Capítulo 1 No Quiero ir

Yo soy la típica chica que ven y dicen oh me cae me mal, y pues por esa razón no tenia amigos en el colegio y tampoco me importaba, no me gustaba estar en grupo porque es sofocante. No se como aguantan eso.

Ya era el último año de colegio y el último día de clases. Todos murmuraban lo que iban hacer algunos decían que iban a ir a la universidad y la carrera que escogerán, otros decían que serían mantenidos por sus padres, otros que iban a trabajar, y otros estaban muy tristes y preocupados porque se habían quedado de año.

Y pues yo no sabía nada de lo qué iba hacer después del colegio o bueno si. Hace unos días mis padres me dijeron que habían planeado unas vacaciones sorpresa para cuando salga de el colegio, pero yo les había dicho que no iría, haci que creo que pasaré en la casa hasta que cumpla 18, ya que cada vez que peleaban se desquitaban conmigo y me recordaban que me tenía que ir de casa cuando cumpla 18 años y ahora solo faltaba un año pero me lo decían desde los 16 años, si suena loco ya que la mayoría de padres quieren que sus hijos no se vayan  de casa pero ellos eran unos de los que hacen la excepción.

mi voz cerebral que nunca me ayudaba cada vez que pasaba eso me decía, no creo que puedas sobrevivir ni un día fuera de esta casa ni siquiera sabes hervir una agua y pues era verdad no sabía hacer nada solo me pasaba leyendo, viendo series o películas, escuchando música, viendo documentales, chateando con mis dos mejores amigos uno que lo conozco desde que tengo memoria y a mis padres no le caen bien pero cuando viene a casa a platicar conmigo le dan una sonrisa y lo saludan hipócritamente y otra que mis padres me la presentaron hace 4 años. Me habían presentado a bastantes de los hijos de sus amigos que tenían mi edad pero era la unica que me cayó bien, hablando conmigo misma, y otras cosas más, por que mis padres no me obligaban a nada ya que no había necesidad por que mis padres le pagaban a una señora para que haga las cosas y además cuando me pedían un favor lo hacía mal, no es porque lo hacía a propósito solo que siempre que trataba de ayudar lo arruinaba todo, como aquella vez que me dijeron que lavara la ropa y le puse cloro a la ropa de color o cuando me dijeron que lave los platos y los quebré todos ya que los puse en un pilo.

A penas salí de clases me fui a mi casa. Llegué y subí a mi cuarto y me lance a la cama con todo y maleta, estaba cansada porque había estado pensando en que iba a hacer con mi vida.

Sonó mi teléfono teléfono, y lo coji.

                   Jesica <3
conteste.

— ¡Hola Elia! — sonaba tan alegre.

—Hola Jesica, como estas.

—Bien, y tu?

—Bien

—No parece, ¿dime que pasa?

—Gracias por preocuparse pero no me pasa nada, solo estoy cansada.

—Bueno, si tu lo dices— suspiró

—¿Y pasaste?

—¡si!

—¡oh eso es genial!

—¿y tu?

—¡si!

—¡Esa es mi mucha! ¿En tu colegio van hacer bailé de último dia de colegio?

—No lo sé.

—Me ubiera encantado que estuviéramos en el mismo colegio para celebrar juntas. —dijo con la voz triste

—Creeme que a mi me Ubicará encantado más que a ti.

Nos quedamos hablando hasta cuando su papá la llamó.

Después de unos cuantos minutos que me había quedado con la vista desenfocada sin pensar en nada y eso me relajaba.

—¡Elia!— escuché una voz a lo lejos llamándome.

era mi mamá que me llamaba para que bajase a no se que, abrí la puerta renegada y baje las escaleras.

—Dime— le dije en un tono aburrido y renegado.

—Estoy que te llamo hace rato y no me contestas. Te iba a preguntar si ya cambiaste de decisión— dijo mientras veía unos documentos que tenía en las manos.

—Ya te dije que no quiero ir— dije en tono leve y cansado ya que me había hecho esa pregunta varias veces.

Puso la cara seria y me miró a los ojos.

—Esta bien ya no te lo volveré a preguntar, pero ni pienses que te vas a quedar aquí, te voy a ir a dejar a casa de tu abuela.

—Nooo, por favor. — parecía niña chiquita rogando que no la lleven al Kinder.

Pero no me tomo en cuenta y siguió hablando.

—Y también tienes que darme tu celular cuando nos vayamos. Te lo guardaré hasta que regresemos.

—No me vas a convencer que vaya, y no te daré mi celular.

—No trato de convencerte y tenlo por segura que si me daras el celular, estoy segura que no querrías que te queme tus libros favoritos.

—Oh mierda, odio que me amenaces con eso.— me pase la mano por la cara.

—¿entonces si?

—si, te daré el celular y espero que tengan un buen viaje en pareja, pero con una condición.

—¿Cuál?

—Me dejaras quedarme en la casa.

—No.

—No seas haci, aya no hay con que distraerse, además yo puedo cuidarme sola. Ya el otro año cumplo 18 y tu mismo dices que madure y ni siquiera me dejas quedarme sola en la casa.

—Ya te dije que noo.— se paro y se dirigió a su habitación, pero antes de entrar se detuvo en la puerta. 
—¡Gloria! Sirvele la comida a Elia— entró y cerró la puerta

No se por que se pone haci solo es un viaje de vacaciones en "familia" y por estar tan enfocada en eso ni siquiera me pregunto si pasé o no de año.

A penas termine de comer. Fui a mi habitación, me lancé en la cama y de inmediato me quedé dormida.

Golpearon la ventana tan duro que salte del susto.

Me levante de inmediato y me pare, eso me ocasionó un fuerte dolor de cabeza, no veía nada ya había oscurecido, tantiando por la mesita que tenía a lado de mi cama cogi mi teléfono lo prendí y vi la hora eran las 2 de la madrugada, me diriji a la ventana con la mano en la cabeza.

Estaba decidida a putiar al que había ocasionado ese ruido, vi atraves del vidrio de la ventana, entre cerré mis ojos y frunci mi cejas casi uniendolas de confusión.

Quipito...

Que hace mi mejor amigo a las 2 de la madrugada en frente de mi casa con una rama larga en su mano, creo que era con lo que había golpeado la ventana.