Helado

Desperté con un poco de miedo, sentía que el sueño había durado mas de lo que me podía permitir. Corrí hacia la ducha para bañarme en un pestañeo, me cambie y fui hacia la cocina, rogando que no fuera tarde. Llegue y muy para mi fortuna, estaba a tiempo, hicimos el desayuno y en un breve descanso que tuvimos le pregunte:

B: -¿No sabrías a quien podría comprarle un reloj? ¿O como conseguirlo de alguna manera? Estoy cansado de siempre tener que adivinar el tiempo-

K: -Pues podrías pedirle uno a Shura, eso si, no se que tanto quieras. Con todo eso que me haz dicho de que ya no quieres recibir su trato especial-

B: -¿Y algún soldado?-

K: -Pues podrías pedirle uno a Blazkowicz, aunque dudo que vaya a descompletar su colección por ayudarte, y menos a ti-

B: -¡Ohhh! ¡Vamos! ¿En serio? Estoy tratando de hacer las cosas bien ¿Por qué no me creen?- 

K: -Dudo que con servir comida un par de días la gente te quiera, es mas complicado que eso-

B: -Lo se, solo que de verdad lo intento...-

K: -Te creo, pero no todos lo ven como yo. Solo puedo decirte que les des tiempo, en algún momento te dejaran de ver como alguien especial, y serás uno mas de nosotros-

B: -Espero sea así-

Hicimos el almuerzo y volvimos a hablar del tema:

B: -¿Y en cuanto tiempo crees que me aceptaran?-

K: -No lo se, un par de meses diría yo, pero una respuesta definitiva como tal, no te puedo dar. Aunque tampoco entiendo esa necesidad de ser aceptado, se que quieres evitar que se me metan contigo, pero de ahí a querer llevarte bien con todos, hay una gran diferencia-

B: -Es que no quiero que me vean como alguien "especial"-

K: -¿No quieres que te vean o no quieres sentirte así?-

B: -Es una mezcla de ambas, me es molesto tener que recordar cada segundo mi condición, es como si a una persona gorda le dijeras que lo esta, ya lo sabe ¿Y no crees que intenta cambiarlo? ¿No crees que de verdad le encantaría ser como los demás? Pero simplemente no puede-

K: -Pues así como las personas gordas con esfuerzo pueden bajar de peso, tu podrías también lograrlo, aunque bueno, eso no depende realmente de ti...-

B: -Solo esperare-

La cena estuvo lista y cuando me iba a marchar pensando que ya habíamos terminado, Kima me pregunto:

K: -¿A donde piensas que vas?-

B: -A mi habitación, ya terminamos hoy ¿No?-

K: -Pues aunque me gustaría decir que si, no. Vamos a adelantar lo mas que podamos las comidas de mañana-

B: -Ohhhh, una disculpa, no quiero que pienses que iba a huir, solo que como ayer no hicimos esto, ya había dado por sentado que habíamos acabado-

K: -Ayer no lo hicimos porque te vi bastante cansado, y admito que también lo estaba. Suena irónico, pero que estuvieras me hizo tener que vigilarte, lo cual fue bastante desgastante. Quería ver como te desenvolvías en la cocina, y a tus espaldas, probaba cada cosa que hacías. Y he de admitir que hasta el momento, tienes mis respetos-

B: -Ni siquiera lo note, creo que estuve bastante ocupado como para percatarme de lo que hacías, tampoco sentí tu mirada. Mmmmmm, no se si eso es bueno o malo-

K: -Demuestra que te apasiona la cocina tanto como a mi, eso me agrada. Y mientras la comida sepa bien, creo que el mundo exterior no importa realmente jajajaja-

B: -Jajaja, puede que tengas razón, de todas formas, intentare estar un poco en la realidad, todas mis energías se seguirán concentrando en cocinar, pero una pequeña parte estará pendiente de no dejar este mundo jajaja-

K: -Si, creo que seria lo mas adecuado, no quiero tener que gritarte para tener tu atención jajaja-

B: -Ni yo jajaja ¿Empezamos?-

K: -Y con iniciativa ¿Me abre ganado el premio mayor contigo mi amigo?-

B: -Diría que si, aunque no quiero fanfarronear jajaja-

K: -Jajaja ¡empecemos!-

Cocinamos durante un par de horas, terminamos y salimos. Kima se demoro un poco y me dijo desde adentro que lo esperara. Cuando finalmente lo hizo, traía consigo un vaso del cual en un principio no podía distinguir su contenido. Ante de poder preguntarle que era, lo dejo en el suelo y antes de irse, dijo:

K: -No eres el único con privilegios aquí (pestañeo)-

Me acerque y al fin lo pude ver, era helado. Metí una cucharada a mi boca mientras sonreía pensando: "¿Habrá mas como nosotros? ¿Tal vez el mecánico?". Di media vuelta y fui hacia mi habitación, ya me estaba convirtiendo en mi helado. Llegue, me cambie y espere a terminar el helado, no tenia ni quería tener prisa, no sabría cuando volvería a probar tal delicia. Lave el vaso y la cuchara cuando termine y los puse al lado de mi cama, me cepille y dormí feliz. Esperando que Kima me volviera a compartir de su privilegio después.