Lo primero que veo es una chaqueta de cuero negra, pantalones muy apretados y lentes de aviador oscuros, claro no se puede ignorar el hecho de que mide como 2 metros y yo apenas 1,60. Dirijo mi mirada al chico y veo una piel algo bronceada, su cabello es crespo y esta despeinado.
-Diculpa me toca a...
-¡¿Y tú quién eres?!-dice interrumpiendome en tono muy despectivo el muy idiota.
¿Y este quién se creé?
-Soy una persona-ya no intentó que mi tono sea amable-y exactamente la persona a la que le toca este turno. Digo mostrando mi ficha con el número 15.
El sólo resopla y eso me molesta muchísimo, con el atrevimiento que suelo tener lo empujó pero este casi ni se mueve así que decido meterme en el pequeño espacio que queda entre el y el mostrador, puedo escuchar como se ríe a lo bajó y acto siguiente se mueve un poco más para que nuestros cuerpos no choquen.
Rápidamente tomó mi capuchino con extra crema y dos clases de dulces más gomitas, le doy las gracias a las chica que atiende mientras tomo dos bombillas una azul y otra rosa mis colores favoritos, me importa una mierda que sea cursi y que el tipo de alado se ría de mi, hay cosas que hago sin importar que,mientras me muevo a un costado para ya no estar cerca de esa desagradable persona escucho que se ríe y dice:
-Claro que ibas a pedir una mierda como esa-se que me habla a mi porque apunta con la mirada mi capuchino.
-¿A qué te refieres?-en ese momento el toma su café empujandome un poco del mostrador, claro que iba a recibir un café sin esperar turno si la chica del mostrador babea por el.
A veces las mujeres podemos ser muy tontas por una cara bonita, ese no es un defecto netamente masculino.
-A que hay dos tipos de personas-dice retomando el hilo de la conversación-las que toman cafe-eleva ligeramente su vaso para acentuar su punto-y las que toman esas mierdas que sólo son golosinas con leche-mira con un poco de asco mi vaso.
Que amargado,si quisiera tomar algo tan amargo por gusto tomaría algún medicamento no un café.
Sólo resoplo y decido dar por terminada esta pequeña charla, pongo las bombillas en el vaso y doy un trago que sabe a azúcar y siento como se quita el sueño que tengo por desvelar o mejor dicho no dormir anoche, miro al chico que aún tiene cara de asco y le doy una mirada de suficiencia que dice "me importa una mierda lo que digas" y me dirijo hacia la salida.
Carlo me abre la puerta y cuando estoy por entrar escucho que gritan, dirijo mi mirada hacia el ruido y veo al mismo chico de la cafetería con la puerta abierta de lo que supongo que es su auto, parece un auto caro pero la verdad es que no tengo ni idea de autos.
-Me alegraste el día persona! Después se sube a su auto y se va conduciendo por lo que supongo es por encima del límite de velocidad
-¿Qué fue eso? Pregunta Carlo
-No tengo ni idea Carlo...
Mientras terminó de maquillarme para la cena de esta noche, pongo algo de música de Imagine Drangons y canto al ritmo de su gran musica.
Esta noche es la cena anual de la productora de música de papá que es muy influyente aquí en Londres, este año papá se convirtió en el accionista mayoritario de la misma aunque lo suyo no sea la música si no los negocios.
Empecé a ir hace dos años con la esperanza de toparme con cantantes famosos, pero nunca encontré a nadie, sólo aburridos socios y gente que al ver nuestra maravillosa familia hacen jugosas donaciones a las ONG'S que apoya la empresa o la recomiendan como una de las mejores productoras, aunque dudo que lo sea ya que nunca buscaron calidad de música sólo música que sea rentable y pegajosa contratando chicos y chicas lindas que puedan ser muy famosas o obligándoles a salir con gente famosa para tener más ventas.
Sí, si algo tenía decidido era que no planeaba trabajar en la empresa de mi papá.
El año pasado intente no ir, pero fue un intento estúpido ya que amenazaron con cortar mi tarjeta de crédito si no iba, puedo odiar a mis padres pero si hay algo que no detesto es su dinero. Puede sonar mal pero me encanta mi vida cómoda aunque el precio sea estar sola o con niñeras desde que nací y claro ver como mis padres se odian entre ellos y sospechó que se engañan, cuando era más pequeña recuerdo que mamá se esforzaba mucho por complacer a papá, no se en que momento dejó de intentarlo pero un día sólo llegue de mis vacaciones por Europa y parecía que desde ahí nunca se volvieron a ver a los ojos.
Una vez puestos mis tacos con la parte inferior roja soy 20cm más alta, me veo al espejo y me agrada lo brillante que es mi vestido rojo, con un escote en la parte delantera y con una abertura en mis piernas pálidas, mi cabello en una cola de caballo alta y rubia y un maquillaje sutil excepto por los labios que van tan rojos que parece que sangran.
Escucho abrir mi puerta y veo por el espejo a Troy,se ve lindisimo en un traje negro con una moña o pajarita blanca.
-Si fueras hetero saldría contigo, que mierda me embarazaria a propósito para quedarme contigo-digo riendo mientras me acerco a el que me mira y ríe ligeramente
-Según la gente lo soy, si lo fuera ten por seguro que serías mi princesa cariño-intenta que suene divertido pero noto la amargura en su voz, se que le molesta tener que fingir ante la gente.
-Ni que tuvieras tanta suerte Troy-intento que suene ligero pero demonios cada que dice ese tipo de cosas siento un zoológico en mi estomago, me tengo que recordar que el nunca me va a querer como yo lo quiero.
-Sabes papá tiene una pajarita roja-digo yendo a buscarla a su habitación.
Cuando vuelvo a ella se la pongo a Troy para que vayamos a juego -Yo también te traje algo-acto seguido saca un empaque cuadrado que dice Tiffany & Co. el que contiene una cadena con diamantes,tiene pequeños diamantes incrustados en forma de gota que caen en cascada hasta terminar en uno más grande en el centro de ella.
-¿Por qué me compraste esto?-le digo emocionada.
-Porque recordé que en la tarde me dijiste que no tenías alguna joya que convine con ese hermosos vestido y Román quería que lo acompañe a comprarse unos gemelos y la vi, no es nada muy especial.