Sin Testigos De Amor

El gran amor de mi vida

Al día siguiente empaque mis cosas, la verdad mis nervios me mataban ya que no sabia como reaccionaria Laura al llegar ella se estaba yendo de ahí, me miró con odio, me creía culpable de todo lo que le pasaba cuando yo no hice nada. Gustavo me ayudó con todo, cuando me instalé bajé a la tienda, el estaba un poco triste ya que después de todo por mas mala que sea, Laura era su hermana de eso no había duda. 

—¿Quieres ir a cenar hoy?. —Mis palabras salieron y hasta yo me sorprendí, no quería nada romántico, quería demostrarle mi agradecimiento, él era un sol que me ayuda casi sin conocerme.

—Pues ... .claro, podemos ir en la noche.

—Si, tengo antojos de pizza, claro si quieres otra cosas podemos ir no hay problema.

—Claro que no, tu invitas tú eliges, nadie le puede decir que no a una mujer embarazada. —Me sonrió después de todo le saque una sonrisa, igual sonreír y continuar con mi trabajo, no pasó mucho tiempo cuando entró Lili con la hermana de Dante, seguro vienen a burlarse de mí.

—Mirala, ahi esta la niña sexy que no era capaz de tomar la escoba para barrer. —Dice Lili soltando la carcajada más malévola que le he escuchado, no entiendo porque cambio tanto.

—Huy que mal por ti, mi hermano te consentía en todo y ahora mírate, nadie te quiere, pobrecita.

—Miren larguense de aquí, nunca pensé que cambiaras así, éramos amigas.

—Si éramos, hasta que por tu culpa murió Dante, él no se merecía a nadie como tu.

—¿Qué pasa aquí?. —Llegó Gustavo a poner orden, sabía que de alguna manera él me defendería.

—Venimos a darle una limosna a esta sucia barrendera, no se como tienen trabajando a este tipo de personas aquí.

—Si, ella se encarga de la limpieza y que con eso, por lo poco que he visto es mejor persona que mucho de los que visitan mi tienda, que pena me da, siempre la he visto por aquí y nunca pense que seria asi de cruel, sinceramente la que necesita limosna de humildad son ustedes señorita, así que si no tiene nada más que hacer retirense de mi tienda y no vuelvan mas. — Lili se puso hasta verde del coraje ya que a diferencia de Laura el si me defendió de ellas.

—Gracias. —Dije sonrojada.

—Tranquila, mientras yo esté aquí nadie te dirá o te hará daño, somos amigos.

El era diferente, pasaron los meses y no volví a saber nada de Paul y tampoco de Lili, desde que Gustavo la puso en su lugar ella no regreso, mi embarazo ya casi llega a su fin, pues me he sentido más cansada de lo habitual así que solo paso en casa los últimos días, Gustavo ha estado en la tienda ocupándose de todo, Laura volvió como dos veces a pedir perdón pero su hermano simplemente la ignoró, veo que Gustavo es muy buena persona pero cuando se cansa no vuelve hacer el mismo.

Mis sentimiento hacia Paul han disminuido o eso creo ya que no pienso en él tanto como al principio, trato de ocuparme en otras cosas por otro lado se que mi hermana estaba vendiendo la hacienda, lo vi por los anuncio de ventas que me aparecen en redes sociales, quise llamarla y preguntarle porque lo hacia pero no me atreví, renuncie a todo  lo de mi madre, no quiero dinero solo vivir en paz.

Ya era de noche y bajé a la tienda, me sentía un poco mal así que iba a decirle a Gustavo que me acompañe al doctor, al bajar veo que estaba ya cerrando la tienda.

—Hola Gustavo. —Al verme sonrió, no esperaba verme.

—Hola Karina, ¿Pasa algo te veo pálida?. —Su cara cambió de feliz a preocupado, pues se dio cuenta que algo pasaba.

—Me siento mal, creo que el bebe ya viene. —Enseguida tomó las llaves del carro y me ayudó a subir, según mis cuentas no era tiempo todavía, faltaban como 2 semanas.

—Tienes que ser fuerte ya que viene tu bebe. 

—Si, solo conduce si.

Ya tenía listo una pañalera con todo lo del bebe, no sabia que era porque nunca quise saber la doctora me hacía los ecos pero como le dije que no me dijera nada, ella respeto eso, el estaba bien de eso no había duda.

Al llegar ya no aguantaba más, mi bebe nacería, y su padre no estaría con él, eso era lo que más dolía además de no saber si el padre era Dante o Paul, eso me mataba aun mas, Gustavo estaba conmigo en todo momento.

Escuchó que estaba el enfermero hablando con Gustavo, su voz era conocida, pero del dolor que sentía no la reconoció, le preguntaba si él era el padre pero escucho como el dijo que no que solo era mi amigo, eso me agrado ya que Gustavo nunca me a hecho alguna propuesta inocente, el es muy buen hombre.

Veo al enfermero que entra y al verlo todo se me derrumbó, era Paul, él también se quedó helado, no esperaba verme así y a punto de dar a luz.

—¿Qué haces aquí? embarazada, Karina tienes mucho qué explicarme.

—La pregunta es ¿Qué haces aquí?, nunca me dijiste que eras enfermero o doctor. —Pensé que al verlo sentía que mi corazón se alegraría o algo así pero como estaba con dolores verlo a él era lo que menos me importaba.

—Estudié medicina, nunca hablamos de eso, es más nunca hablamos de mi solo de ti y tu familia, no me gusta la medicina por eso no me dedicaba a eso.

—Ha y ¿Qué haces aquí entonces?.




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