Jason sigue mirando a donde vimos a Kory por última vez. Sigue boquiabierto, con ojos de tener alguna especie de colapso mental y creo que no está respirando.
—¿Así me veré yo cuando hablo con Dick? ¡Qué verguenza! —me rio, moviendo mi mano frente a sus ojos y él reacciona, sacudiendo la cabeza.
—¿De qué te ríes? ¿Acaso Grayson ya te está contando chistecitos? —Se ha recuperado del impacto visual que le provocó Kory y vuelve a ser un ogro.
Niego, con mi seriedad habitual.
—¿Por qué no me habías dicho que te gusta Kory?
Se levanta de golpe, con los puños apretados, mirándome como si hubiera cometido algún pecado mortal.
—¡¿Qué mierda estás diciendo?! ¡Definitivamente te desquiciaste! ¡La calentura por Grayson te achicharró las neuronas! —grita desaforadamente, sin importarle que estamos en el patio, rodeados de estudiantes.
—¡Cállate! —le grito, levantándome también. Varios estudiantes lo han oído y se han volteado a verme.
—¡Genial! ¡¿Yo no puedo hablar, pero tú sí?! —Parece realmente ofendido.
—¡Yo prácticamente lo susurré, pero tú lo gritaste!
Era nuestro secreto.
—¡Pues que se enteren! ¡Me importa una jodida mierda! ¡Y que se entere Grayson también de una puta vez! ¡A ver y si así dejas de usarme de excusa para estar con él!
Oigo rumores de sorpresa, o tal vez sólo sean ideas mías.
—¡Y lo sigues haciendo! ¡Dijiste que me guardarías el secreto y ahora lo estás gritando! ¡¿Qué clase de amigo eres?!
Traidor, mil veces traidor.
—¡Uno que se cansó de que lo utilices!
Lo miro con espanto y siento que la mandíbula se me va a dislocar de la impresión.
—¡Yo nunca te he utilizado! ¡Yo te consideraba mi amigo, pero ahora me lo estoy replanteando!
—¡Pues bien por mí! —grita, con una sonrisa furiosa— ¡Ahora podrás mandarte mensajitos con él sin que yo te interrumpa!
—¡Te dije que dejaras de hablar de eso!
Me jalo el cabello con frustración. Sin exagerar, es lo más cerca que he estado de sufrir un ataque de histeria.
—¡Tú no me das órdenes! —reclama.
—¡Te lo pedí, pero no me escuchaste porque estás gritando como un energúmeno!
—¡Tú también estás gritando y no como una princesa precisamente!
—¡Y ahora te pones machista! ¡¿Qué tan idiota puedes ser?! ¡¿Qué tiene de malo que una chica te guste?!
Ahí está de nuevo. En cuanto termino mi frase, un fulgor de ira inunda sus ojos, amenazando con la destrucción total, pero no me asusta.
—¡Ya me hartaste, Isabel! ¡Si fueras un chico, te estaría partiendo la cara con gusto! —amenaza, mostrando su puño.
Eso me encoleriza más todavía.
—¡Pues hazlo de todos modos! ¡Antes me dabas miedo, pero ya no! ¡Pégame y deja salir, de una vez por todas, toda esa ira que tienes dentro y que te hace ser un cretino! ¡Hazlo!
Estamos a pocos centímetros el uno del otro, sintiendo el calor ardiente que sale de nuestros cuerpos agitados. Su mirada quema mis ojos igual que la mía hace con los suyos, sin embargo, ninguno parpadea. Eso sería la señal de la derrota.
Y entonces, mi boca actúa más rápido que mi cerebro, en un acto suicida.
—¡Hazlo... "Jay"!
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Defcon 1: (DEFense CONdition), nivel de seguridad que equivale a alerta máxima en las fuerzas armadas estadounidenses y los prepara para una guerra nuclear inminente.
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Editado: 27.10.2020