Selene llego a una peluquería en donde estaban buscando una recepcionista. Cuya peluquería era de alto nivel, se notaba la elegancia. Aunque, se arriesgaba al buscar trabajo cerca de los aristócratas, No creyó que nadie la fuera a reconocer allí. Quien se va a imaginar que la organizadora de eventos de la familia real está trabajando en una peluquería, pensó que debería tintarse el cabello, pero por lo que ha escuchado las mujeres embarazadas no pueden hacer eso.
— ¡Buenas, señorita! A la orden — una chica muy joven se acercó a ella.
— ¡Hola! — Le respondió— Vi en el periódico que están buscando una recepcionista y vine por el empleo.
— ¡Ah! Claro pasemos a la oficina y hablamos.
La oficina; consistía en una habitación enorme que más bien parecía un apartamento.
— Siéntate por favor —la mujer le señalo la silla delante del escritorio , luego estiro la mano para tomar el formulario—. Soy Sara, la dueña del establecimiento —abre el formulario y comienza a leer.
— ¡Soltera! — Alzo la vista— ¿Sabe que necesitamos permisos de sus padres para darle el trabajo? — Asintiendo Selene le paso el certificado—Bien, señorita Monzón empieza usted hoy a trabajar, espero no había inconveniente necesitamos una recepcionista enseguida.
— No hay ningún problema — Sara se dispuso a enseñarle cómo hacer las cosas, luego de un rato se sabía cómo funcionaba todo.
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En la casa real, Alexander se encontraba con un botella de Whisky en las manos, y un muy molesto Cesar sermoneándolo.
— ¡Alexander! A pasado un mes, necesitas ponerle fecha a tu coronación, ¡por Dios! Sabes que el consejo ha enviado una carta diciendo que se hará cargo del país, si no te presentas en un mes.
—Cesar, si voy a ir a la reunión pero no ahora —espeto furioso— deja de decirme cómo manejar mi vida no eres mi padre.
Cesar ya cabreado dio un manotazo al escritorio.
— Pues pareces mi maldito hijo Alexander, te estás comportando como un niño malcriado— Alexander se puso de pie ya cansado de todo.
— ¡Es mi maldito país y mi maldita casa, mi maldita manera de ser y mi maldito problema! — gritó frustrado de los regaños de Cesar.
— Tú y tu maldito todo, nos llevaran a la ruina —Cesar salió furioso.
Alexander, sabía que Cesar tenía razón, pero, él estaba tan cansado y dolido. Se sentía solo.
<Un rey con castillo y sin reina, es una bestia solitaria> Esas eran las palabras de su padre. Su padre, el cual estaría muy decepcionado de Alexander ahora mismo, para el futuro rey todo era culpa de Selene, ella era una zorra que había traído recuerdos dolorosos. El príncipe estaba decidido en hacerle la vida miserable a Selene y su bastardo, como futuro rey tenía el poder de ordenar que nadie la acogiera en ningún lugar. Alzo el telefono y comenzó a llamar, decidido a estropearle la vida a quella mujer.
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Selene se encontraba en su puesto de trabajo, cuando su jefa Sara se acercó furiosa
— Selene a mi oficina. ¡Ahora! — la chica la siguió a la oficina muy confundida, cuando entro Sara cerró la puerta con fuerza — ¿Por qué no me habías dicho que estabas embarazada? Y peor aún sin casarte y sin marido. ¡Selene estas despedida! — abrio los ojos sorprendida ante lo revelado por Sara . Podia permitir sus insultos hacia ella ,pero lo que no iba aceptar era que insultaran a su hijo.
—Primero que todo mi hijo no es ninguna bastardo…
— ¡Ah! Es verdad, creí que solo estabas más gorda.
—Pues sí y le digo algo, no se meta con mi hijo. No me avergüenzo de mi bebé, me avergüenzo de su progenitor, él solo fue un maldito donador de esperma, cobarde que de seguro es quien está haciendo esto.
— ¡Eres una vergüenza para la aristócratas! Como no me di cuenta de tu apellido, tu rostro se me hacía tan familiar.
— Me importa una mierda, lo que digan los demás y mucho menos usted, váyase a la mierda usted su negocio y hasta el maldito futuro rey.
Con la ira carcomiendo su cuerpo salió del local. Sabía que Alexander iba a tomar represalias, pero nunca creyó que la encontraría, de hecho no sabía que la estuviera buscando para arruinarle la vida.
“¡Oh mi bebé! Tu padre es el hombre más horrible que he conocido”, pensó dolida. “¿Cómo estar embarazada es un pecado para este país? Dar una vida no debe ser prohibido. Fuera o no del matrimonio. Las mujeres tambien son capaces de salir a delante sin necesidad de un hombre.
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Horas después llegó a su apartamento. Teresa se lo había alquilado hace un mes cuando consiguió trabajo, se arrojó a la cama llorando como una idiota.
— ¡¿Por qué Alex?! ¡¿Por qué?! — grito en la soledad de su habitación.
.....
Una semana más tarde Selene consiguió otro trabajo, ya llevaba 2 días trabajando allí.
—Selene, vamos un momento a mi oficina.
Esas palabras ya eran tan familiares para la chica.
—Selene se nota que eres una chica buena pero... —ella no lo dejo terminar.
—Ya lo sabe, ¿cierto?
— Sí, lo siento Selene pero, si no te despido mi negocio correrá riesgo de ser cerrado es una orden directamente del parlamento y de la línea de su familia.
Enojada limpio esa lágrima que se escapó, ya estaba cansada de llorar.
— No pasa nada Javier, ya lo venía venir. Gracias por el trabajo.
Javier le pago los dos días. Aquel hombre le dolía ver como la muchacha que solo había conocido por dos días se iba de su negocio, él sabía que era duro para ella. Su hija había pasado por lo mismo, pero el decidió no abandonarla, acepto a su nieto como hijo propio para que ni él, ni su hija tuvieran problemas. Todos creían que su último hijo era propio. ¡Las leyes apestan!
Selene abatida y resignada se fue donde Teresa, quien se había convertido en su amiga y confidente.