Capítulo 6

-Eso no tiene sentido Leo, primero dices que él no cometió el asesinato pero luego él mismo dice que sí, no hay lógica –el pequeño Donnie hizo puchero

-Calma Donnie, dime ¿qué crees que pasaría si yo te pasase repitiendo que tienes culpa de algo durante años? –Leo acariciaba la cabeza de Mikey que parecía medio adormilado

-Pues, probablemente me lo acabaría creyendo –reflexionó

-Exacto, y cuando el capitán estaba bajo presión intentó convencerlos de que no lo hizo pero luego se puso a pensarlo y termino concluyendo que fue su culpa –explicó

-Entonces ¿Lo hizo o no? –preguntó Raphael interesado

-¿Quién sabe? Aún no hemos llegado a esa parte del cuento, pero creo que sí tuvo mucho que ver con ese asesinato –Leo permaneció pensativo

-Continuahhhh Leo –Mikey estaba por caer en brazos de Morfeo

-Bueno, el capitán se encontraba en su guarida planeando como recuperar el barco pero entonces....

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CRASHHHH

Donatello se despertó sobresaltado, bajo las gradas rápidamente, corriendo hacia la cocina, encontrando a los autores del ruido

-¡Quiero tocino! –Ángel tenía el sartén en mano y una expresión de muy pocos amigos

-¡Pizza! –Mikey tenía un rodillo en su mano izquierda y una cuchara en la derecha

Ambos estaban manchados de harina, y en el suelo un regadero de platos y vasos rotos, junto con algunas manchas extrañas de comida, o eso parecía.

-¿Qué pasó, aquí? –preguntó pero lo ignoraron

-Pues quisieron hacer el desayuno, pero no se ponen de acuerdo –explicó Raphael estirándose- Son un par de zoquetes... -casi al instante dos tomates se le estrellaron en el rostro

-¡Tú, cállate!

-¿Alguno ha visto a Leo o a Leatherhead? –Donnie logró cambiar el tema

-Creo que salieron a comprar algo –Ángel puso un dedo en su barbilla mientras miraba al techo- Creo que era esponjas y cubetas de agua, el capitán es muy ordenado y no le gusta el desorden....

Se quedaron en silencio

-¡Maldición! –tanto Mikey como Ángel se disponían a limpiar todo antes de que llegara el de azul, pero no alcanzaron a hacer nada cuando el ruido del pasaje abriéndose cubrió el silencio

Cerraron la puerta de la cocina con seguro bajo la atenta mirada de los mayores

-Sí saben que eso solo empeorará las cosas ¿verdad?

-Jajajaja enano, te metiste en problemas –Raphael se partía de la risa

-Por si no te diste cuenta Raphita, tú también estás metido aquí –eso paro las risas de forma brusca

-¡Llegamos! ¿En dónde están? –el sonido de sus pasos se detuvieron frente a la puerta- ¿Por qué está cerrada? ¡Ángel! –golpeó la puerta despacio- ¿Mmm? ¡¿Por qué hay trozos de cerámica en el suelo?! –tragaron grueso- ¡Abrid en este mismo instante la puerta!

Y como si se trataran de títeres, quitaron el seguro y se pusieron en fila frente al acceso

-Pero... ¿qué pasó aquí?

-Ammm ¿Explosión de desayuno? –Rapha le dio un zape automático

-¡Ah! Solo límpienlo antes de que vengan los demás –se sostuvo la frente con cansancio mientras se retiraba a la segunda planta

-¿Qué le ocurre?

-Está demasiado estresado por el robo del barco –mencionó Leatherhead- Y ahora con la noticia que le acabo de dar... -lo miraron interrogantes- Vengan –los guio al laboratorio

El cocodrilo extendió una serie de pergaminos sobre la mesa.

-Desde hace un par de años, por alguna razón, los guardias han sabido dónde íbamos a estar-les señaló un patrón- Y con lo del barco mis sospechas se atenuaron y le notifiqué a Leo que creo que hay un espía en la tripulación, el capitán no se sorprendió, parece que él ya lo suponía desde más antes pero no ha logrado descubrir quién es o eso creo, él ha llamado a toda la tripulación para reunirse aquí, es arriesgado pero al menos sabremos de una vez por todas su identidad

-¿Cómo sabe qué se revelará?

-Fácil –exclamó Ángel con disgusto- el maldito del consejero no se perdería una oportunidad así... ¡Diablos!

-Lo que no entiendo es para qué habrá invitado a April y a Spike aquí también-el cocodrilo no tenía un buen presagio de todo esto

Pronto se escuchó el pasadizo abrirse, la tripulación había sido conducida por Usagui a la guarida.

-Ya que estáis todos aquí, deben estar hambrientos –muchos afirmaron enérgicamente- Ángel y Mikey ¿Podrían calentar las pizzas que están en la alacena?

-Hai –respondieron uno con ganas y otra con un suspiro

Después de ese satisfactorio bocado, del que el conejo gigante no probó nada, se dispusieron a repartir trabajos para recuperar su nave.

-Iré un momento a la cocina –el capitán caminó bajo la mirada extrañada de todos, a los pocos minutos regresó- Ya definido esto, debo decirles que son la mejor tripulación que un capitán ha podido tener, cada uno ha cumplido un rol importante y sé que no tardarán en encontrar un puesto de trabajo si es que algo llega a salir mal. April y Casey les deseo lo mejor para su futura vida juntos y no dejen que nada de lo que pase ahora afecte a su relación. Raphael, Donatello y Michelangelo espero que puedan regresar a su dimensión con su familia.

Todos guardaron silencio ante esas palabras, sonaban como una...una....

Despedida

-Leo ¿por qué.... –intentó decir April

Pero el sonido del pasaje abriéndose la detuvo.

-¡Rodéenlos!

Los guardias fueron rápidos y pronto cubrieron la habitación

-¿April? –la susodicha dio media vuelta para encontrarse con tres pares de ojos que la veían con sorpresa y decepción- ¿Siempre lo estuviste ayudando? ¿Por qué?

De repente se oyó una risa proveniente del capitán

-¿Qué te parece tan gracioso, maldito? –preguntó el Raphael de ese mundo