Un aliado, una venganza y una salvación.

La visita a escocía fue más peligrosa de lo que nuestros amigos pensaron, estuvieron a punto de perder la vida en el encuentro con el conde Thomas de Neville, el hermano de Armin resultó ser un hombre salvaje de apariencia pacifica y angelical, pero su temperamento era el de un lobo rapaz, quizá por que la sangre de los Bradford corría por sus venas, la Magen que Nil le mostró de Armin, fue lo que apaciguo su alma atormentada, aquella joven era la viva imagen de su difunta madre, a quién solo recordaba por las fotografías que poseía.

Nuestros amigos fueron custodiados por un grupo de hombres armados que amenazaban con dispararles si monina un solo dedo, pero después de la larga platica que tuvieron Thomas y Nil, este ordenó su liberación y todos estaban confundidos por su repentino cambio de humor.

—¡Amigos! Quiten esas caras jajaja, nadie va a matarlos jajaja, al menos no si descubro que me engañaron y alborotaron mi pobre corazón en vano, solo si eso ocurre los cazaré uno a uno como unas malditas liebres de campo, fuera de eso, vamos a comer, ahora que la probabilidad de que tenga una hermanita es alta, estoy de fiesta jajaja ¿quieren leche o galletas? ¿O prefieren el alcohol como mi amigo Nil?

Thomas rodeó con su brazo a Nil y todos Estaban absortos por su cambio drástico de humor.

—¿Bebiste alcohol?—le preguntó el señor Wolf frunciendo el ceño.

—Solo un poco.—expresó Nil con las mejillas ruborizadas.

—No fue solo un poco, fue media botella de este costoso vino jejeje.—lo acusó Thomas con una brillante sonrisa.

Después de obligarlos a comer con él, los dejó ir, no sin antes darles una advertencia.

—¿Cuando nos darás una respuesta?—le preguntó Nil mirándolo fijamente mientras esperaban en la puerta.

—En siete días tendré las pruebas de ADN en mis manos, si el resultado es positivo como dicen, viajaré a la brevedad posible, quiero hacer una entrada triunfal, si ese bastardo de Nicolas tiene prisionera a mi hermanita, se la arrancaré de las manos y a ese tal Alen Bradford, lo castraré si se atreve a tocar su inmaculado cuerpo.

—Le hemos dicho la verdad, la señorita Armin es su hermana y una vez que tenga los resultados de la prueba, por favor no demoré demasiado, el peligro que corre es muy grande, usted mejor que nadie sabe los monstruos que pueden ser los Bradford, no entrarán a Armin tan fácilmente.—le dijo el señor Wolf en tono de advertencia.

—No me conoce señor Wolf, si esa niña es mi hermana, los Bradford enfrentarán toda mi ira, la protegeré con todo lo que tengo, como puede ver, soy un hombre que se codea bien con el peligro, nadie volverá a secarme de mi familia, eso lo juro por mi madre que fue asesinada por ese maldito.

—Yo sé que así será, me alegra conocer a alguien a quién la vida de Armin le importe tanto como a mí.—le dijo Nil con una sonrisa.

—Me caes bien mocoso, sigue cuidando a Armin por mi.

Así fue como nuestros amigos se despidieron de Thomas y por fin llegaron a casa.

—Creí que no saldríamos vivos de ahí…—expresó Cecilia con alivio.

—Fue una pesadilla.—añadió Levy con el corazón agitado.

—Eso les pasa por entrometidos, casi morimos todos en manos de ese conde bipolar y alcohólico.—exclamó el señor Wolf con migraña.

—Al menos Nil logró persuadirlo, gracias a él estamos vivos.—dijo Cecilia mientras lo tomaba de la mano.

—Es Verdad, aun así me va a explotar la cabeza.

—Descansa papá, fue un viaje agotador para todos, especialmente para ti, gracias por cuidarnos.

—Lo único que importa es que Thomas reclame la custodia de Armin y la ponga a salvo…me pregunto como estará ella…—dijo Nil pensativo.

Por otro lado, en el interior de la mansión Bradford, faltaban solo dos días para el regreso a clases, Armin había pasado por muchas coas en pocos meses y su salud emocional estaba al borde del colapso, por eso su dependencia total a su novio Alen la hacía sentirse segura.

—Esta mansión es tan grande que me siento muy sola, desde lo ocurrido con la madre de Alen, no lo he visto ¿donde estará? ¿Se habrá enojado conmigo? ¿Por que no sabia la situación de su madre?

Armin tenía puesto un vestido blanco muy bonito, que le llegaba a la rodilla, su cabello esta suelto y parecía una princesa, esta caminando en los jardines cerca de la mansión con la esperanza de encontrarse con su querido Alen, cuando de pronto, unos ruidos extraños la tomaron por sorpresa.

Se escuchaban besos y risitas entre otros sonidos, era la sinfonía de dos amantes, Armin se asomó curiosa y se sorprendió de lo que vio, se trataba de Alana, la tía de Alen, ella se encontraba recibiendo en tres sus piernas a un hombre joven más o menos de su edad, muy bien parecido, de cabello castaño casi rubio y ojos verdes como los campos en primavera, eran tan salvajes y apasionados que Armin creyó que la estaba lastimando y sin querer hizo ruido llamando su atención.

—¡Maldición nos descubrieron!—expresó Cristobal dando un salto para alejarse de ella.

—¿Quién anda ahí?—preguntó Alana sonrojada y con la respiración agitada y rebuscó con la mirada hasta que el nerviosismo de Armin la delató y Alana sonrió maliciosamente diciendo.—¿Eres tú sobrina?

—¿A quién le hablas?—le preguntó Cristobal mientras se fajaba la camisa.

—Sal de ahí Armin, no tienes por que esconderte ¿nos escuchaste de casualidad? Jejeje.

Armin sentía que el corazón se le iba a salir por la garganta, estaba tan asustada y nerviosa que tenía la lengua enredada.

—Hazme caso y ven aquí.—le ordenó Alana con maldad.

—Yo…lo…lo lamento…no vi nada…creí que estabas en peligro.—le dijo Armin con la mirada en el piso.

—¿Y esa chica?— preguntó Cristobal mirándola de arriba a bajo y pensó que era preciosa y refinada.

—Su nombre es Armin ¿es hermosa no lo crees?—le dijo Alana mientras levantaba la barbilla de Armin.—es como una virgen inmaculada.

—¿Armin dices? ¿No es un nombre extraño?