Solamente tú #2

7

Gracias por traerme 


 

(JAMES)


 

Despierto con los chillidos de mi madre y sus incesantes golpes en la puerta de mi habitación, suspiro con frustración y me tapo los oídos con la almohada. Un día de paz, ¿Es mucho pedir?

-¡James Santino Green, levántate ahora mismo! -grita mi madre con histeria.

-¡Ya voy! -respondo sin ganas.

Hoy es sábado, uno de los dos días en que puedo gozar de dormir hasta tarde pero no, mi mamá piensa que es mejor ir a la casa de una de sus ex-compañeras (que le hacía la vida imposible) y llevarme con ella que dejarme descansar ¿Es que los hombres no podemos tener nuestro sueño de belleza?

Sin muchos ánimos de vivir me pongo de pie y al sentir el piso frío chocar contra mis pies un escalofrío me recorre, suelto un gran bostezo mientras me rasco el brazo, camino arrastrando los pies hasta el baño, no mear en toda la noche no es algo sano para un hombre y mi erección matutina no ayuda a la situación. Al terminar de lavarme los dientes y de hacer mis necesidades camino de vuelta al cuarto y me pongo una remera negra que encuentro en el suelo es una de los Gun’s aunque en realidad no me gustan, se lo robé a mi primo porque me gusto el estilo. Mis jeans se esconden por un momento pero logro encontrarlos tirados junto a la mesa que esta debajo del televisor, me los pongo y para finalizar mis zapatillas negras. Cuando termino de vestirme vuelvo al baño, me miro al espejo y comienzo a peinarme (a sacudir mi cabello hasta que quede como a mi me guste)

-¡James! -escucho el grito de mi hermana Audrey y ruedo los ojos. Desde que cumplió los quince se ha vuelto una replica de mamá: mandona, gritona y desesperante.

-¿Qué necesitas Bambi? -pregunto abriendo la puerta de mi habitación con una sonrisa, ella me dedica una mirada fulminante por su apodo que gano en su infancia.

-En cinco salimos -dice antes de voltearse cual modelo moviendo su cabello exageradamente. Vuelvo a rodar los ojos sin dejar de sonreír, no hay nada mejor que combatir la mala onda con una sonrisa, así nadie sabe si te afecto su comentario o no.

Sin nada más que hacer tomo mi teléfono y camino hacia las escaleras, me siento en el baranda de estay me deslizo hacia abajo, siempre he amado hacer esto.

-¡James...

Antes de que mi madre me riña por haber hecho lo de la escalera camino hacia ella y la abrazo con fuerza.

La escucho reír y relajarse antes de decir con firmeza-: Estamos llegando tarde.

Me alejo de ella y comienzo a empujarla a la salida, diciéndole que se apure.


 

...


 

La gran mansión que se alza frente a nosotros es demasiado blanca para mi gusto, y excesivamente grande ¿Cuántas personas vivirán aquí? ¿Doscientas? Bajo del auto seguido por mi hermana, que chilla con felicidad. Claro, como ella adora estar con chicas superficiales debe estar adorando a mi madre por esto, solo espero que haya un mísero chico además de mi, y no exactamente para hablar con el sino para que ninguna chica este sobre mí todo el tiempo y lo molesten a él.

Mi madre toca el timbre y juro que la veo saltar en su lugar por la emoción, o por nervios... no estoy seguro. Minutos después una mujer rubia, teñida, abre la puerta con una sonrisa demasiado falsa en su rostro.

-¡Dinna, querida! Eres la primera en llegar -me trago un comentario hacia mi madre sabiendo que si digo algo como "Y decías que llegábamos tarde" se enojará.

-Oh ¿En serio? Creí que sería la última, es un alivio...

Dejo de escuchar la conversación de ambas mujeres mientras entro junto a mi hermana detrás de ellas, ambas desaparecen tras una puerta y Audrey corre para alcanzarlas, yo me veo atraído a un bulto que se encuentra en el sofá, o mejor dicho una chica que se encuentra en el sofá en ropa interior, dormida ¿Será un sueño? Digo, no me he despertado bien quizá... la observo moverse y me doy cuenta que no es un espejismo. Jane Matthews esta durmiendo en el sofá... en ropa interior, ¡Gracias por traerme mamá!

Trago con dificultad mientras repaso con mi mirada sus piernas bronceadas, vaya que me gustan sus piernas, debería mostrarlas más. Aún recuerdo su beso-reto y mi estúpida reacción o mejor dicho mi no reacción ¡No hice absolutamente nada! Realmente me golpearía por ello. Primera vez que la chica de mis sueños me besa y yo no hago absolutamente nada. Estúpido, estúpido, estúpido.

-¡Jane! -escucho el grito de la amiga de mi madre y reacciono de inmediato girando mi cabeza hacia la mujer. Esta muy enfadada.

Jane comienza a moverse con incomodidad hasta caer al suelo en un golpe seco, me trago mis ganas de ir a ayudarla, se que va a golpearme si lo hago. Abre sus ojos a tope y pasa de mirar a la mujer a mirarme a mi con cara de póker.

-¡Jane ¿Qué haces en el living en ropa interior?!

Maldita vieja, ¿Por qué le dice?

Jane se apresura a taparse con almohadones y a ponerse de pie en cuanto le ordena que vaya a vestirse. Yo me siento decepcionado ya que no puedo ver mucho de su cuerpo, díganme pervertido pero a Jane no se la ve todos los días con poca ropa, y cuando estoy perdiendo esperanzas ¡Zaz! se caen sus almohadones dejándome una buena vista de su trasero. Y vaya que trasero.


 

-Y tú eres... -dice la mujer haciendo que voltee a verla nuevamente.

-James Green, hijo de Dinna Green -contesto educadamente.

-¡Oh, que hermoso! ¿Y te gusta mi hijastra? Harían buena pareja...

Conozco esa mirada, es la típica mirada que dice "tienes dinero ¿Te gusta mi hija?". Y esta vez, puedo decir que si.

Me gusta Jane.

Sonrío levemente antes de responder pero no puedo decir nada ya que tocan el timbre y la madrastra de Jane olvida mi existencia mientras prácticamente corre a la puerta.

Me llegó la hora, pienso al ver entrar a miles de copias repetidas de mi hermana junto a replicas de mi madre. Esta va a ser la peor/mejor mañana de mi vida.



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En el texto hay: amorodio, delincuente, chica ruda

Editado: 24.07.2020

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