Venecia
Estamos en la oficina principal de la prisión, esperando a que al tuerto no tan tuerto le pongan el chip de vigilancia. Aún estoy algo aturdida, ese chico es demasiado alto, tiene muchísimos tatuajes, una sonrisa bastante, como decirlo, ¿impresionante? Y según lo que he leído y me han dicho de él, tiene una gran lista de enemigos y bastante sangre en sus manos, pero aun así hay algo en esa mirada que me hace pensar que no es tan malo como demuestra y que hay algo más que no cuadra en la historia, que quizá tuvo un pasado bastante oscuro pero que no es alguien por quien deba temer, en realidad sigo queriendo mantener mi teoría de que todos tenemos algo de bondad en nuestro corazón, algo, aunque sea mínimo.
Pasada la hora, nos dirigimos hacia la ciudad, la cual está bastante alejada de la prisión. No soy capaz de articular ninguna palabra, la impresión que me causó me sigue desconcentrando, que el chico dos asientos a mi izquierda me pone algo nerviosa, nunca había visto a un chico tan hermoso, ni siquiera Vico, y eso que ese chico es bastante sexy. Me asusta el hecho de que el delincuente me haga sentir febril y es un hecho que definitivamente no me gusta, o sea tengo que compartir mucho tiempo con él. Es un hecho que tengo que encontrar la forma de no sentirme incomoda con su presencia. Otro problema es que no sé cómo nos hablaremos, que lengua usaremos, solo se hablar 3 idiomas, y entre ellos no está el ruso, solo sigo pensando, supongo que ya se me ocurrirá algo, aunque tenga que usar el lenguaje Neandertal, << yo ser, tú ser >> hablo conmigo misma y es muy gracioso, me río como idiota y todos me voltean a ver, hasta que dejo de reírme y me siento más que incomoda aun de lo que ya me sentía.
Sergey
Mi supuesta compañera no me ha hablado desde que salimos, ni siquiera me pone atención y eso que llevo hablando bastante con Victorio e Isaac, son tíos bastante nobles, se nota, pero también se puede ver la fortaleza mental que tienen, aparte de ser muy inteligentes. De esas personas que si te dicen que harán una cosa, definitivamente la harán. Lo que se me hace extraño es que no me tratan con miedo, ni si quiera me excluyen, aunque si guardan su espacio, la única persona que al parecer no me nota es el gnomo sentado dos asientos a mi derecha. Me hace gracia ver cómo está seria, pensando, como si tuviera frente a ella el peor acertijo que crearon y que ella es la que lo tiene que develar, de repente ella se ríe, suelta una carcajada bastante ruidosa y los tres la volteamos a mirar, ella nos mira algo incomoda y en ese momento, al ver como se sonroja, me doy cuenta que será divertido, hacerle bastantes bromas, algo inmaduro para mí, pero, ¿Qué? Sigo siendo humano y algo infantil, prefiero hacer eso, gozar algo de mi jodida vida a estar completamente jodido emocionalmente y triste, lamentándome, es patético en fin. La observo, dejo de hablar con Vico e Isaac y solo me quedo ahí intentando ver que piensa o por qué se acaba de reír, siempre se me ha sido fácil leer a las personas, pero esta chica es algo más difícil, bueno en realidad es difícil leer a las mujeres en general pero Venecia mas
— ¿Viste algo que te gustó o qué onda? — pregunta haciendo dibujos inexistentes en la ventana
— ¡Oh! No te confundas, intento ver las diferencias entre los gnomos y tú, pero no veo ninguna — mi tono es burlesco, pero ella deja de observar por la ventana, deteniendo su dedo y se queda mirándome fijamente y le digo de la misma forma en que hace 30 segundos me dijo ella
— ¿Viste algo que te gustó o qué onda? — ella me sonríe, una sonrisa muy expresiva y demasiado sincera
— ¡Oh! No te confundas, solo intento ver la diferencia entre los tipos grotescos y vos, pero te digo algo, no noto la diferencia — lo hace en tono de burla también, pero le puedo notar el nerviosismo por estar cerca mío, se queda observándome un rato más y se voltea a seguir mirando por la ventana, posando nuevamente su pequeño dedo en esta y trazando líneas, aunque sus dedos siguen moviéndose de forma nerviosa. Puedo ver lo tierna que es.
Llegamos al hotel donde nos hospedaríamos por los siguientes 2 días. Es un hotel bastante caro, lujoso, lo sé porque primero se ve por fuera, segundo durante mucho tiempo me hospedé en lugares así, cuando trabajaba con los mafiosos
— Vico, te quedás conmigo, petiza, andá con el ruso — observo directamente para ver la reacción de la "petiza" y sí, es bastante graciosa, se ve que le da miedo quedarse conmigo
— Oye — le susurra a Isaac — no me puedo quedar con vos o con Vico, digo, soy mujer, hay cosas que solo las trato en confianza — susurra aún más bajo, pero puedo escucharle
— Nessie, tenés tantos años; aparte será tu compañero durante un buen tiempo, tenés que aprender a confiar en él. — le dice de vuelta Isaac, ella rueda los ojos y se va algo rabiosa — Pará, Nessie — se voltea pensando que cambio de opinión — necesitan la llave, vos y el ruso — ella vuelve a rodar los ojos, salta para agarrar las llaves ya que Isaac no se las pone a su altura, se vuelve hacia mí, halándome y se va conmigo. Da ternura, aunque un poco infantil, de igual modo la sigo pero antes de llegar a donde ella esta Isaac me habla — hijo, tenés ropa para que te cambies y estés más cómodo en uno de los armarios, decile a Nessie que a las 9 es la cena y también decile que se relaje — me guiñe el ojo y luego se va con Vico hacia otro lugar. Me dirijo nuevamente a la habitación donde estaré durmiendo con "Nessie", me parece un apodo gallardo para una chica supuestamente adulta, y al parecer es algo mimada, pero también se ve que no le cuesta acatar órdenes y por ende no es orgullosa, que respeta a Isaac y que le quiere, bueno y él a ella.
#29951 en Otros
#4353 en Acción
#45529 en Novela romántica
#7410 en Chick lit
amor como arma para salvar el mundo, familia como principal pilar, amigos como fuerza inicial
Editado: 19.02.2019