Melanie
Puse la alarma para levantarnos a las 5 de la mañana, por ende quiero matar a alguien, Nessie aún está dormida, suele dormir boca abajo, babeando la almohada, siempre ha dormido así, es graciosa verle en dicha posición por esa razón, le tomo una foto, me puede servir para una futura ocasión
— ¡Duende malditooooo a despertar! — grito en su odio y ella me pega un manotazo en la cara al caerse de la cama
— ¡Juro decir la verdad y nada más que la verdad! — declara al levantarse, se da cuenta que estamos en la habitación, que está en el piso y me fulmina con la mirada
— Soñando de nuevo que estas en un caso sobre cómo no matás a Luca — pregunto de forma burlesca
— JA. JA. JA. Muy graciosa Grinch — responde y dejo de reír, esa película me asusto cuando yo tenía 5 — ya no es tan gracioso ¿ehhh? —Ríe — llámate a Vico mientras me baño — agarra la toalla y se va hacia el baño
— Que perra que sos — susurro y agarro el celular
— ¿Qué onda, teñida? — pregunta la voz ronca y adormilada de Vico al otro lado del teléfono, siempre me ha gustado esa voz, de hecho siempre me ha gustado Vico, solo que no me animo a decirlo
— Dejá de decirme así, pendejo, era para ver si ya despertaron — mi bostezo salió con sonido y él ríe haciéndome sonrojar
— Síp, Theo está en la ducha y el Ruso no está en la habitación, creo que recibió una llamada y se fue en la madrugada — su tono está aún más adormilado, como si se estuviera volviendo a dormir
— ¡No te duermas, italiano! — rio
— No jodas, teñida — pide y cuelga. Jmmm así que una llamada, no me gustaría pensar que es de Natasha, sé que a Nessie le gusta desde el primer momento y me temo que si Nessie ama, solo es a uno a quien ama, no puedo permitir que salga lastimada de nuevo, es mi hermana y si tengo que protegerla pues lo haré.
Venecia
Me meto a la ducha y me baño rápidamente, tenemos que estar en 30 minutos en donde Isaac y Mel está preparándose para ir a la sala de entrenamiento con Portos, hay que cumplir un horario específico en el cual entrenamos los agentes de más alto rango, y cuando no se cumplen esos horarios habrá sanciones y puede perjudicar el currículum, eso es lo que menos querría un agente.
Me cambio y me miro al espejo, me amo como soy, pero muchas veces envidio a Mel o a Natasha, sí lo admito, son mujeres impresionantes, mientras que yo parezco un hobbit, mis ojos son normales y mi pelo también, no estoy mal pero no soy despampanante. Y al decaer un poco en eso, dejo de ver al espejo y salgo del baño
— Ya te podes bañar, Mel — susurro sin mucha emoción
— ¡Eu!, ¿qué te pasa, Nessie? — la preocupación de Mel cuando se trata de mí, es autentica
— Nada, Mel, no me pasa nada, anda a bañarte — me dispongo a sacar la ropa de entrenamiento
— Sé qué te pasa algo, ya hablaremos, me baño y salimos, ¿va? — ordena mientras se adentra al baño.
Me pongo la licra negra, un top de entrenamiento que va hasta la cadera, no me gusta usar los que son hasta mitad del ombligo, unos tenis especiales para combate. Espero a que Mel se cambie, se pone lo mismo que yo, ya que es el mismo uniforme para todas las chicas
— Ahora si me decís qué te pasa, no me creo que estés así por nada —se pone en frente de mí, posando como si fuera un oficial de policía
— No me pasa nada, en serio. — mi intento de convencerla falla ante su mirada neutra — Está bien, me comparé de nuevo, ¿feliz? — admito rodando los ojos, Mel se para y me agarra los hombros, su mirada está fija
— Nessie, aun no entiendo ese complejo, sé que cuando eras chica te jodieron por todo, y que eso te jodió, pero SOS HER.MO.SA, tenés un rostro angelical que atrapa a cualquiera, unas curvas de infierno, solo que usas ropa holgada, pero lo más genial de vos es como pensás y como sentís, joder si fuera pibe, te pediría la mano — sonríe y guiña el ojo, río de lo último — ámate como sos, porque sos increíble, Venecia, y lo mejor es que sos una chica con sentimientos puros — reitera, la abrazo — ahora basta de eso y anda a la oficina de Isaac — ordena, me da un beso junto con una nalgada.
Me dirijo hacia la oficina de Isaac, estoy yendo por un pasillo y de repente topo con un chico, y me caigo
— Uy, perdón, no te vi, sos tan chiquita e invisible que me queda imposible — al segundo de pronunciar esas palabras me doy cuenta que es Nacho, puede ser muchas veces un niño pequeño de secundaria que no se cansa de joder. Me levanto y me dispongo a seguir mi camino, pero escucho Natasha que habla con una de sus amigas
— Como te decía estoy cansada porque me tire toda la noche a Sergey, joder ese chico sí que sabe lo que hace, me dejo súper satisfecha aunque con ganas de mas — se me hizo un nudo en la panza y volteé a mirarla — Seguí tu camino, nena, y si me tiré a ese chico, es divino, no te metás con él, igual jamás se fijaría en vos teniendo a una chica como yo — su tono salía con desprecio
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amor como arma para salvar el mundo, familia como principal pilar, amigos como fuerza inicial
Editado: 19.02.2019