo)

Sus labios se curvan en una gran sonrisa arrogante.

  • Creo que alguien se levantó del lado equivocado de la cama.

Ahora es mi turno de sonreír.

  • Ese no es asunto tuyo, Jimena. Es mejor que te vayas.
  • Me iré, descuida. Esto no es una visita de cortesía. Solo vengo a decirte…bueno de hecho es una advertencia. (tiene que ser una broma). Quiero que te mantengas alejada de Alberto. Déjalo en paz, sino….
  • ¿Sino que? (la interrumpo y doy un paso amenazante hacia ella). ¿Qué me harás?, ¿Eh?, ¿Quién te crees que eres para venir a mi propia casa a “advertirme”? (hago comillas con las manos en la última palabra)

Solo recibo silencio de su parte.

  • Es absurdo que me exijas eso. En todo caso pídele a él que deje de buscarme. No quiero saber nada de ti, ni de él. Te repito lo mismo que te dije aquel día que los encontré juntos. Te lo regalo. Quédatelo. Yo, no quiero volver a verlo, por lo que me resta de vida.

Trato de pasar por su lado pero me detiene al sujetar mi brazo.

  • Espero que sea verdad lo que dices.

Volteo a verla. Con l mirada le hago saber qué sino me suelta se arrepentirá. Ella termina cediendo.

  • Tan insegura eres, Jimena. Eres patética. Me das lastima…
  • Estúpida…

Intenta darme una bofetada pero la detengo en un movimiento muy rápido, que hasta me sorprendo.

Su rostro se sonroja debido al disgusto y contengo mi sonrisa.

¿Qué pensaba? ¿Qué no me iba a defender?

Se equivocó.

Me está lanzando una mirada llena de odio y rabia. No dejare que me intimide.

Arrojo su mano de mala gana y digo:

  • A diferencia de ti, yo, si tengo dignidad. Jamás estaría con in hombre que no me respeta.
  • Tú no me conoces, así que no hables de algo que no sabes.
  • No te preocupes, no lo hare. Pero a cambio déjame en paz.

Continúo mi camino pero antes digo una última cosa.

  • Alberto y tú, son tan para cual. Espero que sean felices.

***********

Leonardo

Decir que estoy contento, sería poco. Durante toda la noche, solo estuve pensando en Andy.

Y ese beso.

Tal vez estoy exagerando, pero no me interesa. Sé muy bien que soy un exagerado.

Ese beso puede que solo fue en la mejilla, pero significo tanto para mí.

Estoy dispuesto a todo por hacer feliz a Andy.

Sé que no es el momento adecuado, por esa razón no me atrevo a confesarle mis sentimientos.

Siento como se me destroza el corazón cada vez que la veo llorar. No soporto ver que sufre, y mucho menos si el causante de sus lágrimas es Alberto.

Sería capaz de dar la vida por ella, sin pensarlo.

Andy es la principal razón de que siga en San Carlo. Por ella, busque un empleo. Y afortunadamente lo he conseguido.

No es una empresa muy grande sin embargo planea serlo. Una de sus principales metas es llegar al mercado internacional y justo eso es lo que hare.

Gracias a mis estudios en el extranjero, fue más fácil conseguir el puesto de Jefe del departamento de comercio exterior.

Me han pedido que comience con mis labores lo antes posible.

Hoy es mi primer día de trabajo. Estoy entusiasmado y nervioso a la vez. Lo primero que hago al llegar a la empresa, es dirigirme al área de recursos humanos para revisar todo el papeleo para mi contratación.

Leo detenidamente el contrato y después me dispongo a firmarlo. El hombre frente a mí se pone de pie y me extiende su mano para después decir:

  • ¡Bienvenido! Estoy seguro que lograras grandes cosas en la empresa “Esvel”.

Me levanto de la silla y estrecho su mano.

  • Gracias, le aseguro que no se arrepentirá.

Retiro mi mano y el hombre comienza a marcar en el teléfono y cuando le responden dice:

  • Martha, podrías venir a mi oficina. Gracias.

Cuelga y unos segundos después aparece una mujer. Ella parece rondar los 40 años, no es muy alta, su cabello es oscuro y usa lentes. Parece ser muy amable.

  • Dígame, licenciado.
  • Él es Leonardo Collins, (me señala con su mano) ocupara el puesto de Jefe del departamento de comercio exterior. (dirige su mirada a mí y continua) Ella es Martha Quirán, será su asistente. Le ayudara a ponerse al tanto de todas sus ocupaciones, además le ayudara a conocer las instalaciones.




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