Harvey
Odio las peleas de mis padres , mi padre acaba de llegar de viaje y lo primero que hizo fue discutir .
Cuando me estoy dirigiendo a la librería , veo a la chica de la caja , veo que está triste , no me genera confianza , pero quiero saber el porque de su tristeza , así que me dirijo hacía ella.
—¿Quieres salir conmigo?—pregunto , aunque pensándolo bien no fue una buena frase.Cuando me escucha se sobresalta y voltea sorprendida.
—¿Que?—veo la sorpresa en su rostro.
—¿A donde vas?—pregunto , cuando gira.
—Por algo de comer—se queda en su lugar y vuele a voltear— ¿Y a ti que te importa? , me has estado ignorando toda esta semana.
—No lo hice a propósito. Te acompaño—afirmo y la jalo hacia una cafetería , cruzando la pista.
—No necesito de tu compañía—se suelta de mi. Avanza sola.
Decido ir tras de ella , tengo hambre. No importa que no hablemos , he estado manejando por tres horas , y estoy exausto .
—¿Por qué me estas siguiendo?—se voltea .
¿No se marea?
—Tengo hambre—afirmo. Paso por su costado , ahora yo por delante, ella me sigue .—¿Ahora quien está siguiendo a quien ?—sonrio cínicamente.
—Tengo hambre.
Copiona.
Pasa corriendo al local y se sienta en una mesa con vista al parque. Demasiadas personas , ugg.
El lugar tiene paredes blancas y beige , mientras que las las mesas son de un estilo hogareño ; los asientos son de un color rojo. Rara combinación de colores.
Tomo el brazo de la chica y la arrastró hasta otra mesa.
—¡No soy tu mascota , sueltame!—la hago sentar en el lugar que escogí.—¿Por qué me traes aquí? No hay ventana. No hay gente.
—Exacto.—rueda los ojos y se levanta.—Eso es lo que lo hace especial.
Se detiene y vuele a su asiento anterior.
—Me recuerdas a alguien.
—¿Si? ¿A quién?
Cuando va a respondeme , la camera interrumpe. Es rubia , su cabello está amarrado en un niño alto. Su uniforme es negro con rayas blancas y rojas en el final de las mangas y falda.
—¿Que ordenarán?
—Chocolate y un sándwich de jamón con queso.—responde la chica , cuál desconozco el nombre.
—¿Usted?—la mesera me observa.
—Un café negro y el mismo sandwich.
La camarera se retira asintiendo.
—¿Cuál es tu nombre?—pregunto.
—Vaya , hasta que preguntas. ¿Cuál es tuyo?
—Harvey.
—Madison.—responde , segura de sí misma.
—Bien , Madison. ¿A quién te recuerdo?
—A mí. Veo que no te gusta demasiado la gente. Yo solía ser igual ; era una niña , me encerre en el pasado. Solo pensaba en lo que sentía yo y no en los demás. Me alejé.
—¿Que cambió ahora?
—Lastime a la gente que me quería , jure ser mejor. Ahora lo soy , y tengo amigos.
—Aja.—rio.
—¿Que es gracioso?
—Nada. Solo... Te sigues viendo cómo una niña inocente. Aunque se que no lo eres. ¿Cuántos años tienes?
Ahora ella rie.
—Un niño puedo estar pasándolo súper mal y hasta la persona más cercana no se dará cuenta. Quizás la pasé mal porque una chica lo rechazo , pero... No todos somos iguales , algunos son más sensibles que otros. Cada palabra nos importa , algunas veces callamos y otras nos liberamos. Sé que la estás pasando mal. Y si , sigo siendo una niña , nadie dijo que madure , aún veo dibujos animados.
—¿Por qué dices eso?—aprieto la mandíbula.
—Tu mirada lo dice todo. Bueno en realidad tus ojeras.
Nuestra comida llega. Genial , la comida siempre mejora el día. Comienzo por el sándwich. Doy el primer mordisco y... Mmm delicioso.
—Jaja , si vieras tu cara. Parece que no has comido en días.—no respondo. Solo sigo saboreando esta delicia.—Cuentame algo , me aburro.
—No se habla mientras se come.—digo.
—¿Por qué compras un libro diario?
Ug cállate.
—Distraccion.—respondo , esperando que cierre la boca.
—¿Distracción? ¡Ni siquiera los lees! ¡Es imposible leer un libro en un día!
—No sabes nada. !Y ya cierra la boca ; déjame comer!
—Esta bien.—Madison agacha la cabeza.
Veo que sus ojos se cristalizan. Ella tiene razón todos somos diferentes , cada palabra lástima si la dices de mala manera.
—Lo siento , pero no quiero hablar sobre eso.
¿Desde cuándo pido disculpas?
Todo para que no llore.
—Entiendo.—responde.
Comienza a comer en silencio. Se me quitó el hambre . Ay ¿A quién engaño? Este es el mejor sandwich del mundo. ¿Quién no querría comerlo?
Termino de comer en silencio. Madison se demora una eternidad en terminar , está con su teléfono.
Después de un largo tiempo por fin habla.
—Ya termine, vámonos. Tu pagas.
Al menos ya no está triste. Lo reconozco , la chica es fuerte ... Casi siempre.
—Okey.
Dejó el dinero en la mesa , con la cantidad que me dice Madison y algo más. Supongo que vendrá seguido , se sabe todo el menú.
—Vamos a sentarnos en el parque. Quiero distraerme.
—Acabas de salir de un lugar en donde estabas sentada. ¿No te duele el trasero? ¿Quién se distrae sentada?—pregunto.
—No digas trasero jamás delante de una mujer .
—¿Por qué?
—Cosas de chicas. Vamos.
Ella camina hasta llegar a un árbol. Se sienta bajo la sombra de este.
—¿Por qué te sientas ahí ? ¿Sabes cuántos perros habrán orinado ahi? Además habiendo tantas bancas vacías.
—Deja de hacer tantas preguntas. Hostigas. Ven , siéntate , es más cómodo.
Hago lo que me pide.
Uh si es cómodo.
—¿Por qué te acercaste a mí?—me pregunta.
—Te vi caminando sola y triste , así que me dije: ¿Por qué no ayudar a esta pobre chica?
—No era para tanto.
—Tu mirada también dice muchas cosas.
—Ya...—hace una mueca con los labios.—Ahora quiero disfrutar del aire fresco.
—¿Aire fresco le llamas al olor de pipi de perro?
Ella rie.
—Silencio , Harvey.
Nos quedamos así prácticamente una hora hasta que ella habla.