Capítulo 12 "Manipulación"

Capítulo 12 "Manipulación"

El rey Lucius empezaba a tener problemas con los habitantes de su gran ciudad, tanto así que muchos se han dejado manipular por la orden de la luz bajo falsas promesas, regalos costosos y un mejor estilo de vida, además del fin de las guerras. Zaira se arregla lo más provocativa posible para dar consuelo a su esposo por el decline que está teniendo su reinado, así que se corta el cabello dejándoselo más o menos hasta los hombros, con una manta azul casi transparente sin nada abajo, llenó su cama de flores, ambientó la habitación con incienso traído de arabia y por ultimo tomó un afrodisiaco que le ayudaría a quedar embarazada, porque de verdad ella deseaba tener un hijo de Lucius, pero por los problemas que hay en la gran ciudad no habían podido ponerse en la tarea.

Lucius dormido en su trono, empezó a tener una visión de él mismo con un gran poder, que podría destruir toda Foluke y el mundo si quisiera...

Una de las ayudantes de la reina Zaira despierta a Lucius dándole la razón de que su esposa lo esperaba en su habitación, el rey no dudó en levantarse de su trono e ir rápido a donde ella.

Mientras esto pasaba Jina empezaba a entregar mucho oro, frutas, animales silvestres, armas y mucho vino a los habitantes de la ciudad, para ganarse su apoyo de entrar a la suprema corte y derrocar a su rey... esta campaña causó la molestia de los griegos y espartanos quienes eran los máximos aliados de Foluke, no obstante a esto los de arabia decidieron empezar a mostrar su apoyo al rey Lucius con tal de defender sus rutas comerciales por los países, reinos y aldeas aledañas a Foluke.

Talisca viendo desde las montañas ubicadas al noreste de Foluke empezaba a notar la llegada de cientos y cientos de griegos, espartanos y árabes a brindar su apoyo al rey Lucius. Mandó a un jinete con la razón de que se acercaban ellos a la gran ciudad.

Argelia mandó a Jina a que parara la campaña en contra del rey Lucius por la llegada de sus aliados y que era muy peligroso ser vistos en el pueblo. Ella envió a dos espías a evaluar la situación, para plantear una nueva estrategia.

Lucius entra a la habitación a donde su esposa lo había citado y vió a esa morena con unas piernas largas y definidas, un cuerpo casi perfecto, su esposa se levantó de la cama y lo abrazó diciendo lo siguiente:

– Amado esposo, sé que has estado muy estresado, por lo que debo quitarte toda esta tensión, así que deja que te quite todas las prendas y me hagas tuya...

Lucius acostó a su esposa y así empezaron su acto sexual.

Al terminar de tener sexo, Lucius cae dormido y vuelve a tener un sueño similar al suyo, pero veía a su padre exaltado con todo ese poder que emanaba y se despertó de la impresión...

Empezó a notar que estaba quemando las sabanas, desarropó a su esposa y lanzó las cobijas todo lo que había en la cama al suelo para apagarlo, pero era inútil, Zaira asustada en un rincón de la cama le pregunta a Lucius, ¿qué te sucede amado esposo?, porque ardes como el sol, el rey no soportó tanto poder que tenía acumulado y perdió la consciencia apagándose poco a poco...

Cuando amanece, él se despierta y ve que todo estaba prácticamente quemado, Zaira, con algo de temor lo abraza y le dice:

– Espero que hayas descansado, porque no hace mucho llegaron los griegos, los espartanos y los árabes.

El responde:

– Está bien mi reina, te amo mucho, lo lamento por lo ocurrido, pero no sé qué me pasó, todo fue involuntario mientras dormía, iré asearme y bajaré a atender a nuestros aliados.

Lucius la besa y va asearse.

Al pasar la hora, el rey Lucius se sienta junto con sus aliados, para dar solución con el problema que representaba la orden de la luz.

Sokratis, rey griego dijo lo siguiente:

– Me temo que tendremos que reforzar el ataque a los de la orden llevándolos a las costas, para así usar nuestros barcos para que nuestros arqueros disparen desde el mar y plantar trampas debajo de la arena y las rocas cercanas al agua... para así rodearlos.

El príncipe Ibrahim de Arabia, propone lo siguiente:

– Nosotros podemos iniciar un ataque desde el desierto para llevar a sus tropas a la costa, la razón de esto es que se compacten en un solo grupo y así tenerlos acorralados y que tiene tres campamentos.

La reina Zenaida de Esparta, dio el aviso que serían ellos los que entonces atacarían desde las montañas hasta hacerlos descender con feroz ataque durante la noche, asesinando la mayor cantidad de hombres posible.

El rey Lucius aclaró y dijó: