Sólo Déjame Amarte

Capítulo 26. Acercándome un poco a vos.

Sergey

Llevamos muchísimo tiempo jugando esta mierda, hace tanto tiempo que no me divertía como lo estoy haciendo en este momento. En el juego las personalidades son las siguientes:

  1. Theo: Es realmente peligroso, se toma demasiado en serio las cosas y si piensa que hiciste trampa te jode por un buen rato
  2. Vico: Hace que todo sea divertido, suelta algo gracioso cuando Theo está a punto de matar a alguien y calma el ambiente.
  3. Mel: Joder esa mujer si da miedo, podría ser la versión de Theo en mujer.
  4. Nessie: Antes de verla jugar pensé que era la más calmada, pero se vuele un demonio con la lengua afuera, da risa pero es realmente buena.
  5. Yo: Ammmm no sé cómo soy, ¿quién soy?

Estamos en la final, es la 1 de la mañana y nos tenemos que levantar a las 5:30 a entrenar, retomamos de nuevo, en estos momentos estamos Nessie y yo en el juego, nos tenemos que encontrar para matarnos ¡MIERDA!

— ¡Ganéeeeee! — Grita. La única acción que puedo tomar es golpearme con el control en la cabeza, joder es realmente buena — ¿Quién ganó? — Levanta las cejas — esta nenaaaaa — se señala así misma y nos causa risa

— ¿Cómo mierda paso eso? — estoy estático, aun sorprendido, ella se ríe

— Porque soy mejor que vos — comenta con una sonrisa enorme, mostrando sus ojos cafés brillando, con solo verla de esa forma se me va el mal genio que tenía por haber perdido

— Habrá revancha, Venecia, algún día, tú y yo solamente — la reté y al instante me di cuenta de lo que había dicho, ella se sorprendió pero luego sonrió

— Cuando vos decidas, ruso — me vuelvo a perder en su maravillosa sonrisa

— Bueno che, hay público presente. Vayan a un motel y no jodan — pide Theo y Nessie se sonroja, me encanta cuando lo hace

— No jodas, Theo — amenaza mi pequeña aún más sonrojada, la veo y así me dan ganas de besarla, ¿qué? Un momento, besarla dije, mierda necesito una ducha de agua muy fría

— Bueno vayamos yendo que ya es la 1:30 de la mañana y tenemos 4 horas para dormir — Mel habla con un bostezo

Decidimos salir del lugar, teníamos que caminar, estábamos completamente entumecidos, me dolía la espalda

— Bueno chicos, hablamos mañana, cuídense y vayan directamente a su habitación, nada de cosas malas — suena gracioso ya que Mel tiene espíritu de todo, menos de madre

— Igual ustedes, descansen — Theo se despide con un ademán

— Hasta mañana, Nessie, te espero en la sala — guiño el ojo y esta se sonroja, no me di cuenta que estábamos solos, los demás ya estaba adelantados

— Descansa, Sergey, que tengas una buena noche, bueno una buena media noche — susurra, me dan ganas de abrazarla y agradecerle por todo lo que ha hecho por mí, de consentirla

— ¿Te puedo abrazar? — mi tono salió suplicante, ella me mira y se sonroja,  pero me asiente, me acerco a ella, me tuve que agachar bastante, es muy pequeña a comparación de mi cuerpo, pero nunca me sentí más protegido. Pasó sus manos por mi cintura, puso su cabeza escondida en mis pectorales, sentí su calor inmediatamente, la apreté más contra mí, quería sentirla y hacerle sentir que yo estaba ahí.

Duramos un buen rato, quería hacer de ese momento algo inolvidable, es cursi, pero hasta los hombres más duros pueden ser cursis, pueden dejarse llevar por el momento

— Gracias, Nessie, realmente gracias — agradezco separándome de ella, está sonrojada pero sonriendo, le paso la mano por la mejilla y ella baja la mirada pero se lo impido, quiero verla

— ¡La concha de la lora, duende! ¡Si querés estar con él a solas solo decilo, pero no me dejés con la puerta abierta, boluda! — grita Melanie con rabia y a la vez con diversión, Venecia se separa rápidamente de mí

— Nos vemos mañana — y sale corriendo, me quedo parado como un idiota viéndola, extrañe su calor en ese momento, me volteé para asegurarme que había entrado a la residencia, cuando lo hice ella también estaba mirándome, le sonreí y le guiñe el ojo, pero ella hizo algo mejor de lo que yo hice, se mordió el labio, y se metió en la residencia

Mierda ese gesto removió todo, me fui del lugar hacia la residencia, extrañando el calor de ese pequeño momento que viví con Nessie, creo que es una de las personas más extraordinarias que he conocido, todos acá los son, pero ella, mierda me hace querer vivir, me hace querer hacer las cosas bien para siquiera merecer algo de ella.

Llegué a la habitación, soy consciente que tengo una sonrisa de idiota, pero bueno eso no es algo común así que hay que aprovecharlo




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