Sólo Dame Nueve Meses

Capítulo 8

Capítulo 8. Sensación.

Sólo Dame Nueve Meses

Aprieto mis labios y volteo, me encuentro con los ojos de Josh clavados en mí. Su quijada desencajada. Me ruborizo al darme cuenta que no se me ocurre nada que decir. Encojo los hombros y sonrío.
— ¿Lia? —Dice cruzando los brazos con el ceño fruncido — ¿Debes decirme algo?

—Esto se puso bueno... —Hablan los oficiales.

Josh me ve casi echando humo por la nariz. Seguro sospecha que el bebé es suyo. Da la vuelta y sale de la comisaría.

— ¡Josh! —grito tras él.

—Lia. Salgo de mi casa preocupado detrás de ti y resulta que te encarcelan. Luego te escucho decir que estás embarazada. Creo que debes explicarme qué está pasando.

—Yo... —respiro profundo —No, no es lo que crees.

— ¿Y qué es lo que quieres que crea?

—Si. Estoy embarazada.

Frunce el ceño y mira al cielo con las manos en su cintura. No se ve muy feliz. Oh Lia por Dios ¿Por qué se vería feliz? Le acabo de decir que estoy embarazada.
No lo pienso antes de decirlo y decido escupir las palabras.

—No-no es tuyo —Voltea rápidamente y me ve confundido con ojos de ping pong.

— ¿Eh?

—Si... Estoy embarazada de otro chico. No creas que es tuyo.

— ¿Cómo que no es mío? —sigue frunciendo su ceño y su tenso rostro cada vez está más furioso.

—Mira... luego de perder mi virginidad me sentí libre y no tuve más cuidado. Noah Williams es el padre.

— ¿Quién es él? —tragó saliva y me miró aún más molesto.

—No lo conoces —encojo los hombros.

Pone los brazos en su cintura y al parecer trata de recapacitar después de lo que le dije.
Pego un brinco interno al sentir como él se tira encima de mí y me rodea con sus brazos. Suspiro profundo y respondo al abrazo.
—Te prometo que estaré para ti. Sé que no he estado contigo estos días por Ashley. Pero cuenta conmigo en todo, seré como el tío de tu bebé—ríe —será una aventura.

¿El tío de mi bebé? Pero si tú eres el padre... Mi piel empieza a enchinarse al sentir como me da un beso en la frente ¿Qué le pasa? Supongo que está muy feliz ya que cree que no es de él.

—Vámonos, tienes que descansar... Es decir tienen que descansar —asiento con una sonrisa. Mi corazón palpita muy fuerte al sentir como acurruca mi mano con la de él mientras caminamos. Puedo imaginar cómo nos veríamos siendo una pareja feliz. Pero él solo es mi mejor amigo ultra confundido pensando que este bebé es de Noah, que por cierto no existe. Ni siquiera sé de dónde carajo saque ese nombre.

Llegamos a mi apartamento. Sacó la llave y abro.
Josh restriega sus manos para evadir el frío.

—Descansa. Esta vez quiero ver que entres a tu habitación. No quiero volver a la comisaría —ríe.

—No lo harás. Gracias Josh —veo fijamente sus ojos para ver el azul que siempre es fácil de notar, pero la oscuridad del lugar no lo permite.

No me doy cuenta que llevamos ya casi diez segundos mirándonos con una sonrisa en la puerta. No quiero interrumpir este momento, mi sangre está bombeando más fuerte logró sentir como corre por mi piel, mis mejillas están hirviendo. No sé pero juro que jamás he sentido esto con Josh. Las típicas mariposas vuelan en mi estómago.

Bésame, bésame, carajo bésame Josh quiero volver a sentir esos carnosos labios. Esta vez sí quiero. Quiero que me besé.

Al parecer logró percibir mis sensaciones y decide acercar su rostro al mío, de forma dulce y suave rodea mi pequeño rostro con sus inmensas manos, moja su labio con su lengua y se acerca más, ya no hay nada que nos separe solo nuestra respiración. Mi corazón está por salir corriendo de mi torso, mis orejas hierven como nunca.

Sin embargo, cuando estaba preparada para el beso el resopló.
— ¿Qué estoy haciendo? —dice deteniéndose.

—No sé —contesté como sí nada.

Ríe y se aleja de mí. Dios... ¡Ahora que quiero que me bese no lo hace!

—Sentí algo raro. Lo siento —pasa la mano por su cuello —. Descansa

—Sí. Yo, buenas noches.

—Adiós.

Se aleja y desaparece de mi vista me quedo como idiota en la puerta, golpeando mi cabeza ¿Por qué?

Me tiro en el sillón y enciendo la televisión, dejó una serie que parece ser interesante. Decido pasar horas mirando televisión hasta quedarme dormida.

— ¿Aceptas casarte con Josh?

— ¿Casarme? Ah supongo que sí.

—Lia.

—Dime.

—Lia ¡Lia!...

— ¡Carajo!

Josh está en mi sala junto a Ashley

— ¿Qué haces aquí? Y ¿Cómo entraste?

Ashley se estaba riendo al lado de Josh, quien me miraba extrañado. Lo bueno es que no me puse mi pijama de dinosaurio.




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