Dicen que en los pueblos y en las ciudades pequeñas siempre hay leyendas e historias que todo el mundo conoce.
Por la cuidad de Conundold se rumoreaba que, del otro lado de la enorme barda de hierro que dividía el lugar, bestias enormes, con las más oscuras intenciones, merodeaban en busca de una presa.
Claro, y a Mia no le hubiera parecido gracioso si no hubiera tenido la oportunidad de conocer otros lugares. Conundold era conocido en los interiores y exteriores de Inglaterra por ser un lugar increíblemente reservado. Nadie entraba y nadie salia. Ni siquiera el gobierno sabia lo que ahí dentro sucedía.
Mia nunca se caracterizó por respetar las reglas. De una manera un poco extraña, logró salir de su misteriosa cuidad natal. Pero, al momento de regresar, ella jamás se imagino que las historias que las ancianas contaban hace años se rumoraran con mayor intensidad entre las habitantes.
Y sí, se que no lo estas pensando pero aún así sí. Medio Conundold estaba lleno de puras mujeres. Y la otra mitad, bueno, creo que ya mencione que hay bestias enormes, no?
[Historia 100% mía]
[prohibida su copia y/o adaptación sin mi permiso]
[heterosexual]