"Odiado Zack:
Jodida madre, llámame cobarde de nuevo y te partiré las piernas, primero de todo, no tengo la necesidad de hablarte a la cara, la verdad es que no me apetece perder neuronas.
Segundo, si quisiera decirte algo, lo haría, pero como ves, no hay necesidad y te lo recuerdo por si se te ha olvidado, esa carta no iba para ti.
- K"
Parecía que que K se había levantado con el pie izquierdo, porque vamos, no era normal el odio que me tenía por cosas tan insignificantes como ser guapo. Miré la hora y decidí que me daba tiempo a responderle, por lo que agarré un post-it y comencé a escribir:
"Buenas K:
Leer tus cartas agresivas por las mañanas es bastante relajante, se podría decir, pero ahora hablando en serio, ¿me odias por ser demasiado guapo? Já, nunca había escuchado eso de alguien. Bueno sí, del capitán del equipo de fútbol, al menos él me lo decía en la cara.
- Z."
Sonreí al ver que había firmado con mi inicial, estaba dispuesto a seguirle el juego a K, solo para saber su identidad. y quién sabe, quizá hasta podríamos ser buenos amigos al final de todo, aunque eso dependía de ella o él.