Cuna de lobos.

¿Realmente Armin se había alejado del verdadero peligro? ¿Estaba libre de vivir rodeada de depredadores hambrientos? Si bien, Oliver y María habían sido arrestados y puestos a disposición de la ley, nuevas intrigas salieron a la luz, corrupción, interés, perversión y muchos misterios que ligaban a las familias más influyentes del país, Los Wolf, la familia Martin, los Lake y por su puesto, las familias de sangre, los Bradford y los Brenon ¿quienes eran los verdaderos asesinos? ¿Quien fue la mente maestra para acabar con el linaje Tesland y por que dejaron viva a la única heredera? Estas preguntas intrigaban a los involucrados y mientras más se llenaban las manos de lodo en este asunto, más turbio se ponía todo.

—Señorita Larissa, por su propio bien, no comente esto con ninguna otra persona, aunque es solo una hipótesis nuestra, puede que no estemos muy alejados de la realidad.

—Entiendo comandante, nuestra platica es cien por ciento confidencial, no se preocupe, no abriré la boca.—exclamó Larissa con seriedad y añadió.—¿Y que podemos hacer por esa niña? ¿Realmente la dejaremos a su suerte? Esos lobos la van a despedazar, si lo que quieren es su dinero, tarde o temprano se desharán de ella ¿esta bien que nos hagamos aun lado?

—La corrupción esta por todos lados, ¿Cree que el departamento, los jueces y el ministerio no están comprados por esas familias? Por su puesto que si, hay ojos y olidos hasta en las paredes, no dudo que el destino de esos sirvientes será la muerte, los callarán antes de que salgan de aquí, tienen mucha información, le digo que uno de esos sirvientes es el verdadero perro de alguno de estos grandes apellidos, una de sus tantas mascotas que utilizan para sus sucios fines, usted y yo y cualquiera que intente hacer lo correcto, seremos hormigas frente a niños caprichosos con una lupa que no dudarán en quemarnos hasta calcinarnos por completo.

Larissa tragó saliva y se puso muy nerviosa y añadió con a voz temblorosa.

—¿Por lo menos podemos tratar de encontrar algún pariente lejano que pueda hacerse cargo de ella hasta que cumpla la mayoría de edad?

—Suerte con eso.

—¿por que esta tan cerrado? Debe haber alguien entre tantas mentiras, debe haber algún familiar que este fuera del mapa, algún tío, primo, no lo sé…hasta un hijo bastardo.

—Señorita Larissa, alguien se encargó de cazar a cada uno de los Tesland, uno a uno, cuarenta y tres personas murieron en menos de tres años, todos de maneras trágicas y misteriosas ¿todavía cree que podemos hacer mucho por esa muchacha? Tómese el tiempo de ver cada uno de los cuarenta y tres expedientes, no dormirá en semanas.—le dijo el comandante con una seriedad sepulcral y Larissa que quedó callada y llena de miedo, ese fue el ultimo día que trabajó en el caso de Armin Tesladn, el miedo se apoderó de ella he incluso se fue del país huyendo por su vida.

Efectivamente, había mucha corrupción en la policía, los jueces estaban comparados, al igual que muchos abogados sobornados con fuertes cantidades de dinero, algunos accedían por miedo y amenazas, la pregunta eras ¿quién o quienes les daban tanto miedo que incluso la ley se sentía pequeña ante su poder?

Oliver se encontraba desnudo en medio de un cuarto sin ventilación, había sido brutalmente golpeado y torturado por unos hombres sin piedad alguna, empapado de sudor, yacía arrodillado delante de un hombre vestido con un traje lujoso, no se le veía el rostro por que esta de espaldas, pero Oliver temblaba ante su presencia.

—¡Señor por favor! ¡Le juro que nunca dije su nombre! ¡Su apellido jamás salió de mis labios! ¡Lo juro!—gritaba Oliver con gran desesperación, quería salvar su vida a como diera lugar.

—¿Quieres que crea en tus falacias? ¿Crees que voy a tragarme el cuento de que nunca le contaste sobre nuestro trato a tu amante?

—¡María nunca supo para quién trabajábamos! ¡Ella creyó que fue mi idea asesinar a los últimos Tesland!

—Tu zorra es una bocona, pero ya nos encargamos de cerrarle la boca para siempre, no creas que seremos más amables contigo, nuestra tolerancia es nula, mi familia y yo no damos segundas oportunidades, es inútil que supliques por algo que no existe.—le dijo aquella voz siniestra sin ningún tipo de empatía.

—Por favor señor…aun puedo serle de utilidad, puedo matar a esa niña por usted…

—Sigues sin entender nada, eres realmente estúpido, mis perros tiene. Ás sentido común que tu ¿por que carajos querría matarla? ¿Que no entiendes que no puedo asesinarla? ¡La necesito viva imbécil! ¡Hay audios donde dice que tu amante y tu planeaban envenenarla para huir con todo el dinero! Maldito estúpido…!muerta no me sirve de nada! !sus padres dejaron una cláusula donde dice que si ella muere sin descendencia todo será donado a distintas instituciones!

—Por favor perdóneme… se lo ruego….le pido piedad…—exclamaba Oliver envuelto en un llanto desesperado, sabía lo que le esperaba y el infierno que experimentaría después.

—Le arrancamos uña por uña, extirparon sus ojos con pinzas al rojo vivo, se quedo sin lengua, sin dientes, sin piel…le hicieron de todo y aun así, no pagó su deuda, su familia se fue al infierno con ella, al igual que al tuya, aun te espera mucho dolor por aguantar y cuando se te abre el corazón te regresaremos a la vida para volverte a lastimar, todo mientras escuchas el llanto y los ruegos de tus hijas.

—No….no…no, no es verdad, no… ellas no…¡ellas no!—gritó Oliver a voz en cuello.

—Continúen con lo que estaban haciendo, suban la intensidad, que no muera demasiado rápido, por lo menos que dure vivo hasta mañana aunque este agonizando.

—Si señor.

—¡No me deje aquí! ¡Señor! ¡Señor Bradford!—gritó Oliver antes de ver a su verdugo por ultima vez.

—Que asco, ya huele a cerdo frito.—dijo el señor Bradford antes de irse y añadió.—avísenme cuando este muerto y desaparezcan los cuerpos, que nada de esto salga a la luz. Dirán que los vehículos donde iban estos delincuentes se volcaron murieron los dos de manera instantánea, con esto damos vuelta a al pagina.