Una innovación significa una ligera modificación de un patrón cultural existente: una invención es la combinación de elementos culturales existentes en algo completamente nuevo. Aunque pensamos que las invenciones son principalmente tecnológicas, la invención no está limitada a los aspectos materiales de la cultura. Nuevas formas de arte y nuevas ideas pueden ser consideradas todas como invenciones. Todas las invenciones implican la ingeniosidad y la creatividad humana, pero aun el genio está limitado en lo que él o ella pueden inventar por la naturaleza y complejidad del patrón cultural preexistente. Si Einstein hubiera nacido en una sociedad que no hubiera desarrollado la compleja comprensión científica de la civilización occidental él nunca hubiera podido inventar la teoría de la relatividad. Cada “genio” en una cultura construye sobre lo que ha habido antes, dirigiéndose a extender una tradición existente. Beethoven, Bach y Mozart no compusieron con la escala musical de la India.
Como las invenciones dependen de una nueva combinación de elementos culturales preexistentes, mientras más elementos presente una cultura, más posibilidades tiene de producir más invenciones. Esto explica por qué los cambios ocurren más rápidamente en las complejas sociedades tecnológicas que en las de tecnología primitiva. Este efecto acumulativo de cambio también es aplicable a la cultura como un todo. Los hombres tardaron varios millones de años para cambiar de cazadores y recolectores a productores agrícolas. Después de la primera domesticación de plantas y animales, hace alrededor de diez o veinte millones de años, pasaron alrededor de cinco o seis mil años para la aparición de la escritura y las ciudades. Todo el conocimiento restante ha sido aprendido en los milenios subsiguientes, implicando un ritmo de cambio nunca conocido anteriormente.
Difusión
Como vimos en el capítulo 2, los antropólogos han estado siempre interesados en descubrir si las similitudes entre los diferentes sistemas socioculturales se debieron a la invención independiente o a la difusión, al apropiarse de elementos culturales. Muchos antropólogos estarían de acuerdo en que una genuina invención independiente explicaría sólo un pequeño porcentaje del cambio cultural. El crecimiento y desarrollo dé la cultura humana primariamente da cuenta de la propagación de las invenciones más importantes a partir de uno o quizá dos centros de origen. Como la difusión es muy importante en el cambio cultural, el ritmo de cambio es mucho más lento en sociedades que están geográficamente aisladas.
Sin embargo la difusión no resulta automáticamente del contacto. El préstamo tiene lugar sólo si el elemento prestado muestra su valor de alguna manera. Además, una vez aceptado todo un elemento prestado puede sufrir muchos cambios al ajustarse a los patrones culturales preexistentes. En el proceso llamado “difusión del estimulo" sólo se toma la idea general de un rasgo ajeno, mientras que la forma específica es una invención local. Un ejemplo de estimulo difusionista es el silabario cherokee, un sistema de escritura inventada por Sequoyah, el famoso jefe indio cherokee. Aunque era analfabeto, Sequoyah llegó a la conclusi6n de que la escritura del hombre blanco seria una habilidad muy útil para su propia gente. Él inventó un sistema que dio valores silábicos a las letras del alfabeto y signos tipográficos arbitrariamente escogidos y arreglados de tipos ingleses y alemanes.
ENFOQUES ANTROPOLÓGICOS Y EL CAMBIO CULTURAL
Los antropólogos no siempre concuerdan en las formas de enfocar el estudio del cambio cultural. El enfoque histórico se concentra en los cambios que ocurren en una sociedad particular como resultado de un evento histórico particular, por ejemplo1 la llegada de los misioneros europeos al territorio de los yir yiront y la introducción del hacha de acero. El enfoque evolucionista busca las regularidades en el cambio cultural que puedan indicar leyes subyacentes al proceso o procesos de desarrollo cultural. En el capitulo 2, discutimos algunos enfoques evolucionistas sobre el cambio cultural. Tampoco concuerdan los antropólogos sobre el “motor primario” en el cambio cultural. ¿Se origina el cambio en los valores y la ideología, o en las condiciones materiales de la vida, particularmente la subsistencia económica y la tecnología? Los cambios tecnológicos, como hemos visto, tienen un impacto mayor en la transformación de los aspectos sociales y culturales de la vida humana. Los valores y la ideología pueden ser también una fuente de cambio en la tecnología si la gente está motivada por nuevas formas de pensar para encontrar nuevas maneras de relacionarse con el ambiente. Entre las posiciones extremas hay una que sostiene que ningún factor individual es predominante para determinar la importancia y el contenido de un sistema sociocultural dado. Desde esta posición el cambio cultural es el resultado de una retroalimentación acumulativa en las relaciones entre los estímulos ecológicos, ideología, tecnología y relaciones sociales.
INTEGRACIÓN Y CAMBIO CULTURAL
Como la cultura es un sistema, el cambio en un aspecto de la cultura provocará cambios en otros aspectos ya sea que el cambio inicial se haya originado dentro de la sociedad misma o a través del préstamo de otra cultura. Algunas culturas pueden manejar más cambios del exterior que otras. Si una cultura está estrechamente integrada, la introducción de un cambio aun aparentemente pequeño puede conducir a un fracaso. Un ejemplo de esto son los yir yiront de Australia.* Los yir yiront eran un pueblo aborigen cazador y pescador que no había aprendido el uso del metal. Habían usado hachas de piedra hasta la introducción de las hachas de acero por los misioneros occidentales. Las hachas de piedra habían sido usadas en una variedad de maneras: para recoger leña, para hacer herramientas y armas, recoger miel silvestre y hacer objetos con propósitos religiosos. Las hachas las manejaban los hombres y todos eran competentes para producir las suyas, ya que no era una tarea difícil o compleja. Las cabezas de las hachas se obtenían mediante el comercio a través de relaciones establecidas con socios comerciales en otras tribus. Aunque las mujeres y los niños usaban las hachas en una cantidad de trabajos, el hacha "pertenecía" al hombre que la había hecho, y la esposa v los niños tenían que pedir permiso para usarla y regresaría rápidamente. Un hombre tenía que pedir permiso para tomar un hacha de un pariente de más edad. Así el uso del hacha de piedra ayudaba a definir las relaciones de estatus entre varios miembros de la tribu. Las mujeres las tomaban de los hombres y los jóvenes las tomaban prestadas de sus mayores. Los misioneros, por otro lado, distribuyeron las hachas de acero entre los más jóvenes, las mujeres e incluso los niños, de quienes se ganaron la simpatía. Un resultado significativo de esto fue la destrucción de la jerarquía de estatus de la sociedad yir yiront, como se veía en la subordinación de las mujeres a los hombres y de los jóvenes a sus mayores. Otro resultado fue la pérdida de interés en el comercio de cabezas de hacha. Las relaciones comerciales tradicionales que constituían un mecanismo integrador importante para la sociedad tribal australiana también se derrumbó, así como las festividades y visitas comunitarias que las acompañaban. El resultado final de la introducción del hacha de acero fue la casi total desintegración de la cultura yir yiront.