Al tomar la mano del señor Bradford me invadió una sensación extraña que me recorrió todo el cuerpo, era miedo, incertidumbre, confusión, entre otras cosas, su rostro parecía estar iluminado por la oscuridad que lo rodeaba, mi mente, mi alma y mi corazón estaba tan dañados, que no me percataba de lo que pasaba a mi al rededor, mi instinto de supervivencia gritaba con todas sus fuerzas que me alejara de esa familia, pero al no tener a nadie con quien acudir me vi envuelta en la vulnerabilidad y solo quería salir de ahí a como diera lugar, estaba cansada de tantas preguntas, me abrumaba saber que estaba al borde del colapso y para mi desgracia, los brazos de Alen eran lo único que me calmaba en ese momento.
—Bien hecho hijo.—exclamó el señor Bradford, mientras abrazaba a Alen.
Yo no me percaté de aquella celebración, estaba demasiado pensativa, caminando en los fríos pasillos de ese edificio y cuando levanté la mirada, Cecilia se lanzó a mis brazos provocando que me rompiera.
—¡Armin! Por Dios…..¿estás bien? Lo siento, lo lamento tanto, ya pasó, todo estará bien, ya estoy aquí, los chicos están esperándote a fuera, ya lo hablamos, te vas a quedar en mi casa, mis padres se harán cargo de to…—de pronto, la sombra del señor Bradford la cubrió.
Cecilia levantó la mirada lentamente quedándose sin palabras, pues Nicolas, era muy intimidante.
—Señor Bradford…
—Cecilia, es un placer verte de nuevo, no sabía que eras tan buena amiga de Armin, pero no te preocupes, ya arreglamos todo este asunto de la custodia y cuidado, mi familia y yo nos haremos cargo de la señorita Armin, vivirá con nosotros en lo que encuentran algún familiar que pueda reclamar el derecho de convivencia.—le dijo él con una sonrisa fingida.
—Ah, es que…creo que Armin se sentirá mejor conmigo, ella y yo somos mejores amigas, es como mi hermana ahora, mis padres están de acuerdo con llevar todo el papeleo necesario para que ella se…—nuevamente Nicolas la interrumpió y Alen la miraba fijamente con burla.
—No será necesario, yo ya lo hice todo, agradezco tu buen gesto y estoy seguro de que Armin también lo agradece, pero como ya te lo comenté, ella estará bajo la protección de los Bradford desde ahora.—comentó Nicolas mientras le tocaba el hombro a Armin.
Cecilia me volteó a ver asustada, sus manos se pusieron frías y se aferró a mí con todas sus fuerzas.
—Nos veremos pronto, te quiero…no lo olvides.—me dijo casi como un susurro y después se separó de mi, haciéndose a un lado.
—Te quiero…—le dije con la voz entre cortada, mirando como ella se quedaba atrás, Alen me rodeo con su brazo y salimos los tres de ese lugar, ni si quiera me percaté de que Nil y Levy se encontraban ahí, pues inmediatamente nos subimos a uno de los autos que ya nos esperaba.
—Armin…¡Armin! —gritó Nil al ver que ella se subía con ellos, esta confundido, al igual que levy.
—¿Que hace tu tío aquí?—preguntó Levy extrañado he inmediatamente llegó Cecilia.
—No lo sé…—le respondió con preocupación.
—El señor Bradford me dijo que ellos se harán cargo de Armin hasta que algún familiar aparezca.—declaró Cecilia mirando como el auto desaparecía de sus vistas.
—¿Qué? ¿Pero por qué? Esto no es posible ¡Armin no estará segura con esa familia! Son como lobos hambrientos, hienas desesperadas por arrancar la carne de sus víctimas.—confesó Nil caminado de un lado a otro con desesperación.
—¿Y si la ayudan por que ahora es la novia de Alen?—preguntó Cecilia con la voz entre cortada.
—Ellos no hacen nada por caridad o buena voluntad, lo hacen por conveniencia…—exclamó Nil apretando los dientes.
—¿En que les iba convenir recoger a una huérfana y encima con tantos eventos catastróficos? —cuestionó Cecilia tratando de limpiar su mente de malos pensamientos.
—Te falta malicia.—le dijo Nil mirándola fijamente y Levy añadió con voz grave.
—Se acaba de revelar que la fortuna de Armin supera por mucho a la de cualquiera de nosotros, al ser la única sobreviviente de su clan, se convirtió en la única heredera de todo eso, las sumas son exorbitantes, fácilmente podría ser considerada como la chica más adinerada del país.—confesó Levy con el celular en la mano.
—Diablos…eso la hace una presa fácil para los buitres, esta sola…no hay nadie que pueda protegerla, y nosotros no podemos hacer mucho…
—Mi tío vio en ella la oportunidad perfecta para posicionarse como un rey en esta ciudad y expandir sus dominios, detesta la idea de ser el segundo en algo, estoy seguro de que Alen es consciente de todo, ese maldito…
—¿Por que dices eso?—le preguntó Cecilia aterrada.
—¿Crees que de verdad se enamoró de Armin y la hizo su novia solo por que si? Ya veo por que lo hizo.—externó Nil furioso.
—No digas eso…Alen es nuestro amigo…sé que es difícil tratar con su personalidad arrogante, pero…quizás si se enamoró de Armin o por lo menos debe gustarle mucho, nunca había salido con alguien de manera oficial, la prueba está en que dejó a Irene por ella, me niego a pensar que sería capaz de algo tan bajo.—exclamó Cecilia mirándolos a ambos con desesperación.
—Cecilia, sé que para ti es difícil pensar en esa posibilidad, pero los hechos dejan mucho que desear, quita de lado tus sentimientos por Alen y concéntrate en ser de ayuda para Armin, lo que ha pasado es terrible, Nil tiene razón, esta completamente sola, es la única sobreviviente de una masacre y es la heredera de una gran fortuna, probablemente Alen si sienta algo por ella, pero me consta que los Bradford pueden ser de cuidado, especialmente por el padre y al familia de Alen.
—¿Y que hay de la investigación que tu padre haría con respecto a encontrar algún familiar directo de Armin? ¿Pudieron averiguar algo? Si la familia de Alen es tan peligrosa y ya han dado el primer paso, adueñándose de su custodia, la única forma en la que podemos sacar a Armin de ahí es consiguiendo a un familiar ¿o me equivoco? ¿Que tan posible es encontrar a alguien?—preguntó Cecilia con seriedad.
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Editado: 09.12.2024